Blue Valentine

Quizás por masoquista, pero verme reflejada en películas, por más duras que éstas sean, me producen mucho placer. Y eso es lo que más me gusta del cine. Cuando sin necesidad de haber vivido exactamente lo mismo, puedo sentir lo que el protagonista.

Blue Valentine habla de algo que todo el mundo vivió. Habla de dos historias de amor, que son una sola. La primera, la más agradable, nos muestra a un Ryan Gosling encantador, humilde, intentando conquistar a aquella muchacha bonita que ni siquiera conoce, pero que lo conquistó con su sonrisa, su belleza, su locura y sus pasitos de baile. Habla sobre cómo este hombre sin planes, de repente se encuentra queriendo formar una familia con ella. Nadie lo obliga, él toma la decisión de hacerlo porque la ama.

La segunda historia, la más amarga, habla de esta pareja varios años después. Con una niña pequeña, la pareja que años atrás se miraban con los ojitos brillosos y una sonrisa en su rostro, hoy apenas pueden hablar sin discutir. Es la historia de un amor desgastado, apagado. Y el protagonista es otra vez él. Así como antes él tenía como meta conquistarla, estar con ella, ahora es reconquistarla, o por lo menos seguir con ella, con ella y con su hija. Pero sumido en un trabajo mediocre, a veces un poco borracho, los intentos que hacen son todos vanos. Cuenta de vivir un presente cuyo futuro se ve reflejado en el cuarto de un hotel.

La película pasa por todos estos estadíos pero no lo hace en modo cronológico. Sí, cada historia tiene su cronología, pero se alternan entre ellas. Todo para contrastarlas, para que nos cueste entender cómo una pareja que parecía destinada a estar juntos por siempre, de repente no puede verse.

Todo esto de la mano de dos grandes jóvenes actores: Michelle Williams y Ryan Gosling, que todavía no entiendo cómo no fue nominado al Oscar, mención que ella sí tuvo. Ambos dan vida a estas parejas, la misma, pero que parecen diferentes.

Pero no lo son. Y si bien nunca vemos algo específico que quiebre esta relación, tampoco lo necesitamos. No, porque la película se percibe todo el tiempo muy honesta, muy realista. Y no podemos no vernos reflejados ahí. Todos nos enamoramos, idealizamos, cometimos locuras para conquistar a aquella persona. Y todos nos alegramos cuando ésta por fin nos correspondió y empezamos a hacer planes a futuro. Pero también todos sentimos que quizás fue el tiempo, o quizás no, pero algo hizo que todo eso se esfumara, poco a poco, de manera tan gradual, que no se puede identificar ese 'algo' que lo comenzó.

"Drama de pareja facturado por la industria hollywoodiense (sección "películas intensas y profundas") con tanto mimo y dedicación como el que hay puesto en cada patata frita de Burger King." (Daniel De Partearroyo: Cinemanía)

Me pregunto dónde busca sus "críticos" la revista Cinemanía. La opera prima de Cianfrance es notable, espléndida, diría yo, respetando por supuesto a quién pueda no parecérselo. Despachar su análisis con ese chistecillo del Burguer King es lastimoso e indigno de cualquier crítico que se respete mínimamente. Aprenda usted a apreciar o al menos a respetar el poco cine de calidad que nos llega de Hollywood, señor Partearroyo, y déjese de soltar vulgares chascarrillos en lugar de hacer crítica seria y analizar razonadamente. Por fortuna son los menos, pero hay algunos críticos en este país (se me vienen a la cabeza un par de nombres) que confunden su oficio con el de bufón y construyen sus críticas en torno a la gracieta y el comentario jocoso. Uno llega a dudar de que realmente les guste el cine.

La disgregación de un joven matrimonio es la base de esta estupenda película en la mejor tradición del cine indie "made in USA", a la que da puntos extra su magnífica pareja protagonista, que da lo mejor de sí para la credibilidad de la historia y el disfrute del espectador, destacando algo más si cabe el cada vez más imprescindible Ryan Gosling, pese a que la que haya conseguido ser nominada al Oscar haya sido su compañera de reparto, Michelle Williams, que ofrece su mejor papel hasta el momento.

La película cuenta además con una estructura narrativa que si bien no es novedosa (qué difícil que algo lo sea a estas alturas), funciona a la perfección mostrándonos en paralelo tanto los entusiastas inicios de la relación como el estropeado presente de la misma, donde el buen rollo inicial ha dado paso a la rutina, las discusiones acaloradas, la resignación, el fin de la pasión, el conformismo mal entendido, el peso de la responsabilidad al haber hijos pequeños de por medio, o el resquemor mútuo -silencioso o no- de muchas relaciones de pareja.

Entre las varias secuencias a destacar y que quedarán en la memoria del espectador, destaca la de la nemotécnica cantinela que nombra a todos los presidentes norteamericanos hasta la fecha, "interpretada" jubilosamente por ambos en la calle, a ritmo de banjo.

Me ha encantado este film, me ha impresionado muchísimo su dureza, acrecentada por las maramillosas, esplendorosas interpretaciones de los dos actores principales, un Ryan Gosling que sigue demostrando su maravilloso desarrollo como actor, cada vez en papeles más serios, ganando con su madurez. No me cabe duda de que este chico llegará muy lejos, y ganará pronto un Oscar que debería haber merecido por este papel. Michelle Williams está igualmente genial, a pesar de la poca simpatía que me despierta.
La historia es cruda, emociona muchísimo e incluso en algún momento te puedes sentir identificada. Parece muy real porque es realmente lo que ocurre en la sociedad día tras día y no esas hermosas historias hollywoodienses con las que nos venden la moto.
No se la pierdan, fue una de las mejores películas del año pasado, sin dudarlo ni un segundo.

Mi nota: 10

Me encantó Blue Valentine. Es lo que llamo una pequeña joya, protagonizada de forma magistral por Michelle Williams y Ryan Gosling; y se nota realmente la química que hay entre ambos. Una dirección intimista con muchos primeros planos nos lleva a empatizar con sus protagonistas en este film que nos cuenta como se va acabando el amor en un matrimonio pero a su vez de forma paralela nos va remitiendo a sus comienzos, cuando iniciaban su romance. Todo sostenido por un muy buen guión. Un gran aporte es su hermosa fotografía. Un film triste y dulce.