Ladrones de trenes

Por que se trata de buscar un tren enterrado en la arena del desierto. Un tren con medio millón de dólares escondidos en la caldera. Es oro que robaron hace tiempo diez ladrones de los que tres han muerto. Quedan siete.
Entre los muertos el jefe que escondió el botín en solitario, "Tuvo la desgracia de morir de un tiro". Ahora su joven viuda, Mrs. Lowe (Margret), que conoce el escondite, quiere recuperar y devolver el dinero por el buen nombre de su hijo. Y para ello busca la ayuda de un viejo vaquero, Lane (Wayne), que se beneficiará de la recompensa que ofrece el Gobierno por encontrar el oro.
En la estación de Liberty (Texas) esperan a la pareja dos inseparables de Lane, Jesse (Johnson) y Grady (Taylor). Desde los tiempos de la guerra "Hemos subido muchas colinas juntos". Y peligrosas. Ahora deberán ascender otra con la ayuda de tres pistoleros que se unen al grupo y que deberán adaptarse al genio de Lane. Ya son siete.
Siete magníficos que incluyen una mujer en busca de rehabilitar un apellido. La banda sonora recuerda también a la del genial Bernstein. Siete magníficos que deberán enfrentarse a una veintena larga de pistoleros que van tras ellos buscando también el oro.
La historia es interesante. El guion no tanto pues tiene importantes lagunas compensadas un poco con alguna que otra sorpresa que nos reservan. Buena realización que ahonda en el carácter de los personajes, entre los que destaca la fidelidad de Jesse y de Grady, "Alguna vez hay que morir, y más estando con Lane". Fidelidad que logran contagiar al resto de aventureros.
Porque en realidad estamos ante un western de aventuras, de búsqueda de un tesoro escondido en la arena o de una recompensa que en el fondo, como ocurre con los verdaderos aventureros, desprecian.
Preciosas imágenes ferroviarias como la del descenso de los caballos del vagón, otras como las de los siete samuráis, digo pistoleros, cabalgando al contraluz sobre el horizonte de los paisajes mexicanos que recorren.
Interesante también la presencia de una "magnífica" en el grupo, con su discreto idilio con el taciturno Lane. Otra vez la mujer como gran protagonista en un western.
Excelentes interpretaciones sobre todo de los tres amigos acostumbrados a subir juntos las colinas peligrosas de la vida.
Una buena película que recomendamos y que calificamos con un siete por aquello también de los Magníficos.

Aburrido film en el que los personajes se mueven de un lado para otro sin ton ni son, predecible, lleno de tópicos y que únicamente sorprende al final.
Prescindible, aunque esté protagonizada por John Wayne.
Una pena y una pérdida de tiempo.

Burt Kennedy fue guionista de Boetticher en unas películas que tienen poca chicha y a lo mejor fue culpa de BB. En cambio Ladrones de trenes no es guión de BB y eso se nota. El que dice que Ladrones de trenes es un western tardío seguramente que se la comió doblada con Sin perdón. Ladrones de trenes tiene de casi todo y casi todo es bueno a no ser que tengas las reminiscencias de ser un crítico de altos vuelos. Menos bajarse los pantalones y más valorar una cinta que tiene acción, humor, personajes en busca de una mecedora y mucho ritmo. A lo mejor es que el director es Burt Kennedy y no Hawks con su Río Lobo por poner un ejemplo de una película parecida por decir algo y con media hora menos de metraje.

A pesar de la floja puntuación y alguna que otra mala crítica sobre la película me decidí a darle una oportunidad y quizás fuera por eso, porque no esperaba demasiado que me he encontrado con una grata sorpresa. Un western con aires de aventura que te hace pasar un buen rato ya que entretiene que no es poco.

Lo mejor: John Wayne, aunque ya algo mayor para tales peripecias mantiene ese saber estar que le hace ser a día de hoy el gran duque del género western. Aunque el resto del reparto no desentona.

Lo peor: quizás la banda sonora no acompaña demasiado.

El misterio: la razón por la que tiene tan poca puntuación. Considero que está infravalorada.

Bastante buen western. De los últimos protagonizados por John Wayne que cuenta con un director con buen oficio, buenos actores y escenas francamente bien resueltas.
John Wayne estaba ya haciendo sus últimas películas y pese a contar en esta con ya 66 años (evidentemente no era el de antes ya que los años pasan para todos) pero siempre queda algo y demuestra lo gran actor que fue. Me gustó también mucho los papeles bien llevados a cabo por Rod Taylor, Ben Johnson y por una bella Ann-Margret.
Merece la pena, mi puntuación es un 7,5.
Un saludo.