Haz click aquí para copiar la URL

Pascual Duarte

Drama Pascual Duarte es un campesino español, cazador furtivo, reclutado a la fuerza en la guerra de África, pobre, huraño, poseído por la mala suerte que se manifiesta a través de sus largos silencios y sus miradas que se pierden en el vacío. Al igual que miles, tal vez millones de españoles de la época, Duarte vive rodeado de una violencia estructural que poco a poco se adueña de él hasta sus actos más mínimos. Así, Pascual Duarte, ... [+]
<< 1 2 3 4
Críticas 20
Críticas ordenadas por utilidad
17 de diciembre de 2011
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para todo espectador/ra sin prejuicios por las películas nacionales, encontrará en Pascual Duarte un ambiente rural de los años treinta que refleja impecablemente la sociedad de entonces. Pese a la escasez del diálogo, ciertos planos y personajes secundarios exaltan la belleza la España " original". Película muy recomendable para documentarse de la sociedad, por así decirlo castellana, de antañp.
german areta 92
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de mayo de 2006
13 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Malísima película, no tiene ritmo alguno, desde el comienzo coge una parsimonia que no la soltará durante todo el film, además el paisaje se une a esta característica, los bosques desertados y la falta de personajes hacen de esta película un verdadero bodrio.
Para empezar, el argumento es horrible, cualquiera que se haya leído el libro lo puede hacer mejor que Ricardo. No sé como pudieron presentar este film al festival de Cannes, la única explicación lógica que le veo es que hubiese sido la única película española que se hizo ese año, algo que creo no sucedió. Horrorosa, por no haber no hay ni diálogos, hay momentos en que creí que era muda. Pésima.
Kike
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de septiembre de 2012
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo un reto para Ricardo Franco, un primerizo por aquel entonces, la adaptación de la mítica obra maestra de Cela. Del trance sale el sobrino de Jess con un resultado excelente que dejaba entrever muy bien el descontinuado trayecto fílmico de éste.
Se puede enclavar y entronca perfectamente con otras grandes películas españolas que han tomado como referencia la tragedia rural ("Furtivos" de Borau, "Los santos inocentes" de Camus). Se trata de una película recia, seca, tan brutal como el descarnado texto del antipático Nobel. Se hace una espléndida composición del personaje de Pascual: un ser introvertido, desequilibrado, visceral, surgido de las entrañas de una familia inexistente que hace de la perpetua incomunicación (solo se hablan los padres a base de violencia) su razón de (no) ser. "Pascual Duarte" explota con firmeza y convicción el desamparo y desasosiego de la vastedad del campo (nueva lección del genio Luis Cuadrado), de la brutalidad consustancial al individuo, acrecentada por el contexto de Pascual, haciendo una parábola del desamparo de este ser, que resulta navajera y congeladora pero con alma de mirada propia en la cámara de Franco. Un desamparo que Pascual se acrecienta a sí mismo, escopeta en mano, fulminando cualquier atisbo que lo pueda hacer sentir vivo (spoiler).
Muy bien dosificada tonalmente, perfectamente interpretada por José Luis Gómez, supone un logro mayúsculo e infravalorado de nuestro cine, al ser una excelente obra de autor sobre una obra de tal magnitud y unánime respeto como la novela de la que procede que hubieran hecho aconsejable una vía de adaptación más fácil...
Pero su director siempre tuvo personalidad y no cabe, pues, hablar y minimizar el film en base a que está realizado por el equipo Querejeta, lo cual implicaría invariablemente una falsa "saurización" del proyecto (Carlos Aguilar dixit) pues quedó tres años después otra buena película de su mismo y finado autor: "Los restos del naufragio", en la que esa personalidad, ese saber hacer cine, seguía consolidándose.
No todas las obras producidas por Querejeta son "saurizaciones" sino que tienen como tantísimas otras productoras sus señas de identidad. Casi nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
kafka
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de mayo de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo ni imaginar el impacto de la aparición de “La familia de Pascual Duarte” en el páramo cultural y literario en un blanco y negro asfixiante de la sociedad de 1942. Si a día de hoy aún mantiene esa capacidad para helar la sangre del lector que lleva cientos de novelas a sus espaldas y muchas violencias vividas personal, literaria o cinematográficamente, aquella sociedad en escala de grises, triste e imposible, debió quedar trastornada por la aparición de una novela que tiene todos los elementos para convertirse en clásico instantáneo, como es y siempre lo será, de obligatoria lectura.

