Spartacus: Sangre y arena (Serie de TV)

Con un mejor guión en la segunda temporada, aunque con la inestimable falta de Andy Whitfield por su triste muerte, Spartacus es una serie que no deja a nadie indiferente, con espectaculares y sangrientas batallas al más puro estilo 300, y su crudeza enseñando escenas X, para mí una de las mejores series de TV hechas nunca;
perfectas actuaciones (aunque en la segunda temporada, algunos cambios de actores han flojeado bastante), buenos efectos especiales (aunque no tan buenos como en 300) y una muy buena historia (en el spoiler), Espartaco es una de las mejores series realizadas, eso si, con mucha acción y mucho sexo.

Antes de nada tengo que aclarar con saña que esta serie debe ser vista en versión original. Los doblajes al castellano son las mismas voces clásicas, superficiales, repetitivas y cansinas de todas las series y películas traducidas para la TV española. No sé cómo serán los doblajes de otros idiomas, pero sí que tengo muy claro es que como en versión original, ninguna otra.

Y ahora comentaré esta serie desde mi experiencia con la versión original, que fue la que vi, a sabiendas de que el doblaje castellano hace de esta maravilla algo vanal, obsceno, simplón y en general una cosa que no merece ser vista.

Esta es una serie pasional, y recalco pasional, porque esa es su esencia. Quien disfruta esta serie es una persona que busca la intensidad en las emociones, la belleza y la potencia del cuerpo masculino en su mayor auge de fortaleza física, y la animalidad carnal, la pasión bestial y la fragilidad del cuerpo humano. La interpretación de los actores es como la de una obra de teatro, intensa y de constantes sensaciones intensas y volátiles, desde la más penosa de las tragedias hasta la más candente furia pasando por el orgulloso e inquebrantable código del gladiador que te llena el pecho de orgullo.
En esta serie no hay ni buenos ni malos, sino gente con motivos muy arraigados a sus pasados y emociones, unos algo más fríos y maquinadores impulsados por sus complejos. Todos y cada uno de los personajes me encantaron, porque todos tienen muy buenos motivos para hacer lo que hacen, sea por rencores y odios imperdonables o amores y amistades inquebrantables. Lo dicho, una obra de teatro.

Las batallas son flipantes, al principio mucho más que cuando se entra ya en el argumento, pero durante toda la serie mantienen una calidad espectacular, un dinamismo que engancha con unos movimientos y técnicas con las armas sencillamente dignas de ver, especialmente si quienes las realizan son actores especialmente entrenados para tener el cuerpo de Hércules durante el rodaje. Pongamos a esto una banda sonora de lo mejor cuadrada y tenemos un espectáculo asegurado.

Sobre las escenas de sexo, me molesta mazo que la gente se escandalice tanto por ellas. Esto no es una serie pornográfica ni mucho menos. Puede que hayan numerosas escenas de sexo "más o menos" explícito, pero por favor, cada una no dura más de 1 minuto (con muy contadas excepciones en las que si duran más, es porque tienen una repercusión psicológica muy profunda en los personajes). Pongo "más o menos" entre comillas, porque si fuera realmente explícito:
1. Durarían muchísimo más.
2. Los planos no serían tan de cuerpos enteros, sino mucho más ampliados y "detallados".

No sé si la gente lo verá tanto como yo, pero para mí las escenas de sexo representan aspectos extremos del ser humano, en unas ocasiones lujuria, adicción al placer, deseo vacío, y en otras amor incuestionable, reconciliación, añoranza e incluso nostalgia. Y me reitero en lo mismo: una perfecta obra de teatro.

Y todo me parece que solo lo tiene la versión original. Como la mayoría de las películas/series, los doblajes lastran de nefasta manera las intenciones originales con las que fueron creadas. Este es uno más de los numerosos ejemplos de producciones que deben ser vistas con las voces reales de los actores gritando, gruñendo en la batalla, sincerándose con sus amores o conspirando en voz baja y rencorosa contra sus más detestables enemigos.

Solo me queda decir que esta serie me marcó. Estimado lector, si buscas emociones puras e intensas, la versión original de esta serie es lo que buscas.

