Franklyn

Voy a hablaros un poco de esta película. Lo primero que me llama la atención es lo poco conocida que es. Nadie de mi círculo la ha visto, realmente no lo entiendo.
Me cuesta mucho hablar de las malas películas, he intentado en otras críticas meter algunas que no me han gustado, pero este no es el caso. "Franklyn" es una película que me sorprendió de principio a medio metraje y no digo de principio a fin porque en mi caso pude atisbar el desenlace de la historia y eso la ha lastrado a la hora de darle mi voto. Tal vez ahí radique la razón de no haberla puntuado de notable. Tampoco pasaría nada calificándola como tal, pues la película es realmente entretenida. Voy a compararla con la estética de "Dark city" y también me recuerda en ciertos aspectos a Metrópolis. Sin duda el film con el cual veo más similitudes no lo voy a poner aquí para no enturbiar su visionado, pero para quien lo quiera saber no tiene mas que leer la crítica con spoiler. Me ha gustado la estética de la película, la fotografía, ese aspecto semi gótico, el juego psicológico con que nos enreda la historia y lo que mas me ha gustado es que la primera parte es de esas películas que te cuesta entender lo que está sucediendo, para finalmente y después de ciertos giros inesperados dar una explicación a todas esas dudas que había generado. La aconsejo sin duda a todo aquel que disfrute de peliculas en las que se recrean mundos fantásticos y que les gusten los giros inesperados.

Recuerdo a bote pronto unas cuantas películas en las que existe el mismo transfondo que en Franklyn, la enfermedad mental como huida hacia delante. La construcción de una realidad alternativa como solución a los problemas que acechan entre los demonios cotidianos.
El hecho de que la originalidad no sea el fuerte del guión de este metraje, por lo menos en sus líneas gruesas, no debe distraernos de que sí que existen elementos argumentales interesantes que tienen aciertos suficientes como para merecer detenerse un instante a analizarlos.
Me ha parecido muy digna la forma en la que se ha trabajado el recurso de los mundo paralelos, aparte de la elegancia estética del gotismo de Meanwhile City, hay un suave ir y venir del aquí al allí que le da ritmo y oficio a la narración.
La trama resulta un tanto previsible y es una pena que se juegue con el resultado efectista que se presume va a tener en el espectador. Pero otro acierto que existe en este guión es el engarce de dos historias que sirven de conexión entre ambos mundos. Cada una de las historias, la principal y la accesoria, pertenecen a cada mundo y en teoría no existe mayor nexo de unión entre ellas que las casualidades que el guión va apuntando sobre una u otra. Hay una hilación entre ambas, pero exclusivamente al origen de ambas, no en cuanto a su naturaleza o su desarrollo. La idea que ha tenido el director y guionista al intentar enlazar ambas historias es muy ocurrente y supone un momento de brillantez del guión, otra cosa es que la manera en cómo se ha hecho deje bastante que desear y sea una concesión a la galería y a los supuestos gustos de la supuesta mayoría.
En cuanto a los actores hay que destacar y mucho a Eva Green, la Isabelle de The Dreamers de Bertolucci (Soñadores, 2.003) por encima de un apagado Ryan Phillippe y un mortecino Sam Riley, Eva Green dota a su personaje, Emilia Bryant de un esteticismo que es difícil que no cayera en el manierismo, su actuación tiene mucho de acierto en ese empeño. Menos me ha gustado en su versión de Sally, pero es que el papel tiene mucha menos fuerza y quizás las líneas no requieran otra cosa que lo que Eva Green ha hecho. Con respecto a Sam Riley, me parece un acierto por parte del responsable del casting porque su imagen es coherente con el rol que debe desempeñar, sin embargo su actuación resulta falsa y fingida en muchas escenas claves. Ryan Phillippe cumple sin más con su papel y no ofrece síntomas de mejoría con respecto a anteriores papeles.
La eterna lucha entre que ha tenido el hombre desde hace mucho tiempo con respecto a discernir la realidad y lo que no es realidad, ha llevado no sólo a poderosos libros y ensayos filosóficos, sino también a increíbles guiones cinematográficos en los que los seres humanos intentan luchar contra sí mismos y contra la realidad para acabar de saber cuál es su naturaleza y la de ellos mismos.
Continúo en spoiler por falta de espacio

