La casa del reloj en la pared

Ya desde el comienzo resulta este film una propuesta algo extraña porque ver al bueno de ELI ROTH dirigiendo cine familiar como que choca un poco, mas acostumbrados a su cine de terror mas explicito casi gore.
Luego la pareja protagonista de principio también nos cuesta ver que puedan tener la química necesaria, del niño protagonista yo personalmente poco sabia, pero en cambio debo decir que uno de mis actores mas "odiados" como es JACK BLACK al cual desde hace años he de reconocer que no soporto con su histrionismo y sus desvaríos, aquí creo que por primera vez en mucho tiempo lo veo un actor digamos lo que se puede entender por normal.
CATE BLANCHET siempre aporta ese charme y ese buen hacer que nunca defrauda y junto a los elementos mágicos, fantásticos y la sempiterna en este tipo de historias casa embrujada de aire gotico le confieren a esta LA CASA DEL RELOJ EN LA PARED, un aire ochentero tan de moda en los últimos años con series y demás propuestas cinéfilas, que aupadas por el mitico sello AMBLIN, que tanta nostalgia nos provoca a algunos, hace que sea mucho mejor esta aventura de la que nos imaginábamos en un principio.
En definitiva muy entretenido pasatiempo en el que por momentos incluso el director recrea una atmosfera mas terrorífica y tétrica para que la se suponía que era la audiencia potencial de la peli.

Si esperas ver una película innovadora sobre magia, déjame decirte que esta no es tu película. La amalgama de clichés que contiene es impresionante por no decir lo predecible que resulta su argumento durante toda la película.
Hablemos de Jack Black interpretando a Jack Black con una peca en la mejilla. Papel forzado y sin mucho fundamento con sus bromas repetitivas y predecibles como he mencionado anteriormente.
En definitiva, una película que se queda a medio camino de ser una buena película y que pasará a la historia como una película familiar más pero no como una película de magia a la altura de las grandes del género.

Cuando me puse esta película tenía claro lo que me iba a encontrar: fantasía para toda la familia con exceso de efectos visuales. Y al menos durante la primera mitad de la película así es, entretiene lo justo pero no engancha totalmente.

Pero cuando reviven al malo, la verdad es que la cosa mejora bastante, se vuelve más oscura, algo intrigante, incluso con toques mínimos de terror, con esos muñecos que dan tan mal rollo y las calabazas tan curradas.

Al final me ha quedado la sensación de ver un producto que, sin ser ninguna maravilla, vale la pena.

Adaptación de la primera novela de la serie de libros sobre Lewis Barnavelt (escritos por John Bellairs en los años 70), un niño huérfano (Owen Vaccaro) que descubre sus poderes mágicos e inicia el camino del aprendizaje y la comprensión de esta magia a manos de su excéntrico tío (Jack Black) y su vecina y amiga (Cate Blanchett) cuyas artes mágicas son excelentes. Mientras Lewis averigua más sobre el mundo de la magia, se verá envuelto en batallas contra los magos malvados que pululan por el mundo. En "La casa del reloj en la pared" se trata Isaac Izard (Kyle MacLachlan).

Está claro que Universal Pictures deseaba tener su propia saga a lo Harry Potter (como tuvo la fortuna de acertar a la hora de adaptar la Warner Bros. las páginas de J.K Rowling). No entraré en qué saga es superior a nivel literario pues no he leído las novelas de Bellairs (de las que está bastante claro que Rowling ha tomado muchas referencias e inspiración) y las de Rowling guardan un lugar muy especial en mi corazón. Pero desde luego en cuestión de adaptaciones cinematográficas queda patente tras ver esta cinta de Eli Roth qué personaje sale ganando; y ese es "el niño que sobrevivió".

