El último asalto

Interesante y acertada visión del mundo creado por los periodistas y la masa social alrededor de los mitos que creamos por el interés personal y social.
Basada en hechos reales y con una lectura de interés acertada, evitando caer en lo puramente dramático y llegando a contar una historia digna de contar.
No está nada mal este último asalto.

“El Último asalto” no es una gran película, ni siquiera a pesar de las correctas interpretaciones de sus actores y en especial de la de Samuel L.Jackson que sobresale sobre las demás.
Pese a ser un alegato de las verdades y las mentiras de la vida donde alguien puede pretender alcanzar la fama sin merecerlo.
Una cinta que se sale de los cánones típicos de las películas de boxeo en la que no vamos a presenciar una batalla entre púgiles tipo “Rocky”.
Erik Kernan (Josh Hartnett), un periodista mediocre cree encontrar un día la oportunidad de su vida escribiendo una historia sobre un mendigo que asegura ser el famoso boxeador Bob Satterfield (Samuel L.Jackson).
Es una película en la que es mejor no saber nada sobre el argumento por que si no se perdería el mínimo interés que pretende ofrecer.
Interesante aportación de la actriz Katthryn Morris famosa por la serie “Cold case” (Caso Abierto) así como la del veterano actor Alan Alda.

Algunas veces basta un detalle para transformar un buen producto en algo desagradable. En este caso el detalle es el final, si es que se le puede llamar final a lo que se vio (al menos en la versión de este filme emitida en televisión).
La película nos narra la historia de un periodista de medio pelo que, luego de encontrarse a un vagabundo que asegura haber sido boxeador, ve en este encuentro la gran oportunidad de si vida. Cuando todo parece ir a pedir de boca descubrirá que esta gran oportunidad de su vida es en realidad el gran fiasco de su vida.
La película entretiene y hace que el espectador esté atento a todo lo que viene. Samuel L. Jackson realiza una buena actuación como el vagabundo ex - boxeador; más discreto está Josh Hartnett cómo el periodista más preocupado del premio pulitzer que de una investigación acuciosa.
Todo lo bueno se tira por la borda gracias a su abrupto final, si es que se le puede llamar final a eso. En realidad lo que sucede es que, mientras transcurre la acción, repentinamente salen los créditos, como si la película hubiese sido cortada ¿acaso en la televisión emitieron la copia equivocada del filme? ¿existe alguna versión que tenga un final como corresponde? se agradecería que algún otro crítico respondiese la pregunta.

Aunque parece de boxeo es unahistoria de periodismo. Un ambicioso periodista (J.R. Moehringer) se encuentra con un aspirante a los pesos pesados que vive en las calles y cree haber encontrado en esta historia una gran oportunidad para conseguir subir en el periódico, encontrar su historia que le permita llegar a los grandes periódicos. Era el hijo de una estrella de la radio deportiva (recientemente fallecido de cáncer de garganta) y esto siempre ha marcado su carrera. Las ganas de demostrar su valía le llevan a cometer un error grave, confundir la personalidad del boxeador.
El vagabundo se hace llamar Bob Satterfield, toda una leyenda del deporte de las doce cuerdas. Nunca llegó a ser un grande grandísimo, no pudo pelear por el campeonato del mundo.
Pero hay un problema el vagabundo no es quien dice ser. No es el boxeador que fue el número tres del mundo, claro hombre prominente de ese deporte. Es un impostor, que conoce la vida del conocido púgil, más que nada porque se enfrentó a él en la vida real. El periodista no fue diligente en la búsqueda de sus fuentes. Se deja engañar o es engañado, no queda del todo claro. Es más una historia de periodismo que de boxeo. Hubiera sido interesante que se continuase con la historia, que se comentase cómo fue posible el engaño, y que consecuencias tuvo para los protagonistas de la trama, el boxeador y el periodista.
El periodista recibió el premio Pulitzer de periodismo, y luego, más tarde, ayudó a escribir la autobiografía de Aggasi, el periodista, que pasa por ser una biografía muy bien hecha sobre el tenis y sobre el mercado del deporte. No se concreta cuándo es la historia, si antes de que le diera el premios o después.
Basado en hechos reales, el periodista es Josh Hartnett, y el boxeador es Samuel L. Jackson. Algunas apariciones puntuales de Alan Alda y Peter Coyote. Me ha gustado mucho. Interesante y emotiva.

Una película llevadera dentro de una categoría de etiqueta limitada, buena actuación de S. Jackson, y solvente también el trabajo de J. Hartnett. Momentos animados por situaciones emotivas, en las que ambos personajes centrales van en búsqueda de sentirse reconocidos y exitosos, así componen cada uno su historia con mas mítica que racionalidad , pensando en la notoriedad que tomarán sus vidas alejando definitivamente sus frustraciones. Obviamente esto no ocurre, y el impacto con la realidad es desconsolador, pero este pasaje del film genera los diálogos mas sensibles y reflexivos, si bien el final es predecible, redondea un argumento interesante rescatando valores como la verdad, la familia, la amistad y el perdón, y muestra algunos intereses comerciales, como el poder por la noticia y los distintos recursos que se esgrimen para lograr el objetivo. No te gana por nocaut pero si por puntos, mírala.-