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Lesbian Vampire Killers

Terror. Comedia. Acción Dos chicos se pierden en un lugar que está habitado por vampiresas lesbianas. Éstas necesitan sacrificar a estos dos chicos para recuperar su libertad, dado que fueron esclavizadas por la reina vampiresa Carmilla. Como Jimmy, uno de los chicos, es el nieto del barón que ejecutó a esta reina, si lo matan, pueden resucitar a la vampiresa y conseguir que dicho encantamiento se disuelva. (FILMAFFINITY)
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Críticas 23
Críticas ordenadas por utilidad
26 de junio de 2017
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Son sexys, pueden hipnotizarte en cuestión de segundos y desde luego están preparadas para hincarte el diente...amablemente si eres mujer, horriblemente si eres hombre.
Son las únicas, ¡vampiras lesbianas asesinas!

Proyecto extraño que uno se pregunta, más que cómo se pudo concebir, cómo pudo llegar a buen puerto. En una época donde el prestigio de los vampiros estaba descendiendo peligrosamente por culpa de cosas tan infumables como las secuelas de "Underworld", "30 Días de Oscuridad", "Blood Rayne", "Crepúsculo" o "Cazadores de Sangre" (la película más desastrosa que protagonizó Steven Seagal), vienen dos productores de MTV (que con sólo pensar en eso a uno le empiezan a dar espasmos en la columna) y escriben un guión con la idea de un producto de serie "B" para lanzar directamente al mercado del vídeo.
Pero lo hecho por Stewart Williams y Paul Hupfield se queda en suspenso, en espera de desarrollarse y acaba, sin interesarme cómo, en las manos de un director desconocido llamado Phil Claydon que sueña con la posibilidad de convertirlo en un tributo moderno y alocado a los clásicos de Hammer, siguiendo la línea pura del "exploitation" de décadas pasadas. Para dar algo más de empaque a la historia, y teniendo en cuenta que va a rodarse en Inglaterra, acaban metidos de por medio unos entonces jóvenes Mathew Horne y James Corden, famosos gracias a la divertida "Gavin & Stacey" (y sin saber aún qué caminos tan dispares y convulsos (sobre todo en el caso del segundo) iban a tomar sus carreras).

Hay que decir que el comienzo promete, y mucho, pues, a base de mala leche, un estilo cercano a Wright y Rodríguez y la total intención de parodiar lo ya visto en "Van Helsing" o la nombrada "Underword", se nos brinda esta leyenda sobre Carmilla, una reina vampira de jugosas tendencias lésbicas y misandria sin concesiones que es decapitada por un noble caballero de las Cruzadas, no sin antes lanzar una maldición sobre el lugar. Y aunque este prólogo explicativo resulte de lo más inadecuado (¿no habría sido mejor ir descubriendo todo esto durante el desarrollo del film?), también sirve para establecer la estética y el estilo al que se entrega Claydon.
Tan pronto como vamos al tiempo presente esas expectativas que nos estábamos forjando se empiezan a diluir. Horne y Corden eran un dúo muy bienavenido en la galardonada serie de la BBC, y explotaban su talento auspiciados por el guión de éste y Ruth Jones, pero no parecen amoldarse de buena manera al de Williams y Hupfield; he aquí el gran problema: que no es de origen británico, sino americano. La pareja parece encarnar una versión pobrísima de la compuesta por Simon Pegg y Nick Frost, en especial en "Shaun of the Dead", de donde se toma toda la primera parte.

Estos Jimmy y Fletch pierden el carisma y la chispa ingeniosa de Gavin y Neil, y el primero sólo es una débil y flemática contrapartida a la grosería y estupidez del segundo, ambos perdedores en vida profesional y privada que deciden ir a una escapada supuestamente salvaje. Pero si el espectador, ávido de carnaza femenina, espera que esto vaya por los derroteros de "Road Trip" o "American Pie" y sus doce mil secuelas se dará de bruces contra un muro de corrección política que solapa y esconde cualquier cosa mínimamente ofensiva (y hablamos del año 2.009).
¿Cómo es posible que un guión que promete lesbianismo, desnudos, sangre, violencia y sobre todo diversión termine por no ofrecer nada de nada? Pues sí, los dos genios que lo confeccionaron (por eso trabajaban en MTV) lo consiguen. El director imprime una estética colorida, ritmo de videoclip, mucha locura, casi naive, pero la película no termina de cuajar; resulta más simpática que graciosa, pues parece que se gusta mucho a sí misma, pero no hace por gustar al que la ve. Un grupo de muchachas guapísimas, todas muy vestidas, se une al viaje de los protagonistas mientras aparece un sacerdote loco que lo sabe todo sobre la maldición ancestral del pueblo, un personaje muy en la tradición de Corman o la Hammer.

Y como sucedía en "Abierto Hasta el Amanecer" o "Shaun of the Dead", la locura golpea a la pareja protagonista sin previo aviso, pero nosotros ya sabemos todos los detalles de la historia, así que no hay sorpresa ni nada que se le parezca, ni la forma que tienen ellos y una jovencita y sexy Myanna Buring de contraatacar la avanzada vampírica es creíble ni excitante, y una de las razones es que cada intervención del personaje de Corden produce más vergüenza ajena que risa, al igual que la forma de unirse al cura (aceptable Paul McGann).
Remata la faena la ausencia de sangre, si bien hay una buena cantidad de muertes y asesinatos brutales. A un lado y a otro está "Lesbian Vampire Killers", queriendo ser gamberra y ácida pero manteniéndose tras la línea de la inocencia y lo políticamente correcto; no sabe bien por qué lado se decanta el director, pero podemos adivinar lo diferente que sería de estar filmada por Wright, Rodríguez o por clásicos como Fisher o Russ Meyer (de hacerlo él esto sería una orgía "sexploitation" que nos dejaría catatónicos).