La trama de aventuras de mago contra el malvado resultan en este guión algo demasiado simplificado, sucinto, lacónico y resumido (el villano no tiene motivación alguna más que ser "el malo", el niño no es que no se maraville o asombre ante el universo nuevo que se presenta ante él, es que ni se inmuta, los personajes que le rodean solo tienen una dimensión (el humor facilón en el caso de los personajes Black y Blanchett, y el de matón de colegio bobalicón (al menos el personaje de Draco Malfoy sabía hacer buen uso de la ironía a pesar de ser un abusón y un elitista) en el caso de Sunny Suljic). Y la trama, si bien progresa con un dinamismo despierto para no aburrir en casi ningún momento, no aporta aristas cómplices que nos atrapen (me sabe mal tener que comparar tanto a este film con los de "Harry Potter" (también podría comparar a "La casa del reloj en la pared" con "Las crónicas de Narnia" y también saldría perdiendo la primera), pero es que su propuesta es exactamente la misma mientras que su ejecución es tan distinta), aquí no se forjan amistades que surgen de forma natural con sutileza, complicidad y afecto, no se presentan dudas vitales con hondanadas diversas, y aquí no se aporta el ingenio perspicaz en los detalles mágicos que Steve Kloves (aunque siempre ha tenido el trabajo medio hecho calcando las frases de las novelas de Rowling) sí supo legar en la saga del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Así pues estamos ante una cinta de entretenimiento fantástico muy básica, simplificada y pronosticable (el conflicto familiar y su resolución se ve a leguas). Con las dosis justas de progreso argumental para distraer levemente pero con nada más. Que no molesta pero que tampoco se hace memorable o enamoradora. Es confortable durante su visionado gracias en mayor medida a la imaginería visual que se lleva a la escena. El vestuario de "La casa del reloj en la pared" es magnífico (que no sobresaliente) y el diseño de escenarios maravilloso. Todo ello se luce con una correcta iluminación, una pertinente banda sonora (que también trata de imitar los compases de la saga de Harry Potter) y una realización usual pero eficiente (el excelso uso de planos (hay mucho plano/contraplano abierto y dinámico, escogidos planos subjetivos y semisubjetivos, varios focos alternos necesarios para con la trama, y unos paneos que nos ponen frente a los personajes que pululan por esta mágica casa)) y con una presteza que aporta un dinamismo que el relato pide a gritos.

Los actores por su parte están aceptables sin más. Vaccaro está natural pero en ningún caso carismático o cómplice con la audiencia, Black no se aparta de su vertiente cómica aunque en esta ocasión no tenga demasiado material para trabajar (no está en la "Escuela de Rock" (2003) precisamente), y Blanchett cumple con oficio en uno de sus peores trabajos (pero es que la peor actuación de Blanchett es una buena actuación. Que estamos hablando de Cate Blanchett no de Paris Hilton) contenida quizás en exceso como personaje estricto... pero triunfal a la hora de compartir esa sorna descarada de compadreo con su vecino y amigo.

Así pues nos encontramos ante una cinta de fantasía aventurera para toda la familia algo escasa y parca para lo que estamos acostumbrados en los últimos años en este tipo de cine. Distraerá levemente... pero solo a los niños y a los seguidores (me incluyo) del género de la fantasía juvenil en el cine. "La casa del reloj en la pared" está a años luz de "Harry Potter y la piedra filosofal" (2001), "Harry Potter y la cámara secreta" (2002), "Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario" (2005), "Harry Potter y el prisionero de Azkaban" (2004), "Las crónica de Narnia: El Príncipe Caspian" (2008), "Harry Potter y el cáliz de fuego" (2005). "Las crónicas de Spiderwick" (2008), "El hogar de Miss Peregrine" (2016), etc. Pero no es tan horrible como "Dragonball Evolution" (2009), "Turbo: Una película de Power Rangers" (1997) o "El aprendiz de brujo" (2010). Digamos que "La casa del reloj en la pared" se queda en un "Percy Jackson y el ladrón del rayo" (2010) o en un "Zipi y Zape y el Club de la canica" (2013).

Lo mejor: El vestuario. El diseño artístico.
Lo peor: El guión.

El productor, actor, director y guionista Eli Roth, se aleja de sus primeros trabajos vinculados con el gore, para presentar la historia de un niño de 10 años quien, tras quedar huérfano, se muda a la vieja y rechinante casa de su tío, la cual tiene un misterioso reloj.

Todo muy bonito, pero La casa del reloj en la pared, no llega a brillar, ni a funcionar en ningún momento.

Todo lo que tiene de atrevida, lo tiene de forzada y aburrida.

Es una película plagada de guiños y homenajes al cine que apasiona a Eli Roth, pero dudo mucho que sea cine para todos los públicos y creo que va a decepcionar a más de una persona.

No es especialmente aterradora o repulsiva. Ni tampoco muy divertida.

Durante su visionado, resulta inevitable mirar el reloj.

La casa del reloj en la pared, queda como un homenaje de Eli Roth a Eli Roth y sus pasiones personales, en lo que a cine, música y maldiciones se refiere.