El fuego de la venganza

El problema del secuestro en México es terrible, y no solo eso sino que el estado de derecho es cada vez mas parte de un discurso político, que de otra cosa. Esta película en la cual intervienen muchos actores mexicanos es valiosa por eso, porque refleja la degradación de un sistema de gobierno desgastado y corrupto, donde la impunidad es lo que impera, en donde solo se ve la luz si es que un tipo como Denzel Washington hace justicia por si mismo ante la opacidad de las autoridades y del sistema judicial mexicano.
Se logra el objetivo, la ambientación en torno a lo que es una metrópoli como la "ciudad de México", es muy real, la redes de corrupción y el tráfico de gentes, también son parte de la cotidianeidad en esta ciudad.
Excelente película de acción, con personajes muy buenos y sobretodo, para alguien que no ha vivido en México le puede parecer exagerada, yo diría que a lo mejor hasta se queda corta.
Muy recomendable

La historia arranca mostrando a un Denzel desencantado de la vida, hecho una mierda, y con las mismas ganas de sonreír como las que tenía mi primo Paco el día que le quitaron la moto.
El tío se ve que va un poco a donde le lleve la corriente, importándole más bien poco qué será de él mañana; la única razón por la que vive es porque respira por inercia.
De esta manera nos presenta Tony Scott al protagonista de lo que será un thriller que llega al 7 por los pelos; pero llega.

Dakota Fanning será la chiquilla encargada de despertar a Denzel de la gran empanada mental en la que se encuentra, y la verdad es que no es para menos. Y os lo dice un potencial enemigo de los niños en películas. Y es que esta Dakota es una nena realmente buena en la pantalla. Pese a que hollywood tiene la gran manía, de darle a los niños frases para adultos en sus papeles, esta niña no consigue quedar pedante.

El momento calentito de la historia llega cuando la niña es raptada. A partir de entonces, Denzel dará rienda suelta a su acojonante mala leche, dando un cambio de ritmo sorprendente a la historia para goce de quien disfruta con una buena peli de acción. Tiene también su puntito dramático; y se puede decir que sí consigue conmover al espectador; tipos duros que gusten ver filmes acompañados de su lata de cerveza inclusibe.

He estado debatiendo si meterle un 6 o un 7. Creo que en líneas generales merece este 7.

Como si de un remake de "León: el profesional" se tratase, Dakota Fanning le roba el corazón (y cada plano que comparten) a Denzel Washington, hasta que este digievoluciona en Charles Bronson y se entrega a una cacería ultrafascista al grito de sentencias como "el perdón es entre Dios y ellos, yo les facilito la entrevista".

El calificativo de fascista no es nada gratuito, puesto que justifica la venganza, presenta Méjico como un paraíso del crimen y los dos únicos personajes inocentes son dos rubias de ojos azules, madre e hija para más señas. Lo de comenzar los títulos de crédito con dedicatoria a México D.F., "un lugar muy especial" según los creadores, lo dejaremos en muestra de humor negro. Y no me tomen por un ingenuo porque me encuentro al tanto de la cifra de secuestros y asesinatos que se producen cada año en este país, pero eso no justifica nada de lo que aparece aquí.

Por su parte Tony Scott, el terror de los epilépticos, no sólo es capaz de dejar K.O. a un tertuliano de Garci, también consigue dejar aturdido a un miembro de la generación MTV como es el que suscribe. Lo bueno es que no aburre aunque cuente en casi dos horas y media lo que se puede explicar perfectamente en hora y media.

Hay dos cosas en esta película que me irritan profundamente. Me irritan tan profundamente que todo lo bueno que pudiera tener o haber tenido me lo paso por el arco del triunfo tan ricamente.

Y esas dos cosas son, por estricto orden de capacidad irritativa:

1. La cámara convulsa de Tony Scott. Aquí tenemos a otro Guy Ritchie que se ha creído que hacer cine consiste en mover la cámara como si tuviera Parkinson, grabar como si fuera esquizofrénico y volver loco al espectador, que intenta en vano seguir con la vista las convulsas tomas de la cámara. Odio a estos tipos, no sé de dónde han sacado la idea de que una película tiene que tener la misma estética de un vídeo de Lady Gaga. Por diosssss, desaparecerá alguna vez esta moda insoportable sólo apta para tarados y yonkis muy perjudicados??

2. Las dos chicas de la película, la madre y la hija. De qué van estas dos prendas. Llega Denzel Washington a la casa para trabajar como guardaespaldas de la nena y de inmediato, sin casi intercambiar media palabra, la madre se echa a babear como una posesa, y la hija, una niña de diez años, empieza a portarse como una Lolita desquiciada, y ya esa misma noche le pone el nombre del guardaespaldas a su osito de peluche, el osito Chrissy, y se abraza a él para dormir con cara de haber echado veinte polvos del tirón. Pero esto qué es lo que es. Vale que Denzel es un tío guapo, alto, atlético y estiloso y vale que impresiona al primer golpe de vista, pero... joder, en la vida hay algo que se llama disimulo, pundonor, vergüenza torera... En fin, ese tipo de cosas que hacen que una no se tire al barro y se ponga a pegar gritos histéricos cada vez que ve a un tío cachas.

Y entre las dos babosas, madre e hija, y la cámara esquizoide del trastornado Scott puedo prometer y prometo que me pasé toda la película cagándome en la puta madre del director y de toda su nación.

Por qué ya no hay películas en las que la cámara se quede quietecita en su sitio, grabando, como toda la vida de Dios. O como mucho haciendo travellines pero a la velocidad del ojo humano. Por qué ya no hay niñas en el cine que parezcan niñas y no putones en miniatura. Joder, por qué, por queeeeeé.

"El fuego de la venganza"
La trama se podría resumir en: Tipo malo conoce a niña adorable y le coge cariño, niña adorable es secuestrada y tipo malo en un arrebato de cólera decide vengarla.
Por esto y por el título puede parecer una película de venganza al uso sin más, pero en realidad es algo más compleja, la película se divide en dos partes; una enfocada al drama y otra al thriller de acción. Esto en cierto modo podría parecer incompatible pero las dos coexisten perfectamente.
Personajes bastante bien definidos, momentos dramáticos y la dosis justa de acción.
La dirección por la que Tony Scott ha sido duramente criticado, a mí personalmente me gusta, y considero que a través de sus planos consigue transmitirnos perfectamente las emociones que sienten los personajes, siendo esa su mejor arma narrativa, además, sabe exprimir las dotes interpretativas de los actores, siendo Denzel Washington su as bajo la manga. Ya sabemos de lo que es capaz Denzel y en esta película vuelve una vez más a demostrarlo, su interpretación es rica en detalles, demostrando su profesionalidad y su implicación con el personaje.
El reparto es muy bueno, con la gran Dakota Fanning que a pesar de ser solo una niña tiene muchísima experiencia y con Christopher Walken de secundario de lujo.
La banda sonora a pesar de ser un batiburrillo en la cual Tony Scott mezcla composiciones de música clásica, temas sacados de otras películas, otros más "cañeros" e incluso con la gran Lisa Gerrard como ya hizo su hermano Ridley en Gladiator, es un gran acierto.

Lo mejor: Denzel Washington

Lo peor: Le falta algo para ser una grandísima película, a pesar de acertar y con un notable en todos los detalles el global es un 7.