Soldier

Si aún recuerdas que hubo un tipo llamado Shane (Alan Ladd). Si te gustó más Terminator 2 que la primera. Si te emocionó Bailando con Lobos. Si cuando vistes Avatar dijiste: "Esto ya lo he visto". Esta es tu película-

Kurt Russell, héroe de acción que compartió cartel con Stallone, Segal y Wesley Snipes, que encarnó el personaje de Snake en tres películas, vuelve aquí a ser el paladín de una comunidad de refugiados fren te a un ejército de soldados geneticamente perfectos en esta mezcla de Rambo y el Juego de Ender.

Interesante película que nos hace reflexionar sobre los progresos o retrocesos del futuro, que combina la más trepidante acción con una dosis de ternura.
Lo negativo de la película es su exceso de explosiones, ya que llegan a aburrir.
A lo dicho, una película en la que se fusionan el entretenimiento y el aburrimiento; da que pensar.

Historia de ciencia ficción sin grandes artificios, que nos puede hacer pasar un ratito entretenido en un momento que nos pille sin muchas exigencias cinéfilas.
Todo está justito pero pasable: Los efectos, la acción y la historia.
Kurt Russell hace el papel más plano que le he visto en su ya larga carrera. Sería curioso revisionar la película para contar cuántas palabras dice, juraría que no son más de 20. Un soldado parco en palabras.
Las peleas están muy bien coreografiadas, eso sí, y hay tiros, naves espaciales... en fin, ciencia ficción no demasiado espectacular.
Por cierto, que la canción de Loreena Mackennitt no pega ni con cola.

Soldier es un ejercicio en pleno 1998 que pretende luchar contra la evolución del género. La verdad es que si lo vemos desde otro prisma podría interpretarse como un homenaje a las películas de acción ochenteras y de principios de los noventa con protagonistas musculados que salvan a la chica y le dan bien para el pelo al antagonista, siempre con una batalla final de cuerpo fibrado contra cuerpo fibrado, como bien nos enseñaron los Pressing Catch.

Si la película hubiera salido en aquella época dorada hubiera sido un gran pelotazo. En 1998, y con un Paul Anderson que venía de hacer una muy decente película como Horizonte Final el contexto es un poco más... peliagudo. Digamos que si veo la misma película con otro contexto me permito la licencia de, a día de hoy, reirme de ella y disfrutar lo que estoy viendo. En cambio, el saber que se está a las puertas del próximo milenio, no hace más que aportarme una sensación de "qué malilla que es". Es algo totalmente injusto, pero es a la vez inevitable.

Lo que merece la pena está al principio. No es una idea nueva ni mucho menos, pero toda esa introducción de niños entrenados para ser soldados de la muerte más mortal aportaba una proyección psicológica que al final se queda como algo anecdótico. La película hubiera ganado muchos más puntos de haber explotado esa introducción mucho más, y no haberla dejado como una historia que aparece para meternos en situación mientras van pasando los títulos de crédito.

Las actuaciones planas, los secundarios hechos un topicazo, la acción desarrollada en un único punto y un montón de lagunas en la historia, guión y argumento hacen de Soldier una película mediocre pero con un tufo entrañable a las películas que conquistaron nuestras mentes en tiempos pasados. Te lo pasas bien viéndola, que es lo más importante, pero hay que exigirle mucho más a una película con un potencial mucho más evidente.

Es una película directa y efectiva, interesante, con un argumento de poco peso pero que resulta entretenido, sin momentos de relleno, sin demasiados fallos como otras de este tipo.
Me ha recordado a Soldado Universal y a Pitch Black aunque no la comparo directamente con ellas.
Es una buena opción, sobretodo para los amantes de este género, además de ficción, con una buena dosis de acción militar.
Saludos.