Reglas de compromiso

La he visto en versión doblada y lo primero que me llama la atención es las veces que en la película repiten lo de "Reglas de compromiso". ¡Mal! Es reglas de enfrentamiento (to engage= entablar combate). Luego sí, coincido con la mayoría de opiniones ya dadas sobre esta película. Es militarista ( cuando hay problemas uno llama a los Marines y a ostia limpia se soluciona todo), es muy maniquea ( los políticos y diplomáticos solo están preocupados por su carrera. Los militares, por el honor y la vida de sus hombres), y un punto racista ( no te fíes de los árabes: envían niños a las manifestaciones armados con pistolas. Los francotiradores usan como escudos humanos a mujeres y bebés).

Le hubiese puesto un siete a la película por la interpretación de sus dos principales protagonistas, ideales para sus papeles, y las escenas del combate en Vietnam al principio. Se merecía un cuatro por el mensaje militarista barato y patriotero de EEUU. Lo dejo en un seis porque al menos me ha entretenido.

Los fallos en el juicio y en las reglas de enfrentamiento van en el spoiler.

Este es un tipo de película en la que algunos ven cosas que no existen. No es belicista ni patriotera como se ha dicho, es más bien lo contrario. Se nos presenta un verdadero dilema entre el cumplimiento de un deber y sus consecuencias políticas y sociales. Este filme nos muestra como los políticos usan con frecuencia a los militares para sus estrategias y cuando todo sale mal culpan a los demás para salvar el pellejo. Además de un reparto de primera posee un ritmo excelente y un suspense de máximo nivel. La cinta sabe sorprender cuando el giro final nos señala la cruda realidad que resulta ser de lo más incómoda. La acción y la trama son tan verosímiles y trepidantes que el recurso de fingir que se trata de hechos reales da mayor contundencia a la historia y hace que nos la traguemos ( ¿No es acaso el cine una mentira bien orquestada?).

Típico producto de Hollywwod con un director y una pareja de protagonistas poco atractivos. Samuel L. Jackson y Tommy Lee Jones, entrados en años, no me parecen dos grandes actores americanos. Me siento a ver el film con estas premisas y lo que veo es aún peor. La película contiene un mensaje obsceno, vergonzoso y lo que es peor, peligroso . ¡Qué malos son los Vietnamitas comunistas y los pobres Yemenis! En cambio los marines norteamericanos son honorables: "El honor, el patriotismo". A la media hora la cosa empeora: Los civiles; políticos, abogados y demás gente, mienten, destruyen pruebas, son hipócritas y hasta chulescos. La película roza el ridículo en algunas escenas, la banda sonora es afectada y la última media hora estoy esperando ese milagro que salve al honorable comandante. Y como en cualquier película de Hollywood los "buenos" acaban ganando. Deleznable.

La trama gira en torno al consejo de guerra en el que se ve involucrado un coronel del ejército norteamericano (Samuel L. Jackson), al considerar que éste es el único responsable de una importante misión que acabó en tragedia, la cual era proteger la embajada norteamericana en Yemen del acoso de miles de manifestantes salvando la integridad del embajador (Ben Kingsley) así como la de su esposa.

Con un inicio totalmente bélico donde la acción emanaba por los cuatro costados, el realizador William Friedkin (creador de clásicos como 'The French Connection' o 'El exorcista'), se decanta más hacia el drama judicial militar dejándonos un producto aburrido y turbio que ya no da más de sí desde el minuto cuarenta de su inicio, donde ni tito Samuel ni el abogado de éste, Tommy Lee Jones -curiosamente iguales en apariencia 30 años después-, se salvan de la quema.

Me esperaba más "chicha", un final con un poquito de chispa y menos juzgados e investigaciones truculentas sacadas de la chistera de Guy Pearce. Más entretenimiento por favor, que como denuncia bélica tampoco me vale.

Lo peor de esta película no es que esté llena de los menos ocurrentes y más manidos efectismos, tanto en las escenas de acción como en las del juicio. Lo peor no es que recurra a tópicos previsibles... Todo ello puede sobrellevarse, pues al fin y al cabo como vehículo de entretenimiento funciona y no aburre. Lo peor sin duda es que al final quieran simular que está basada en hechos reales. Esto sí que es realmente de juzgado.

El que pretenda ser reflejo de la realidad y justifique como lo hace una acción criminal hasta el punto de mostrar imágenes (imposibles de probar REALES ya que la prueba de vídeo nunca apareció) donde hasta los niños pequeños disparaban a los marines, sencillamente convierten esta película en un panfleto propagandístico cuyo único fin es decirle al respetable que cuando los soldados de EE.UU. matan civiles por algo será... Y que si hay algún malo en este asunto, estos son los políticos que quieren castigar a esos soldados. Es tan patético que según termino de escribir estas líneas ya me estoy arrepintiendo de haber puntuado con un "tres" algo que no merece sino desprecio.

A este paso no tendría que extrañarnos ver en un futuro alguna película llena de loas a los aguerridos soldados estadounidenses que vigilaron a los presos de Guantánamo o Abu Ghraib.