Tuvo su éxito en el Festival de San Sebastián allá por 2.009, quizás porque los productores efectuaron algún que otro soborno o porque mordieron a alguien, pues el resultado posterior fue de rechazo absoluto, aunque haya por ahí gente que la considere un film de culto del género.
Al menos sabe hacer una cosa: no tomarse en serio al contrario que todas las comedias voluntarias que he mencionado al principio. Incluso Corden ha admitido detestarla...no es decir mucho esto teniendo en cuenta la clase de cosas que ha hecho después en el cine.
Chris Jiménez
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13 de julio de 2010
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he visto peor película en mi vida: ni da miedo ni da risa, DA PENA. Vampiras lesbianas a las que se les mata como si fuesen zombis, sangre que parece horchata, el amigo gordo y gracioso QUE NO TIENE NI P*** GRACIA. En fin, una perdida de tiempo impresionante, hasta el tráiler te hace bostezar.
Amante_Rechoncho
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18 de julio de 2010
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ojalá alguna de estas vampiras le metiera un bocado a la pava de Crepúsculo(que por cierto, cada vez me mola mas(físicamente que actua como el culo))para que dejase de tocar las narices con nuestro querido colega Pattinson. Bueno dejemonos de tonterías y al lio. Tías increíbles en pelotas, mucha hormona en el aire, espadas con forma de polla y un extraño líquido blanco y viscoso. Esto es, a grandes rasgos, lo que nos ofrece esta película. Nulo guión, ritmo penoso y unos personajes mas planos que los discos de Tamara. Lo único que me ha gustado ha sido ciertas salidas inesperadas del protagonista gordo que ya no se ni como narices se llamaba, la verdad. No se si es que no pillo el humor inglés pero la hora y veinte se me han hecho 3. Señores aceptémoslo,los vampiros han muerto.
ghrillado
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1 de diciembre de 2012
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ganadora del Premio del público del festival de Horror y Fantasía de San Sebastián, "Lesbian vampire killers" es una simpática comedia de terror británica con tintes góticos que homenajea en cierta medida a las clásicas producciones británicas de la Hammer.

Muy del estilo de las notables "Zombieland" o, mejor aún, "Zombies party", Phil Claydon lleva la historia al terreno de los vampiros. Así, nos cuenta la historia de una maldición que cae sobre un pueblo de la campiña británica por la que todas sus mujeres, al llegar a los 18 años, se vuelven lesbianas. Sólo el descendiente de un caballero de las Cruzadas puede acabar con la maldición. Ni que decir tiene que ese descendiente no es otro que un personaje de lo más normal y corriente, un perdedor compulsivo y que, cómo no, acaba de ser dejado por enésima vez por su novia de toda la vida. Un personaje salido de cualquier película de humor fantástico de Sam Raimi. El destino de un dardo hará que tanto él como su mejor amigo vayan a parar a ese pueblo al no tener dinero para irse a Ibiza y así olvidar sus penas.

Como ya he dicho, Phil Claydon lleva la historia a un querido homenaje a aquellas producciones de la Hammer que transcurrían en pequeños pueblos de la campiña británica con sus cementerios, sus tumbas de piedra, sus caseríos del siglo XVI, etc... pero todo ello ambientado en la actualidad y aderezándolo todo con un humor 100% british. Todo ello da lugar a una simpática producción de serie B con buenos chistes y situaciones sin dejar de homenajear a las tramas de aquellas producciones.

En resumen, una simpática comedia entre la Hammer, la Troma, Jess Franco y Sam Raimi. Muy entretenida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Cárabo
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1 de febrero de 2013
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con el título tan "complejo" que tiene, "Lesbian Vampire Killers", ya lo dice todo. ¡Vampiresas lesbianas! La idea es un poco loca y de chiste; de hecho, toda la película se lleva a cabo de manera muy cómica: letreritos por aquí y por allá a modo de cómic (sobre todo al principio), actuaciones exageradas aposta en algunos casos, momentos y acciones con mucho cachondeo y humor, situación general bastante inverosímil (sin tener en cuenta su parte ficticia), etc. El problema es que usa, en general, humor un poco malo, sobre todo si nos fijamos en los diálogos, vistos y revistos en otros filmes, con una gracia que no termina "de llegar"... Puede, también, que la comicidad comentada no llegue a todos los públicos; probablemente le haga mucha más gracia a adolescentes y niños de entre 14 y 18 años que a adultos mayores. Aún así, este metraje cuenta con aceptables efectos especiales, actuaciones (cómicas) de 6, algo de humor... y, en su conjunto, es llevadero y entretenido.

Creo que hubiera funcionado mejor si se hubiera pensado un poco más el guión, o si se hubiera tirado, quizás, más hacia lo "American Pie" (en cuanto al rollo juvenil). Hay mejores películas de este tipo, como "Doghouse" que es chistosa y parte de lo absurdo a veces, pero "Lesbian Vampire Killers" tampoco está mal del todo.
DavidTC
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