Edén al oeste

Nunca sabemos de dónde viene, si es griego, yugoslavo, o de cualquier otra nacionalidad. Pero sabemos lo esencial: viene a Europa entre muchos compatriotas que son "vendidos" por el grupo que los trae y que les ha cobrado una buena suma. Desaparecen y les dejan en manos de la policía. Pero él desaparece a nado hasta dar con un balneario de lujo e iniciar un periplo cautivante con ráfagas de humor, del negro y del blanco, entre gente despiadada y solidaria, mujeres solas que necesitan su amor sexual, hombres siniestros, "malditos" gitanos en Francia que le salvan, y un rosario de situaciones a cual más interesante.

El actor es formidable: su expresión de perplejidad e inocencia le viene de maravilla al gran director para desarrollar ese estilo tan suyo donde importan más las imágenes que las palabras. Por ejemplo, de pronto, y en la recta final, descubrimos que es un ser muy primitivo, seguramente de ambiente rural, ya que no sabe usar el cuchillo y el tenedor.

Muchas situaciones interesantes con golpes de excelente cine internacional con actores alemanes como Ulrich Tukur y Juliane Köhler junto a muchos otros en un mestizaje de intérpretes que alienta el mensaje de la película en torno a que, más allá, de lo que hagan las autoridades, el destino de todo inmigrante ilegal es sobrevivir de la mejor manera posible, procurando aprovechar las buenas manos tendidas en el camino.

Leo las críticas de "Filmaffinity" y no salgo de mi asombro. Los críticos de los tres diarios más vendidos en este país parece como si hubieran asistido a otra sesión de cinema y no a ésta, aunque tal vez sea yo el equivocado, quién sabe...
Costa-Gavras nos presenta un perfil de personaje más real de lo que a primera vista parece. Tan real y humano como la vida misma, por lo que no me parece sea un personaje de ficción, en absoluto. Y tampoco creo que se deba etiquetar el filme como de "cine político", pues perdería parte de su esencia, de su humanismo, el que destila el personaje Elías ("no Alias", como dice y repite tantas veces su protagonista en la película).
Elías es un personaje que emana ternura e inocencia, y en su busca del "paraíso europeo" va encontrándose con todo tipo de situaciones y personajes que le harán comprender, al final de su recorrido ya en París, que lo que él creía alcanzaría lejos de su país de origen no lo va a encontrar fácilmente...
Se trata más bien de una cinta que muestra la realidad de la inmigración, directa y crudamente.
Si bien es cierto que Elías muestra en todo momento una inexpresividad latente, en respuesta a las situaciones que va encontrándose en su largo y azaroso camino, tal vez sea debido a esa incredulidad pasmosa que todos mostramos cuando nos rodea la incomprensión y la falta de humanidad, productos ambos de esta sociedad tan "adelantada y tecnificada" que no para de poner barreras entre los hombres en nombre de una "seguridad" establecida.
Me viene a la memoria aquélla expresión que dice: "No se puede poner puertas al campo ni convencer a las olas para que se amansen durante los temporales ni, mucho menos, evitar la ferocidad de los lobos, llamándoles corderos".
Mi puntuación: **** sobre 5. Mi consejo: no os la perdáis.

afinityjm

La película narra la historia de Elías, un joven emigrante que debe afrontar numerosos contratiempos para entrar ilegalmente en la Unión Europea. Después de múltiples historias llega por fin a París, su meta anhelada, aunque las cosas no son como las esperaba.

Me parece que Costa-Gavras no se ha lucido demasiado con esta película de corte político, como todas las que hace este director. Sin embargo, este film no está a la altura de Z o Estado de Sitio; más bien resulta con un guión un tanto ingenuo, que abusa de los estereotipos de la señora que busca amante en un hotel, el gordo chorizo en gran auto que le roba el dinero al pobre emigrante, los camioneros buenos, los mendigos ladroncetes, la policía omnipresente (tanto que la historia se convierte en paranoia y uno llega a pensar: “si salgo a la calle la pasma me pedirá la documentación”), el racismo, la decadencia de occidente… todo muy bien pero a la vez muy regular en cuanto a guión y montaje. Sin contar con la pésima interpretación del joven protagonista, cuya inexpresividad en ningún momento puede transmitir el drama que supuestamente vive.

La historia de un joven inmigrante en Francia y todas las peripecias que tuvo que pasar hasta llegar a París. Un relato donde la hostilidad hacia el personaje se conjuga con la ingenuidad y hasta cierta ternura de este, que logra indudablemente conmovernos.

Viví un tiempo en Italia y se me venció el pasaporte, así que pasé un tiempo ilegal. Como a la mayoría les sucede, la ilegalidad no es una fiesta. Se carece de derechos. Se está a merced de cualquiera. Me gustó que reflejara la vista frívola de la mayoría, sobre la tragedia indecible. El coraje del muchacho de sobrevivir y seguir adelante sin resentimiento. La mujer que le dá una mano para que llegue a París: siempre hay alguien que no es como la mayoría...Y a la vez, todo recreado con un toque de humor.