Haz click aquí para copiar la URL

La mejor oferta

Intriga. Romance. Thriller. Drama Virgil Oldman (Geoffrey Rush), un hombre solitario y excéntrico, es un experto en arte y un agente de subastas muy apreciado. Su vida transcurre al margen de cualquier sentimiento o emoción hasta que conoce a una hermosa y misteriosa joven (Sylvia Hoeks) que le encarga tasar y vender las obras de arte heredadas de sus padres. Esta joven, que sufre una extraña enfermedad psicológica que la mantiene aislada del mundo, transformará para ... [+]
<< 1 20 27 28 29 33 >>
Críticas 161
Críticas ordenadas por utilidad
10 de julio de 2013
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No encuentra el desequilibrio del artista ni realmente acaba profundizando en el arte, encuentra todo su poder y obliga a consumirlo, entre tasaciones y subastas se va centrando en lo personal, un misterio de potente escenario y música, pero cuyo olor a peligro queda en una especie de romance que es auténtico, pero algo inútil si pensamos en el experto que hay tras las cámaras, una intriga casual que genera curiosidad por un negocio fantasma, una enferma y otras piezas extrañas que no acaban solidificando en el dolor que trata de imprimir al protagonista.

La destreza de la película se basa en la forma de la trampa, consigue alterar lo inquebrantable en una villa de obsesiones que se salta reglas concretas y resuelve con preocupaciones propias de una relación atípica, un invento clásico para problemas contemporáneos y desequilibrios modernos que provocan cambios drásticos en unos personajes a los que se puede ver venir, pero que esa prudencia se disfruta con conformismo ante la ausencia de un desenlace más retorcido.

Retratos de mujeres y agorafobia, una historia de superación con muchos millones en juego, el contacto es una experiencia nueva y en él hay mucha belleza, pero soy yo el que pierde el contacto con el arte y con la psicología, no sé dónde anda el fallo pero quedo sumergido en un desconcierto que tiene su química, pero que va perdiendo el estímulo porque el monstruo es una maravilla que no se consigue sumergir en lo irreal, sino más bien en lo cantado, darle un golpe a la esperanza, algo de aplaudir, el cine americano actual está plagado de "happy ends".

No me parece que se hayan desarrollado los celos ni sé bien a que se dedica la escritora, supongo que directamente a la encerrona, pero es otro ejemplo de hablar de arte sin llegar a ser una película sobre la cultura más pura, al final se trata de ligar piezas para construir nuevas vidas incomprensibles, como bien nombra, una obra de arte falsa, con la tensión del androide y el entusiasmo de una buena película pero que depende mucho de la fortuna para lograr la tortura de la espera eterna de Praga.
stikma
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de septiembre de 2013
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
“La mejor oferta” es de aquellas películas que a medida que la digieres menos te la crees, más delirante te parece su argumento y menos te gusta. Y sin embargo nadie te puede quitar el haber asistido a una experiencia cinematográfica de primer nivel. Es tal la habilidad mostrada por Giuseppe Tornatore para atraparte desde la primera escena que consigue que disfrutes de su rocambolesca historia esperando ansioso su desenlace. Y lo consigue, entre otras cosas, gracias a sus dos fascinantes personajes principales. Por un lado el experto en arte Virgin Oldman, espléndidamente interpretado por Geoffrey Rush, cuya evolución a lo largo de la película representa toda una lección de desarrollo de un personaje superado por las circunstancias. Enfrente, esa joven sin presencia física dotada de una poderosa y misteriosa atracción a la que Sylvia Hoeks sabe darle el tono de ambigüedad justo que el personaje requiere. Y es justamente en la primera parte de la historia, cuando de ella solo conocemos su voz, cuando la película de Tornatore alcanza su nivel más alto. Las idas y venidas de Oldman a la mansión, sus dudas, cambios de humor y el deseo que en él va creciendo se mezclan con la intriga que se apodera del espectador gracias al tono clásico y elegante con el que el director italiano impregna cada uno de sus planos. Por desgracia en cuanto empieza a descubrir todas sus cartas “La mejor oferta” también empieza a perder parte de su encanto y el desenlace, lejos de las expectativas, deja algo frío. Con todo no se puede negar que estamos ante una película ciertamente original, y a la que sus evidentes lagunas de guión no la hacen menos retorcida y perversa, menos interesante al fin y al cabo.

Lo mejor: los encuentros “a ciegas” entre los personajes de Virgin y Claire.

Lo peor: un desenlace demasiado inverosímil.
AMQE
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de julio de 2013
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sensible inteligente y eficaz película de Tornatore que te deja un regusto cuasi poético de una historia sorprendente en la cual se vislumbra la verdad tan solo al final, algo muy de agradecer en este tipo de películas.Realmente este director ha dado un giro de noventa grados a su linea de cine resolviéndola con gran acierto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
prosperus
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de octubre de 2013
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta nueva propuesta de Tornatore, el aclamado director de 'Cinema Paradiso' nos enrola en una elegante trama calmada y automatizada pero sin demasiado aceite en sus eslabones. Poco a poco el arte intenta bañar nuestros sentidos con sus mejores expresiones de música -siempre excelente Morricone- y pintura, algo que debería permanecer presente en pantalla como alegoría al trabajo de un singular protagonista y como entretenimiento de un público cuyo interés puede ser abatido por un opulento guión en el que algunas cosas parecen estar fuera de pretexto desde el principio.

