La familia Bélier

Lo mejor:
La temática, la moraleja y la originalidad con la que trata ambas. El buen sabor que te deja, después de hacerte llorar de Felicidad.

Lo peor:
Que no la vea más gente. En cuanto termina, sientes la necesidad imperiosa de compartirla.

Historia (9 de 10):
Todo funciona.. los personajes, los puntos de inflexión, la narrativa. Consigue crear una atmósfera humana que explota al final de la peli.

Estética (6 de 10):
Es correcta y bien cuidada.

Nivel de disfrute (10 de 10):
Sí, sí.. vale.. muy bien, al final lloré. Sí, lloré como un lechón histérico llamando a la cerda de su madre. ¡Y me gustó!

Peli a la que se parece:
Salvando las diferencias, me recodó a INTOCABLE (otra grandísima pelí) por la sencillez y el cariño que les coges a los personajes.

Recomendación:
No soy muy de cine francés, pero esta peli es totalmente RECOMENDABLE. Si quieres pasar un buen rato, reírte, emocionarte y llorar de Felicidad.. es tu peli.

Me encanta el pequeño cine contado con sencillez, un puntito de humor, toques de delicadeza y decisión. Me resulta entrañable y fácil de ver una y otra vez. Una pequeña historia de sentimientos contada a través de personajes que te harán reír y llorar de honestidad a partes iguales. Genial película que no hay que dejar pasar con uno de los finales más cautivadores del cine de comedia. Película imprescindible.

Esta adorable familia, los Bélier (significa Carnero), seguramente llegarán a tu corazón, una comedía donde las interpretaciones retratan a una familia sordo-muda que vive en el campo de la agricultura y el ganado, donde la nota disonante es la joven es Paula ( la protagonista Louane Emera, ganó la edición francesa del programa "La Voz" en el año 2012), ella si puede hablar y escuchar perfectamente, lo cuál hace que su familia dependa de ella continuamente.

A partir de aquí se inicia una historía conmovedora, donde las actuaciones son muy buenas, nunca es fácil para un actor simular una discapacidad, sea del tipo que sea y los protagonistas lo bordan.

Tiene toques de cómedia, drama, humor acido, irónia, músical....lo más importante es que muestra grandes valores vítales y te hace pasar un buen rato: emocionante, divertida, colosal.....Os recomiendo que no os la perdais.

Lo mejor: La fantástica voz de la protagonista y las actuaciones de sus padres "sordo-mudos".

Lo peor: Lo forzadas que están algunas situaciones.

Debo estar haciéndome mayor, pero cada vez me gustan más este tipo de películas europeas donde la humanidad y lo emocional destilan por todos los costados.
Reconozco que la historia la he visto ya, no en vano continua en parte el mismo esquema de “Billy Elliot”. Mientras que la película de Stephen Daldry su protagonista gritaba a los cuatro vientos “¡Quiero bailar!”, la protagonista de esta cinta francesa “¡Quiere volar!” a través de sus inesperadas habilidades en el canto.
La historia arranca de una manera alocada, presentándonos a una familia de sordomudos que parecen estar en una crisis nerviosa constante, pero el guión no tarda en enderezarse y logra atraparte.
Más allá de un mensaje sobre los discapacitados auditivos, la película tiene una bonita moraleja sobre la familia y sobre como los hijos deben aprender a volar más allá del entorno protegido de los padres.
El alma mater de todo es Michel Sardou y su hermosa canción “Je Vole”, además de otros muchos temas que aparecen a lo largo del relato. Creando un drama, que casi es un musical en algunas ocasiones, alcanzando su mejor despliegue en el momento en que los espectadores sentiremos la falta de audición en una de las escenas. Probablemente la mejor de todas, junto a la del casting de la protagonista.
Toda una sorpresa la joven actriz Louane Emera. Su Paula Bélier es sinónimo de absoluta emoción, sobre todo en el tramo final. Ella es los oídos y la voz de sus padres, una oyente en un mundo sin sonido, donde encima ella decide expresarse a través del canto.
Es curioso descubrir como Emera es todo un fenómeno en su país, al haber triunfado en el reality “La voz Francia”.
La película lo tiene todo, tiene drama (suave), mucho de comedia francesa (impagables los momentos electorales del padre y la alergia al látex del hermano) y una pizca de lágrima fácil, pero sin cruzar la línea.
Es de esos títulos ideales que te hacen comprender que lo más importante es luchar por tus propios sueños, dejando atrás si es necesario cualquier tipo de alineación social o familiar.
Una más que agradable sorpresa que algunos puede que vean convencional. Pero qué queréis que os diga, a veces necesito de esta clase de historias para ver que no todo está perdido en esta vida.

El cine francés vive un momento creativo excelente y sin necesidad de efectos especiales y grandes superproducciones consigue aquello para lo que debió inventarse el séptimo arte: emocionar. Una vez más se me han enrojecido los ojos con esta preciosa película sobre una familia y el amor que se tienen. Llena de buenos sentimientos, te hace creer en la raza humana y acabas la película feliz de haberla elegido.

Os la recomiendo.