El número 23

Del mismo autor que destrozó a Batman llega otra película (o videoclip de larga duración si se prefiere) que va de números, códigos secretos y giros de tuerca impredecibles como exagerados; y con Jim Carrey en plan serio que sin duda es lo más destacable.

El deleznable Joel Schumacher con el descabellado guión que le dieron, desaprovecha totalmente el potencial de la trama que en buenas manos podría haber terminado como un excelente thriller y no como una soberana ida de olla a ritmo puchancha y colores mareantes .

Los trabajos serios de Jim Carrey siempre han sido muy destacables, y para añadir esta película a tan prestigiosa lista mejor hubieran filmado una de sus típicas y moralinas comedias. Aún asi su desempeño como “tipo normal que se deschapa” y “detective psicológico molón” es bastante admirable

Pues eso, la película es un contínuo buscarle 3 pies al gato, una obsesión llevada hasta el último extremo pero con una base algo estúpida e incoherente, la película se deja ver pero es una fantasmada tan grande y tiene tal cantidad de fallos que decae mucho a medida que va avanzando. Cierto es que posee detalles de calidad, y la experiencia de Schumacher hace que la película se pueda ver, pero vamos, no pasa del simple entretenimiento y de ser la típica peli de ver y tirar. En definitiva, peli para echar el rato y no emparanoiarse mucho con ella, por ello le doy un 5 que si os habeis fijado es igual a 2 + 3... (oh, dios mio!!!, 23, 23, 23, 23, 23, 23, 23, aaaaaahhhh!!!)

La película no es mala, es malísima y surrealista a tope, no creo que el destino pueda llegar a ser tan cruel como para actuar así. En cuanto a Jim Carrey, ¿es que no había otro actor a quien ofrecer el guión o es que el argumento es tan pésimo que sólo lo aceptó Carrey para salirse un poco del molde cómico-estúpido en el que está metido? No la vean, no merece la pena.

Jim Carrey da de por sí bastante miedo. Y cuando abre la boca, ya es para cagarse. A Schumacher, también déjale solo; ahí está su filmografía para comprobarlo. Con estos dos ingredientes, las expectativas no eran demasiado halagüeñas; tal vez por eso, por esperarme una espantosa película, me ha sorprendido gratamente. Sin superar la mediocridad, eso sí.

El mayor problema de esta paranoia numerológica revestida de acontecimiento paranormal es que su capacidad de intrigar al espectador es más bien limitada. Virginia Madsen -incluso el propio Carrey- hace lo que puede, pero la cosa no acaba de funcionar. No me ha decepcionado porque me la esperaba mucho peor, pero no pasará a la historia.

... los c****** y la p**** todos suman ???????????????????????????????????


23!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

(porque sí, porque debe ser que todo es 23: 23 veces que he dicho que me aburría, 23 minutos que quedaban cuando me planteé seriamente quitarla -sí, tuve mucho aguante, lo sé-, 23 veces se cerraron los párpados a lo largo de las 23 interminables horas que debió durar la película...).
Señor Schumacher: no nos venda la moto.