La pena es que un casi imberbe aún Ricardo Franco (autor que ha marcado mi vida y la de otros muchos con sus dos últimas películas, obras maestras absolutas, “La buena estrella” y “Lágrimas negras”) no supiera sacarle partido en 1976 en su adaptación cinematográfica. Cinta demasiado hija de su época, a pesar de algunos aciertos, sobre todo y por encima de todo el que tiene que ver con la violencia expresa en pantalla, que la despoja de toda tentación esteticista propia del cine de género norteamericano para mostrarla con toda su crudeza y sequedad. Un tratamiento de la violencia mucho más cercano al de “Tarde para la ira” de Raúl Arévalo que a “El Padrino” de Francis Ford Coppola. Una violencia primitiva, atávica, ruda, áspera, polvorienta, seca y descarnada, y que acaba siendo el gran y único acierto de la cinta.

Así como la interpretación de su actor protagonista, José Luis Gómez, que mereció con toda justicia el premio interpretativo en el Festival de Cannes de aquella edición por su entrega en sostener un personaje demasiado estereotipado y sobre el que muy pocas cosas se explican en la cinta.

Porque ese el gran, el enorme, defecto de la película de Ricardo Franco: dar por supuestas demasiadas cosas pensando quizás que el espectador ya ha leído la novela primigenia y dejar casi todo sin explicar. Pocas cosas de las que ocurren en pantalla tienen lógica en el guión de la película, que se queda coja, deslavazada y desnortada por haberse reducido a una mera acumulación de anécdotas violentas en torno a la figura de Pascual Duarte sin haber transmitido adecuadamente sus antecedentes o consecuencias.

Por lo demás, la cinta, de forma paralela a como lo hace la novela, nos adentra como pocas (en la línea de “Los santos inocentes” de Miguel Delibes espléndidamente, ésta sí, traducida al cine de forma magistral por Mario Camus) en la miseria del mundo rural, en el primitivismo atávico de unos personajes con el destino predeterminado y bañado en sangre, con la pobreza urdiendo salidas imposiblemente felices, con lo elemental de la falta de educación y todo lo necesario para el alma humana, cercanos a la barbarie siempre latente como salida a todos los conflictos, a merced de las pasiones primigenias y una forma de vida inevitablemente asalvajada.

En un mundo marcado por la venganza y el odio, Pascual Duarte nació en una familia pobre que habitaba en un rincón perdido de la mano de Dios en mitad de la más seca y árida Extremadura. Con un padre de vida disoluta ausente, una madre árida, seca y hosca incapaz de transmitir sentimientos a nadie ni por nadie (personaje de la novela impagable que está maltratado en su traslación cinematográfica hasta quedar en nada), ni tan siquiera a sus hijos, Pascual Duarte sólo cuenta con el calor de su hermana Rosario, dado que la película, de forma inexplicable, decide prescindir de un motor básico para entender las motivaciones de Pascual Duarte, su hermano Mario, nacido gravemente discapacitado y condenado a una no vida imposible. La vida sentimental que la vida le va a ofrecer tampoco le otorgarán salida hacia la felicidad por parte alguna.

Su biografía estará marcada por todo tipo de desgracias y malas decisiones que culminarán en una condena a muerte mediante garrote que hubiera merecido un film a la altura de las circunstancias.
Sergio Berbel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de diciembre de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La gran conocida obra de Camilo José Cela posee el matiz tremendista de su corriente literaria en esta adaptación de Ricardo Franco, con su ruralismo en el exterior y en el interior de sus personajes, realzando la violencia, la deficiencia educativa y las consecuencias de la primera guerra civil española. Su lenguaje cinematográfico es bastante descriptivo, y, paradójicamente, con la leve ausencia de la palabra hablada; su relato en primera persona que acometía Cela se inscribe desde la mirada de Ricardo Franco, que compone de imágenes sórdidas y campestres la vida de Pascual Duarte antes de su último suspiro frente al garrote vil.

Es importante su escenificación de la crudeza y la violencia: la pérdida y las emociones más naturales son reprimidas, todos los personajes están condicionados por la extrema absorción del espectro cultural, educativo y ético. La crueldad de la obra está presente en gran parte por el conocimiento previo que normalmente se tendría de la novela, hay una postura milimetrada de la ejecución narrativa, de su complejidad, pero en ningún momento hay una línea que sobresalte toda la gran importancia que ocupa su trasfondo.

Es una adaptación con una puesta en escena fidedigna y un esbozo iconográfico hacia la historia de Pascual Duarte: esto sería su justo calificativo por llevar a la gran pantalla una de las obras cumbres de la literatura española.
Ismael Alzola
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow