Bullhead

Seleccionada para Mejor película de habla no inglesa para los Oscar 2011, nos llega esta producción belga con tintes de cine independiente que sobrecoge por la dureza del tema que trata.

Hablamos de Rundskop traducida aquí como Bullhead del director novel Michael R. Roskam, la historia está inspirada en unos acontecimientos que sucedieron en Bélgica allá por los años 90, en el que un veterinario resulto asesinado cuando se encargaba del tráfico de hormonas para animales.

El director elige dicho tema como telón de fondo para enlazar la historia con la vida de la familia Vanmarsenille, unos ganaderos belgas con problemas, y más en concreto con la vida de Jacky. Un chico marcado por la mala suerte desde que tuvo un accidente cuando todavía era un niño. Accidente que es determinante para comprender los problemas que arrastra Jacky, Michael R. Roskam, con la elección de usar flashback cuenta la historia de estos niños e intenta aclarar el comportamiento del ganadero, así como también su introversión y como usa la violencia de forma desmesurada ante a cualquier problema. La película no llega a ser toda la buena que podría haber sido; una crítica social del sistema denunciando el trafico imparable de estas sustancias o un drama familiar con aires de perdedores, pero se queda en algo así como lo quiso y no pudo; quizás será porque no llega profundizar bien en los personajes o quizás porque no entra más en el tema del tráfico de hormonas, sino que se queda hay….en medio en un limbo de historias. Michael R. Roskam afronta su primera película y creo que es aceptable pero no llega a calar, aun así interesante película independiente rodada con pulso y con estilo, motivos más que suficientes para acercarse y disfrutarla.

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Todos sus caminos, todos sus recuerdos conducen al tormento. El mugido de la soledad, de un animal cansado, un animal agazapado sosteniendo el peso de ser él mismo. Casi un hombre, él, tan grande y solo.

De siempre me han encantado las películas (y las novelas, y los cuadros también) que comienzan pareciendo una cosa y al final, o de pronto, a mitad de camino, acaban siendo otra completamente distinta. Películas como 'Bulhead'... que arranca como un thriller sobre tráfico de hormonas y de repente, a los veinte minutos, destapa como sin querer un pequeño suceso ocurrido años atrás en la vida del protagonista -brutal, por otra parte- y le da la vuelta como a un guante a una película que se convierte en otra: sensible, emocionante, por momentos conmovedora, y todo sin siquiera cambiar de aspecto, con la misma fotografía triste y gris como la propia Flandes, con el mismo protagonista que se diría incapaz de transmitir, dentro de ese inmenso corpachón, el más mínimo sentimiento (¡y vaya si lo logra!). Amour fou, amistades de infancia que regresan de golpe, pecados inconfesables, bilingüismo activo -como parte fundamental de la trama-, final al más puro estilo cine "noir": casi un melodrama de Douglas Sirk sin salir del país más aburrido de Europa. Y un pedazo de actor como la copa de un... roble.

Impresionante obra en la que destaca la interpretación de Matthias Schoenaerts que traspasa la pantalla y transmite con una asombrosa eficacia la vida interior de su personaje. Eso sí, la película no se queda en eso, no sólo muestra el personaje, también su entorno. Esa dualidad que se vive en Bélgica entre la zona flamenca y la zona valona (francesa), las particularidades del idioma y las diferencias culturales. Otro punto a su favor es el realismo y la fluidez con que se muestra la historia pese a que no es para nada amable.

Como punto negativo sí que apuntaría cierto abuso de los clichés, los flamencos más dados a los negocios y los valones menos profesionales y palurdos pero este defecto no logra empañar la riqueza de la historia.

En resumen, una gran actuación para una gran película siempre que se esté dispuesto a dejarse llevar.

Vaya por delante que no soy un granjero flamenco cuadrado como un toro, con un secreto en su infancia y con una obsesión por una chica de habla francesa.
Y aún así me he sentido identificado!!!
Todavía me siento un poco como el protagonista, sintiendo que no he conseguido tener algo que me gustaría tener pero que gracias a Dios está a mi alcance.
Sin duda mi crítica no puede ser tan imparcial como me gustaría, precisamente porque conmigo han dado con la tecla. Una película que parece hecha para mí por momentos.
Pero creo que todos hemos estado así alguna vez en la vida y por eso la recomiendo.