Away (Serie de TV)

Primero, no es una película de Hilary Swank. Segundo, no es una película del espacio. Hay escenas del espacio? Si, pero lo es el hilo conductor de la serie. Todos los personajes se van desarrollando a lo largo de los capítulos sin prisas, haciendo que paulatinamente cambiemos la imagen que tenemos de ellos. Y cada personaje introducido aporta algo. En resumen, sigues viendo capituló tras capítulo ya no por el viaje (qué también), sino por descubrir algo más de los personajes.
A ver si nos dan una segunda temporada.

He entrado a escribir esta crítica porque sinceramente creo que se está menospreciando a esta serie, Voy por el capítulo 3 y sinceramente hacia tiempo que esperaba una serie así que me enganchará y quedarme con ganas de seguir viendo a ver que pasa. Los actores me encantan, sobre todo la protagonista, así que darle una oportunidad que os valdrá la pena.

Cabe preguntarse al ver Away cómo habría resultado esta primera temporada, o por dónde irá la segunda (si es que la hay), si el foco de la acción hubiese sido realmente la ciencia-ficción y el viaje a Marte. La última escena de la temporada, sin duda la mejor de sus diez episodios, es la que marca el tono que tendría que haber tenido toda la producción desde el principio, y la única verdaderamente espectacular y emotiva sin forzar. No es así, por desgracia.
La sensación que deja Away es que es una serie desaprovechada. Desaprovechada porque se ha hecho un enorme esfuerzo de producción, como demuestran los decorados de la nave y esa escena final tan impresionante, para al final contarnos una historia que podría suceder en Parla, Villarriba y Villabajo o cualquier otro lugar del mundo. Porque no se engañen: el viaje a Marte es lo de menos, por extraño que parezca. Lo importante son las historias personales de los personajes, y lo peor es que además son unos dramones impresionantes. Hacía mucho tiempo que no se veía a tantos actores llorar durante tantos episodios seguidos. Prácticamente todos los capítulos terminan bañados en lágrimas, tan dramático y "emotivo" es todo. Vamos, la pobre Hilary Swank ha debido acabar con los ojos irritados de tanto llorar. Y no es la única.
Una pena que se haya apostado por esa descarada emotividad de cartón piedra, buscando la lágrima fácil y tomando sin disimulo el camino del telefilme lacrimógeno, porque el diseño de personajes no es malo (atención a Misha y sobre todo a Ram Arya, interpretado por un excelente Ray Panthaki) y las interpretaciones no están mal teniendo en cuenta que el guión, como decimos, no acompaña demasiado. Una pena también que no se exploten otras tramas que se dejan entrever, como la relación entre Emma y el mencionado Ram.
En definitiva, una apuesta equivocada por el drama más facilón y exagerado, que deja de lado inexplicablemente la ciencia-ficción.

Lo mejor: El final, los personajes secundarios y Ray Panthaki.
Lo peor: Es un culebrón de tomo y lomo, e ignora la ciencia-ficción en favor del drama.

Un poco exasperante por tanto incidir en el ámbito personal de los personajes la ciencia ficción no deja de ser "la excusa" para enfrentar una serie de personajes, un poco esteriotipados, en un espacio tiempo delimitado que fuerza las circunstancias.
Sobra ñoñería pero enfrenta realidades humanas resolviendo como sucede en la vida, fuera de la ficción.
Lo que se acostumbra es a presentar lo estrictamente profesional de los personajes e historias, obviando el factor humano. Son figuras que en verdad ni existen ni son posibles.
Nadie sale de la nada, todos tienen su entorno, su gente, su realidad su historia, sus gozos y sus sombras. Me ha gustado que ponga en evidencia ese plano y que lo haga desde la perspectiva de género.Y también me ha gustado mucho el que no se abusa de dilatar la historia en el tiempo. Es importante ser decente en ese tema porque se abusa muchísimo de la buena disposición del espectador a la hora de dilapidar el tiempo para finalmente no aportar ni argumento ni contenido.
También es importante poner énfasis en el que la realidad es multilíngüe. Es verdad que lo estandar es el inglés pero no es ni muchísimo menos hegemónico. El mundo es muy grande y el porcentaje de bilingües nativos es como mínimo igual a los que no lo son. "La normalidad" es esa y no la que se presenta sectariamente con fines propagandísticos. Entiendo que las naciones hagan propaganda con el idioma como signo identitario pero es una verdad oficial. La oficiosa es otra.

Serie corta, de diez episodios, donde un grupo de astronautas de diferentes nacionalidades viaja al espacio con el objetivo de llegar a Marte en una misión de tres años.
Y hasta aquí la ciencia ficción.

Desde este momento, es decir, el episodio 1, sin ir más lejos, drama familiar tras drama familiar se suceden de forma que llegas a tener la sensación de que todo les está ocurriendo a ellos, y más que eso ¿de verdad que tienen que estar poniendo al tanto constantemente de los problemas que hay en su entorno en plena misión espacial? ¿No tienen bastante con encargarse de superar las dificultades que el propio viaje a Marte tiene?

La serie aún y así, tiene gancho, quizá la magnífica interpretación de algunos de sus personajes, o quizá el hilvanado de las historias y los diálogos, no sé que diablos es, pero a mi que soy alérgico a los dramas, me ha enganchado hasta el final.

Me gusta la ciencia ficción, y las pelis de viajes espaciales y tal, y por ello, cuando vi cual iba a ser la tónica de esta serie desde el episodio uno, debería haberme desconectado enseguida, sin embargo, la aguanté hasta el final.

Le pongo un 6, que tampoco es para tirar cohetes.
Además que no me gustan los dramas! :P