Barrio

Estilo de filmación televisivo (¿tanto costaba mover un poco la cámara, Fernando?)

Diálogos pretendidamente realistas con forzados toques poéticos.

Metáforas visuales obvias (esa moto de agua que gana uno de los jóvenes protagonistas y contrasta con su incapacidad para irse al mar a usarla... sniff, sniff... ¡pobrecillo!)

Momentos difíciles de tragar (que haya marginación es creíble, pero esas colonias subterráneas en el metro de Madrid...)

Torpezas de guión...

Bienvenidos al mundo de Fernando León.

Muchos intentan comparar esta película, muy buena todo sea dicho de paso, con otras que crearon escuela (las de Eloy de la Iglesia y La trilogía de Perros callejeros), pero es que no tienen nada que ver con ellas, ni lo pretende.
Aquí son chicos de barrio pero no son suburbiales como en los films que nombré. Estos buscan su sitio y sueños en la sociedad, pero sin delinquir (excepto uno de ellos).
Son diálogos muy ágiles reflejando las inquietudes de los jóvenes de los 90, aunque no sólo los de esa época se verán reflejados.
Realmente aquí no son ni pandilleros, ni asesinos, ni piensan en pegar ningún palo para droga, aunque uno trafique y le cueste caro.
Fernando León me parece un director excelente y eso hace que este film como los siguientes sean una maravilla, yo los tengo en mi DVDteca. La única que aún no he visto es Familia, pero está en mi lista para verla próximamente.
La película me parece buenísima y sobre todo los actores, esos tres protagonistas tan reales y sus familias, gente normal, gente de BARRIO.

Película muy cruda en la interpretación de la realidad pero con ciertos momentos de escape muy bien situados y con escenas que te embelesan de una manera increíble como la mítica escena de los chicos pasando por el metro. Es increíble como el director va uniendo todas las partes de la película de una manera tan inteligente que permite que al mismo tiempo que narra la historia entrañable de unos chicos de barrio con su idealismoy su utopismo nos vaya descubriendo la realidad tan drámatica que hay a su alrededor.
La banda sonora me encantó, igual que la interpretación de los jóvenes actores.
Algunas crítica que he leído me sorprenden como la de que a los espectadores no nos interesan películas sobre mendigos, parados ni putas. A mi sí, tal vez al que escribió la critica le interesan más películas sobre mafiosos y agentes del FBI, a un servidor ya le cansan este tipo de peliculas, pero una cosa estoy seguro que el retrato de personajes marginados no esta reñido con el buen CINE como nos demostró el genio de Charles Chaplin.
P.D. Yo también creo que los chicos se educan mejor en el barrio que en un colegio de jesuitas

'Barrio' perdura en mi recuerdo por una cuestión de memoria vital, más que de Cine.

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La textura de 'Barrio' la hereda del cine quinqui de los 70 y 80, y su drama es un formulismo fácilmente replicable.

Chicos jóvenes, víctimas de un temprano fracaso, errabundos entre asfixiantes moles de cemento. El sueño cercenado, en torno a la obvia metáfora de no haber visto nunca el mar y que tu suerte sea recibir una moto acuática. El matrimonio, un insoslayable binomio: mujer sufrida y hombre violento y machista. Un anciano irrelevante, pero impedido, absorto en su sordera. El empresario, apenas siendo dueño de una empresa de pizzas a domicilio, ya es hosco y ligeramente déspota: te cambiará el turno según le salga a él de los huevos. Un desfile de inmigrantes viviendo en las vías del metro, enterrados pero incólumes en su miseria. Otro desfile de drogodependientes bajo un túnel. La muerte lorquiana aguardando al final.

La sempiterna (y, a mi modo de ver, un tanto cínica) romantización de la pobreza, que realiza con admiración condescendiente el que no vive en ella, convirtiendo la pobreza no tanto como situación material sino casi como signo de carácter. Al final, el pobre siempre es, para el Cine español, una mezcla perfecta entre ingenuo, voluble, de nobleza equina, y resignado.

Las hiperbólicas películas de Buñuel y de Berlanga, a este respecto, aun apostando por lo grotesco, lograban menos tremendismo y mayor agudeza.

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La película, que me impactó hace 20 años pero ahora no mucho, me ha gustado por otros motivos.

Lo que permanece de ella, para mí, es el aroma de la nostalgia, de todo lo amablemente castizo. El eterno Matías Prats, mucho menos canoso. El cálculo en pesetas. Ni un atisbo de Internet y sí de los concursos postales. La televisión de tubo de 15 pulgadas. El Citröen AX y el Ford Escort. La cabra de los gitanos. Los tebeos de quiosco. Escuchar Jesucristo García de Extremoduro en una cinta de radiocasete. Los cubos de basura grises con tapa naranja. Los autobuses verdes. Los relojes Casio en cajas de plástico...

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Aranoa, quien, aventuraría yo, quiso hacer una película-denuncia sobre la existencia de gente que no sólo no es rica sino que es pobre, ha acabado por legar un bonito álbum de fotos de la España del, cada vez más, pasado.

Gracias.

¿Cada peli española de compromiso social que aparece es buena?
No nos engañemos, esta película es una mierda.
Si esos niñatos dan aspecto de marginales yo me corto los huevos. Éramos más "destroys" mis amigos de los jesuitas y yo con catorce años, no jodas.
El argumento es simple, las interpretaciones pésimas (¿es que no hay un sólo actor en este país menor de 30 años que sepa hablar delante de una cámara?), la pretenciosidad sublime.
Me irrita que me pinten "esa" sociedad ridícula y falsa de aspecto atormentado y victimista.
No ha conseguido retratar un "barrio bajo" ni a sus gentes. Esa es la verdad.
Teniendo en cuenta que era ese el principal objetivo de la película, y que el resto (fotografía, interpretaciones, música, guión, etc) es muy malo, tenemos como resultado esta bazofia.