Bajo el sol

Acabo de comentar una peli (La novia polaca, 1998) que había visto hace años y que asocié con esta joyita que pude visionar anoche en TV también de 1998.

Bajo el sol es una película sueca en la que un hombre, granjero, grande en estatura y humanidad vive solo tras el fallecimiento de su madre años atrás. Él pone un anuncio en un periódico buscando un “ama de llaves” y acaba encontrando a una hermosa mujer con la que aprende el amor y el sexo y de la que acaba enamorándose, haciéndose cargo ella también de las labores domésticas y de la granja. La trama se sucede de tal manera que ella tras irse retorna de nuevo la relación para quedarse con él para siempre.

Para mi modo de ver este es el paradigma de película sencilla y bella. Una historia rural de pobre campesino analfabeto a quien la vida pone por casi azar a la mujer que le habrá de enseñar los secretos del sexo y sobre todo, el amor, un amor que él no había conocido; sólo había mantenido una relación afectiva con su madre.

Colin Nutley dirige con mano espléndida un film de tempo adecuadamente lento, con excelentes intérpretes para nosotros desconocidos (Rolf Lassgard, Helena Bergstron o Johan Wideberg), con la excelente fotografía de Jens Fischer y una música también al hilo de Paddy Moloney. En resolución, una buena película, sencilla, bella y conmovedora. Recomendable.

Aviso a navegantes: a pesar de la calificación de drama erótico, la película no tiene nada de erótica tal como se la plantearía un espectador actual. Para entendernos: cualquier película americana actual, de cualquier estilo (thiller, drama, aventuras, etc.) tiene mucho más sexo que esta película. Y en cuanto al ambiente erótico, pues, la verdad, no lo hay. Es cierto que trata la historia de un granjero un poco corto que no ha conocido mujer y que, cuando ve una bastante guapa en su casa, se pone un poco malo, pero una película no puede ser calificada como erótica tomando en cuenta solo la temática, es muy importante la ambientación, y esta se centra exclusivamente en el tono amable/costumbrista, lo cual le quita todo el morbo erótico. En 1989, cuando se estrenó, a lo mejor era un poco picante, pero ahora, tal como están las cosas, la pueden ver chavales mayores de 10 años sin problemas (si no se aburren, claro) porque no hay ni desnudos.

Por lo demás estoy completamente de acuerdo con el extracto de la crítica de Javier Ocaña que se menciona en esta página: "A primera vista se puede calificar como preciosa una vez vista, pero si uno se la plantea bien, se va dando cuenta de sus cojeras y de que, incluso, es un sinsentido". Las imágenes son muy bonitas, el tono naif y algo nostálgico, pero la historia es demasiado larga, bastante aburrida, sin apenas secundarios y con solo tres personajes muy mal presentados y desarrollados psicológicamente. No me creo a un granjero tan ingenuo, no me creo que necesite que un jovencito le gobierne la vida, sobre todo en aquella época; lo normal habría sido que se dejase aconsejar por el cura o por sus compañeros de coro, gente de edad y también granjeros. Me parece un cliché demasiasdo explotado el de la señora de buen ver que demuestra su gran corazón interesándose por un hombre feo y pobre pero bueno en el fondo. El actor que encarna al mencionado amigo del granjero está muy mal escogido: se supone que tiene 27 años, dos o tres menos que la mujer protagonista, pero parece su hijo adolescente: juntos dan un poco de risa. La tensión sexual entre los tres no se nota nada. En definitiva, la historia narrada no tiene mucha coherencia ni se mantiene íntegra; el guión tiene que echar mano constantemente de salidas de pata de banco para que todo cuadre.

Podría decirse que está bien para pasar en rato si a uno le apetece una película de imágenes bonitas y ambiente intimista, amable y costumbrista, sin grandes dramas que contar pero con guión y desarrollo justitos.

Por cierto: en la carátula de la película, que tengo en mis manos físicamente, el coyright de la misma es de 1989, impreso en tres sitios distintos, no de 1998, como pone en Filmaffinity. No sé de quien será el error.