La película por su desarrollo intenta sorprender con el engranaje de las cuatro piezas sueltas que son los protagonistas hacia la cuarta parte del final, sin embargo se ve previsible hacia la mitad, con lo que no llega a sorprender tanto como sería deseable. Sin embargo es interesante.
Personajes encerrados en su propio universo, y la capacidad de autoengaño que poseemos los seres humanos, se tratan aquí sugiriendo, haciendo guiños al espectador para que los vaya descubriendo y esto está logrado aunque falta interés en la primera mitad del film. Hay un exceso de referencias a las traumáticas relaciones padres-hijos, que McMorrow remarca de una forma tan ostensible y obsesiva que nos hace pensar en una obviedad: se escribe y se plantea lo que se vive y si la película tiene mucho de psicotriller, también rezuma heridas psicológicas del director que no hubieran quedado tan ostensiblemente reflejadas si sólo se hubiesen plasmado en una historia, pero lo que más deteriora a la propia película es que todas las historias de todos los personajes "casualmente", tienen graves problemas con sus progenitores y esto ya no es maestría, es sin duda que el director no ha sabido controlar sus propios demonios.
Los aspectos positivos del film son : 1) Es una propuesta interesante por su planteamiento: cuatro personajes que aparentemente son inconexos pero que están irremediablemente enlazados en el devenir de la vida y son interdependientes.
2) Se plantean dos mundos que aparentemente, tampoco se pueden encontrar: El mundo del chico de la máscara, que busca desesperadamente venganza. El director lo refleja como un héroe de los comics, un héroe solitario e incomprendido en un mundo gregario. Incluso su habitación y su ventana al exterior nos recuerda demasiado a la de Batman, así como su mundo es una mezcla de la ciudad de Gottam con detalles de otros universos de cine fantástico como Los Cinco Elementos. El otro mundo, es el real, en la ciudad de Londres y aún sabiendo que se concilian al final, parece imposible que llegue a suceder. Sin embargo llegas a comprender como encajan ambos mundos tan contrapuestos, porque existen universos que no se dan en el exterior, que vivimos cada uno de nosotros, cómo nos vemos a nosotros mismos y a nuestro entorno y la capacidad que tenemos para el autoengaño y este es el caso, llegado al extremo de un personaje psicótico, que de forma magistral se va desvelando al final y esto es de lo mejor del director y la forma de plasmarlo.
En general, merece la pena ver la película para pasear por paisajes fílmicos que no se dan en la actualidad y menos en las salas comerciales der España, sin lugar a dudas es una película de autor en crecimiento y que nos augura para él un futuro magnífico si se da cuenta de sus errores y sigue por el camino que ha cogido.

Franklyn cuenta la historia de tres personas (David, Milo y Emilia) que buscan la manera de superar sus fantasmas sin ser plenamente conscientes de ello. Esa búsqueda divide la cinta en tres historias paralelas que se entrecruzan en distintos puntos para acabar uniéndose al final.

David vive en un mundo paralelo, convertido en el detective Jonathan Preest, donde las sectas religiosas ostentan el poder y los ateos son perseguidos. Milo, incapaz de mantener una relación estable con sus parejas, busca en las calles de Londres a su primer amor. Y Emilia utiliza su proyecto videográfico para llamar la atención de su madre filmando sus intentos de suicidio.

La realización es impecable, pero el guión tropieza en varios puntos lo que hace que se pueda perder el hilo y el interés. Aún así, si somos pacientes la película nos deja un buen sabor de boca. Lo mejor, la hipnótica presencia de Emilia (Eva Green) que nos mantiene pegados a la pantalla cuando las otras dos historias comienzan a flaquear.

Habrá que seguir a Gerald McMorrow en sus próximas películas.

Si no tienes nada mejor que ver y te apetece quedarte en el sofá viendo una peli, entonces, adelante con ella. Tiene cosas interesantes, pero que sepas que el final te decepcionará. Así que no esperes gran cosa.
Creo que hubiera preferido una película enteramente centrada en el futuro utópico de Franklyn. Quizá alguien se inspire en esa idea y lo haga algún día.