Mucha gente me estaba invitando a comenzar la serie de Spartacus y el peso de los comentarios positivos sobre ella me hicieron decir que podría ser una de las series que me podría ver en verano, donde tenemos supuesto más tiempo y podemos si eso permitirnos ver alguna serie en plan todos los episodios, porque yo con Spartacus llego tarde, muy tarde, me he perdido muchas cosas y hay que ponerse al día, disfrutándola por supuesto, es lo principal.

"Sangre y arena", esta primera temporada con este título puede ser en mi opinión comparada de dos formas, la objetiva y la no objetiva.

Objetivamente la serie es para un 6 o así, ya que:

-Los cromas del fondo, por favor, ... ¿pueden ser más malos aún? lo dudo mucho, aunque igual es lo que estaban buscando, dándole a la serie un toque "300"
-La trama carece de profundidad, es muy muy comercial y hay partes que me han recordado descaradamente a "Pasión de Gavilanes" entre otras cosas así rollo telenovela.
-Aunque no dejan de pasar cosas en la temporada, es la misma historia una y otra vez, y volviendo al punto anterior, sobre lo comercial, cogen algo supuestamente profundo y lo vuelven comercial, como un toque de drama eh, que no falte, pero así chabacano, que me recordó un poco a "Arrow" aunque en esta última es aún peor y las cosas que ocurren son estúpidas, en "Sangre y arena" no son estúpidas, simplemente son comerciales, y cosas importantes que se arreglan en nada y tal ...

Por lo que parece, ni yo mismo entiendo el porque un 8 con todo esto, pero pienso en que me la he visto en 2 días y vuelvo a recordar el porqué, "Sangre y arena" es tremendamente adictiva, o por lo menos a mi me ha provocado vicio, no podía dejar de ver un episodio tras otro, porque a pesar de todo la serie es:

-Corta, osea, la temporada y eso me gusta, nada de alargar a 24 o más episodios.
-Ocurren cosas constantemente, altibajos y subidas que te hacen estar pendiente a la trama.
-Conocerás más sobre la cultura de la época respecto lo que trata la serie y además se comprueba que ya desde tiempos de antaño la política era interesada y corrupta, los hombres que la ejercen la hacen así, y esto es también parte del efecto adictivo que me ha provocado a mí.
-Los personajes tienen su toque, su carácter (aunque no lo niego, son un poco de telenovela)
-La música "rockerilla" que le ponen, la hace aún más comercial (la serie) pero en mi opinión la agiliza y le da más vida.

Si quieres una serie que carece de profundidad, que tiene algún toque de drama que otro pero básicamente que es puro entretenimiento, no lo dudes dos veces, "Spartacus: Sangre y arena" es tu serie, ahora me embarcaré en ver las demás a ver como continúan.

Gran primera temporada de Spartaco donde hay de todo: grandes combates en la arena, sangre, sexo, chicas guapas, honor, amor, traición, buenas tramas, humor...un gran John Hannah, interpretando a Batiato, no sé...todo a lo grande sin cortarse un pelo en nada. La descubrí por casualidad y solo necesité 5 minutos para engacharme a la serie, la que ya se ha convertido en una de mis favoritas.

Esta serie narra la historia del tracio Espartaco, desde que lo convierten en un esclavo, hasta que se une al resto de esclavos que sufrían las mismas condiciones de vida que él para hacer tambalear los cimientos del mismísimo imperio romano. El último capítulo de esta primera temporada es uno de los episodios más épicos que se han visto en la historia de la TV. Me recuerda un poco a Titanic, cuando el barco choca contra el iceberg y en primera clase no le daban ninguna importancia al suceso porque, al igual que con el imperio romano, el Titanic era "insumergible". Al actor que interpretaba a Espartaco le entró un cáncer y los realizadores de la serie decidieron hacer una precuela en lugar de continuar narrando los acontecimientos para que le diera tiempo a recuperarse y volver al "campo de batalla". Por desgracia hay veces que la vida es injusta y el actor no sobrevivió. La moraleja es que un hombre puede llegar a tumbar al imperio romano pero la mayor de las batallas es la que se libra contra esta enfermedad...