Harry el sucio

Cuantas veces me habré llevado las manos a la cabeza al comprobar como grandes guiones caen en el olvido por la pésima actuación de un reparto negligente. Sin embargo, de vez en cuando me ocurre justo lo contrario y esta película es un claro ejemplo de ello. Por que admitámoslo, el guión de “Harry el sucio” es mas bien flojito tirando a simplón. Vale que marcó un antes y un después en el género policiaco y que asentó un precedente en cuanto a agentes al margen de la ley se refiere, pero vista en retrospectiva no es para tanto.

¿Entonces que es lo que la hace tan especial? Pues muy sencillo, las soberbias actuaciones de Clint Eastwood y Andrew Robinson. Mientras Clint interpreta un papel que ya nos es de sobra conocido (cambia el papel de justiciero a caballo por el de justiciero con placa), Andy ejecuta de forma sobresaliente un rol que, a su modo, también supondrá un punto de inflexión en la concepción del villano que conocíamos. Un malo malísimo. Asesino, psicópata, impredecible, cruel, vil, frío, mentiroso, ruin... y por encima de todo, desequilibrado. Porque lo cierto es que Escorpio está como una regadera, y eso nos encanta.

El personaje de Harry Callahan es bastante serio y frío, plano en definitiva. No ofrece muchos matices. Con esto no quiero restar mérito a las habilidades interpretativas de Clint (a quién admiro profundamente), sino que me gustaría aprovecharlo para ensalzar la figura de Escorpio. Como he dicho, a Andy le toca bailar con la más gorda y es que su personaje ofrece múltiples registros: serio, asustado, dolorido, alegre, simpático, desquiciado, loco... y se sale en todos ellos. De ahí que si tuviera que premiar una actuación por encima de las demás, me quedaría con la del señor Robinson sin dudarlo. Una pena que haya acabado siendo una estrella fugaz como quién dice...

Un inspector individualista, cínico, cruel, violento, con una tendencia clara a saltarse las normas y con un .44 Magnum en su bolsillo, si amigos, no es otro que el inconfundible Harry Callahan.

'Harry el sucio' se presentó en sociedad en 1971 y se convirtió en una de las películas más taquilleras de la temporada. En aquella época los delitos crecían sin control y el público norteamericano soñaba con alguien con el instinto de Callahan. En Estados Unidos, en la década de los sesenta, había un delito violento cada 18 segundos, una violación cada 14 minutos y un homicidio cada 36. San Francisco era una de las ciudades más peligrosas y además tuvo que luchar contra un asesino en serie: el asesino del zodiaco, quien aterrorizó a media ciudad en aquella época y aún hoy, su crimen sigue sin resolverse.

'Harry el sucio' supuso el inicio de una fantástica y entretenidísima saga donde Eastwood siguió produciendo y protagonizándola ('Harry el fuerte', 'Harry el ejecutor', 'Impacto súbito' y La lista negra'). En todas siguió recibiendo golpes, discutiendo con sus superiores y atrapando a asesinos despiadados. Por lo tanto, este filme sentó algunas de las bases del policía cinematográfico moderno, ya que el carácter de su personaje ha influido en decenas de películas posteriores y por eso al menos, su visionado es de obligatorio cumplimiento para cualquier aficionado a esto del séptimo arte.

Al acabar de ver la obra maestra de de Sin Perdón (Clint Eastwood), Eastwood en los créditos de despedida y a modo de agradecimiento hacía una mención especial a dos nombres: Don y Sergio.

Sus dos grandes maestros y los que le brindaron la oportunidad de sentir el gusanillo por esta profesión.

Don Siegel firmó con esta cinta, la primogénita y mejor de una amplia saga, uno de los pilares sobre los que se asentarían no ya las características pelis de los 70 sobre polis, atracos, y corrupción sino toda una retahíla de cintas posteriores que bebieron claramente de esta fuente.

El toscamente rudo y de maneras brutales policía de San Francisco Harry frente a un sádico y enfermo delincuente al ritmo de una banda sonora con bastante del groovy setentero.

Altamente recomendable para deleitarse con una buena historia y una buena película, impecablemente facturada y narrada con cierto desaliño tosco pero estudiado.

Todo un conglomerado de acción, honor de cualquier manera y por encima de todo cumplimiento del deber.

So long.

Sin duda, Harry Callahan es un personaje que se ha ganado por derecho propio, un hueco en la iconografía cinematográfica. Siegel dió vida de una forma sólida y emocionante a este carismático y poco escrupuloso policía de San Francisco. Y así , nace el thriller policíaco.

La mejor de las 5 entregas del poli de la 44.
Muy buena película policiaca. Mucha intriga y supense por lo oscuro de la escena.
Interpretaciones notables, sobre todo la de Eastwood. El guión es bueno, la película está bien dirigida.
Lo que no me gustó fue que el asesino sale a cara descubierta desde el principio. Me hubiese gustado más si no se supiera cual es su rostro, como el películas como "En la cuerda floja" (Aunque no sea de la saga).
Buena saga la de Harry Calahan.
Lo que está claro es que como este policía no hay ningún otro, Harry es único.
Recomendada.