Es una propuesta arriesgada, un intento de cuidar la presentación y el contexto global, al igual que ha hecho Tornatore con todas sus anteriores películas. Pero los eslabones no terminan de crear un movimiento limpio y silencioso que consiga hacernos disfrutar de la película. A ratos encanta su misterio y su limpieza, y a ratos se enreda entre ramas de guión que traban el avance fluido de la película, especialmente cuando el rostro de la joven se nos revela en una aureola de misterio y erotismo, puede que una de las escenas más destacadas del film; sencilla y bella.

Igual de bella que empieza a ser la atracción entre los protagonistas, desde una distancia bastante poética marcada por sus enfermedades. Los distanciamientos con los demás hace que se atraigan de manera enigmática, algo que nos atrae hasta la trama, para después volcarse hacia límites muy diferentes y perder la magia. El guión debe transformarse junto a los personajes, no abandonarlos a su libre albedrío para que lastren el film.

El tono de belleza visual y auditiva continúa durante el restro del metraje aunque quede de capa caída. La calidad interpretativa de los actores y la calidad del director hacen de salvavidas. Rush siempre será fantástico haciendo lo suyo, le encanta, se deleita y deleita a los espectadores como uno de los grandes, mientras que Sturges vuelve a hacer una interpretación amena y simpática que funciona a la perfección.

Llegamos así a lo que para mí podría ser una de las grandes películas del año y se ha quedado en una película más -de cierta calidad y destacado trabajo técnico- que no consigue dar en el clavo. ¡Una lástima! Quizá puse el listón demasiado alto para que fuera alcanzado, o quizá simplemente ella ni si quiera haya alzado al vuelo para intentar llegar.
CarlosDL
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de diciembre de 2013
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La filosofía heracliteana ha proclamado los últimos veinticinco siglos, con la misma contundencia con la que Bárcenas afirma y el PP niega, que todo fluye. La mejor oferta, con la arrogancia del Pijoaparte de Últimas tardes con Teresa, niega el anterior aserto.
Esta cinta cuyo título guarda reminiscencias de El padrino es la historia de una narración discontinua. Su devenir se manifiesta con desigual intensidad. Como la música de Brahms. Y es curioso, porque el director (Tornatore) es bueno, el actor principal (Rush) también, el compositor (Morricone) no lo es menos y la historia tiene el zigzagueo intranquilizador necesario para mantenernos alerta. Si bien la mezcla final no da el resultado esperado. Me recuerda al Barcelona de la época de Núñez, siempre plagado de estrellas y huérfano de títulos.
Como decía, la historia tiene su aquel que diría Rafael, aunque le pasa como a algunos alumnos de primaria: necesita mejorar. Hay algún que otro spoiler que estropea las sorpresas. Tornatore no es Hitchcock. No sabe guardar cosas para sí, hacer que la película sea como las novias de antes. Estas que solo revelaban su mejor secreto al final, la noche que cerraba el día en el que se había pronunciado el eterno sí.
Al terminar de verla nos queda la misma sensación que muchos tenemos a la mitad de nuestra vida, esa de que pudimos ser y no fuimos. Tornatore ha podido hacer una de las mejores películas del año, pero no ha sabido. Le ha faltado ser igual de sutil que en Cinema Paradiso. Ahí nos arrebató. Supo convertir unos ojos que prometían erial en desbordantes afluentes de melancólica felicidad.
Eso sí, en la cinta podemos apreciar la mostración de una idea que Malcolm Gladwell, en su excelente libro de igual título, exprimió como naranja valenciana: la inteligencia intuitiva. La idea de que, a veces, sabemos cosas con absoluta certeza tras una primera impresión. No podríamos dar las causas de por qué lo sabemos, pero así es. Todos los datos, la información, las percepciones que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida se ponen en funcionamiento en nuestro inconsciente, y antes de que la razón se pronuncie nuestra intuición ya ha dado su veredicto. Los marchantes de arte tienen muy desarrollada y afinada esta percepción. Las personas introspectivas también.
Posdata: Las cuatro calificaciones con las que me he de manejar (en el periódico en el que escribo) para puntuar una película no suelen apresar su justo valor. En este caso tampoco lo hacen. Al calificarla de buena estoy errando. Si lo hiciera de… regular, también. Pero es que los conceptos nunca visten de manera acertada la realidad. Es como cuando una persona dice de otra que es interesante. Realmente es que no sabe qué decir de esa persona. Igual que, retorciendo un poco la idea y el lenguaje, cuando le preguntamos a una chica a las dos de la mañana si quiere subir a ver nuestra colección de sellos.
JoseManuelCampillo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 20 27 28 29 33 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow