El caso Winslow

Sin palabras.
Acaba de terminar este film de David Mamet del que no esperaba más que un entretenimiento liviano propio de la sobremesa y..... ¡cuán grata ha sido mi sorpresa al descubrir que me encontraba ante una BUENA película!, con excelente guión y exuberante fondo, gracias en parte a las soberbias interpretaciones de dos de los grandes que, sin embargo, suelen pasar inadvertidos (Rebecca y Jeremy).
La sencillez escénica y aparente del film puede llevar a engaño, más no se dejen confundir por nimiedades banales ya que, tras esa "falsa modestia", se esconde una fuerza lingüística y metafórica que cautivará las mentes más exigentes.

David Mamet es un veterano escritor, director de teatro y director de cine, nacido en Estados Unidos.
La película es una adaptación al cine de una obra teatral. Se desarrolla en la Inglaterra victoriana de principios del siglo XX.
Su origen teatral resulta más que evidente. Nos encontramos prácticamente ante una obra de teatro filmada. Con todo lo que de bueno y malo ello implica.
La exaltación y magnificación del honor familiar serían dificilmente entendibles en otra época y/o en otro lugar. Por que este es, precísamente, el centro argumental del film. La lucha, quizá exagerada, de una familia, por defender, antes los tribunales, su propio honor tras la inculpación de un pequeño robo al benjamín de la misma; un niño de catorce años. Al parecer, la obra se basa en hechos reales.
Entonces, la Corona y el Ejército britanicos eran instituciones intocables, los pilares de aquella sociedad, por lo que la lucha iniciada por la familia encuentra un sinfín de problemas. El signo del veredicto final se constituye en la gran incógnita de la trama.
El guión, la puesta en escena y los dialogos son de alto nivel. Mamet recrea con sobriedad teatral y gran minuciosidad el entorno humano y físico en el que se desarrolla. Igualmente, las interpretaciones son de alto nivel.
Y sin embargo, el film no es sobresaliente, no es brillante. Se queda en notable. Siendo indudablemente eficaz, no provoca grandes emociones. La eficacia supera al riesgo. Como, quizá, el propio Mamet, la película es convencional. Esforzada, pero no genial. Quizá el cine debe llegar a donde el teatro no puede. Y en este film pocas veces ocurre esto.

Se nota que se trata de una adaptación teatral, pero nada se pierde en ello. Me parece que las interpretaciones de Nigel Hawthorne, Jeremy Northam y Gemma Jones son sensacionales. El guión es una joya que refleja exactamente la sensibilidad inglesa, con todo lo bueno y lo malo que hay en ello. Una pequeña joya del cine, una delicia, una alegría visual

No recuerdo si alguna vez escuché o leí algo acerca de ésta película, pero sabiendo lo que me gustan las historias que rodean los juicios, no me lo puedo explicar. Pues simplemente he dado con ella por una recomendación precisamente de un libro que trata precisamente películas con la temática jurídica.

El caso Winslow es sorprendente desde el mismo comienzo podríamos decir, porque engañosamente los espectadores imaginan una cosa (me refiero teniendo en cuenta los primeros quince minutos de metraje) y de repente aparece en escena un chaval de doce años, vestido de militar y completamente empapado por la lluvia. Y cambiarán todos los acontecimientos.

Una acusación, una conversación...un plan. Al chaval, militar en una academia de prestigio, no sólo lo acusan de haber falsificado una firma para cobrar un cheque, sino que por dicho motivo lo expulsan de la academia. Su padre cree firmemente en su inocencia y hará todo lo posible y lo imposible por demostrarlo.

Aunque literalmente apenas por no decir nada, será lo que veremos del juicio en cuestión, David Mamet es capaz de gestionar un guión muy interesante que atrapa al espectador hasta el final del film. Está claro que las actuaciones cuentan y mucho, destacando por encima de sus compañeros a Nigel Hawthorne como patriarca de la familia Winslow, Rebecca Pidgeon como la hermana mayor Catherine, sus romances darán también mucho material a tener en cuenta.

Ojo al desarrollo de como se lleva el caso y en especial a los diálogos muy seleccionados e inteligentes a lo largo de todo el metraje. Muy recomendable.

No seré yo quien diga que esta adaptación teatral de Terence Rattigan sea mala. Tampoco he visto la primera versión.
Lo que sí sé es que el conflicto no trasciende y carece de alma. Todos los personajes se muestran estáticos, contenidos, sujetados por un texto aparentemente superfluo que recoge el enfrentamiento por defender la honorabilidad de una familia de la alta burguesía inglesa de principios del siglo XX, contra el todopoderoso y conservador "establishment" británico.
Otras subtramas aparecen reflejadas, con incluso mayor peso que la temática principal, como son el feminismo incipiente, la soltería, el casamiento, etc.
En resumen, una correcta y cuidada adaptación teatral que resulta aburrida, sobria y anticlimática, provocando el desinterés y la apatía del espectador conforme avanza su metraje.