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39.106
Comedia
Un neoyorquino maduro y excéntrico (Larry David) decide abandonar su acomodada vida para llevar una existencia más bohemia. Su relación con una bella joven sureña (Evan Rachel Wood) desembocará en una serie de enredos familiares y sentimentales. (FILMAFFINITY)
13 de diciembre de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una típica comedia de Woody Allen, muy newyorkina, llena de vida y de relaciones caóticas pero deliciosas. Yo sólo echo de menos a Woody Allen en el papel protagonista, la verdad. Vale la pena verla y pasar un rato relajado, más aún sabiendo que no hace como los petardos actuales que hacen pelis de 2 horas o más, Allen sigue haciéndolas de unos 90 minutos y eso se agradece.
12 de octubre de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta nueva película de Woody Allen es una comedia maravillosa. Con diálogos ingeniosos, inteligentes, llenos de humor, salimos de la película con un bienestar y un buen humor que da por bien empleado el tiempo dedicado. Película sumamente aconsejable, en la línea de sus grandes comedias, a los que deseen pasar un rato agradable, sean o no fans de Allen, aunque es una película que hurga en todos sus "demonios", como no podía ser de otra manera y se ha convertido en marca de la casa.
Saltburn
29 de noviembre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran oportunidad para reflexionar y deleitarse con este "genio" que no padece de falsa modestia ni de tolerancia para con el mediocre resto del mundo (aunque nadie se ofende por sus permanentes descalificaciones, excepto alguna que otra buena madre).
Boris sufre angustia existencial; está angustiado y desesperazando por el vacío y la indiferencia del universo ante los seres humanos. Su visión es semejante a la de Altered states (venimos de la nada y a la nada volvemos). La cuestión resultante es: ¿Nuestras vidas están determinadas principalmente por el azar impiadoso o por el destino? La paradoja es que, si el destino existe, se manifiesta con coincidencias o hechos aparentemente fortuitos, y entonces no es posible distinguirlo del azar, de manera que preguntas como esta no conducen a ninguna parte, pero lo cierto es que en uno u otro caso, nosotros jugamos un papel menor en lo que nos acontece. Y este parece ser el mensaje de la película: no te lamentes por el pasado ni de aquello que no depende de tí, y disfruta del presente y de tus seres queridos, dejando de lado los formalismos y las normas impuestas y autoimpuestas, aceptando además, que todo, incluso el amor, es pasajero.
Y en última instancia, lo que importa son los afectos, el amor que recibimos y damos. El universo humano está hecho de los lazos inestables con los demás.
Boris sufre angustia existencial; está angustiado y desesperazando por el vacío y la indiferencia del universo ante los seres humanos. Su visión es semejante a la de Altered states (venimos de la nada y a la nada volvemos). La cuestión resultante es: ¿Nuestras vidas están determinadas principalmente por el azar impiadoso o por el destino? La paradoja es que, si el destino existe, se manifiesta con coincidencias o hechos aparentemente fortuitos, y entonces no es posible distinguirlo del azar, de manera que preguntas como esta no conducen a ninguna parte, pero lo cierto es que en uno u otro caso, nosotros jugamos un papel menor en lo que nos acontece. Y este parece ser el mensaje de la película: no te lamentes por el pasado ni de aquello que no depende de tí, y disfruta del presente y de tus seres queridos, dejando de lado los formalismos y las normas impuestas y autoimpuestas, aceptando además, que todo, incluso el amor, es pasajero.
Y en última instancia, lo que importa son los afectos, el amor que recibimos y damos. El universo humano está hecho de los lazos inestables con los demás.
18 de agosto de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Olvidémonos por completo que el director sea Woody Allen y tratemos a este film como si fuera de cualquier otro director sólo así podremos desvincularnos de que todo lo que hace Allen es oro y sólo así podré decir esto: esta película es infumable.
Diálogos delirantes, totalmente irreales, personajes vacíos, situaciones que se repiten una y otra vez, chistes que no funcionan, diversión que no llega, una crítica social mal construida que lanza dardos a todas partes, muchas veces contradictorios, otras a ciegas, siempre buscando la mueca floja del espectador, pero no lo logra en ningún momento. ¿Humor inteligente? No.
Y ahora ya, contextualizando, digamos que "esto" es obra de Allen. Pero Allen hay varios, aquí encontramos el Allen que no tiene una historia que contar, si no unas ideas que expresar y recrea un compendio de situaciones incoherentes, absurdas, en ocasiones creí que el personaje que interpreta Larry David era el alterego de Allen hablando de su propia experiencia en el amor y sus problemas y su crítica sarcástica.
Sigo la crítica en el spoiler aunque no desvelo nada importante.
Diálogos delirantes, totalmente irreales, personajes vacíos, situaciones que se repiten una y otra vez, chistes que no funcionan, diversión que no llega, una crítica social mal construida que lanza dardos a todas partes, muchas veces contradictorios, otras a ciegas, siempre buscando la mueca floja del espectador, pero no lo logra en ningún momento. ¿Humor inteligente? No.
Y ahora ya, contextualizando, digamos que "esto" es obra de Allen. Pero Allen hay varios, aquí encontramos el Allen que no tiene una historia que contar, si no unas ideas que expresar y recrea un compendio de situaciones incoherentes, absurdas, en ocasiones creí que el personaje que interpreta Larry David era el alterego de Allen hablando de su propia experiencia en el amor y sus problemas y su crítica sarcástica.
Sigo la crítica en el spoiler aunque no desvelo nada importante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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17 de septiembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Genial película que no quise ver cuando salio y que me ha gustado muchísimo. El mejor Woody Allen de hace años en una comedia desternillante con Larry David como alter ego del director que con los años se actualiza y coge a un Sheldon Cooper sexagenario y le lleva a vivir en Nueva York, con una visión de la ciudad vista con los ojos de Woody Allen y haciéndole a la capital del mundo otro homenaje marca de la casa.
Una ironía en cada frase, un estilo inconfundible, una obsesión por el sexo que le delata. Como cada año, el prolífico director nos regala una película que nos entretiene y nos hace pensar en la vida, en el amor y en el caso de esta en el destino.
Larry David y Woody Allen son dos monstruos de la comedia y cualquier cosa que hagan juntos es una garantía. Soy muy fan de los dos es espero que vuelvan a trabajar juntos aunque sea haciendo un anuncio de gafas.
El papel de la madre interpretada por Patricia Clarkson es genial, la evolución de provinciana a artista es algo que solo puede pasar en la Gran Manzana.
Una ironía en cada frase, un estilo inconfundible, una obsesión por el sexo que le delata. Como cada año, el prolífico director nos regala una película que nos entretiene y nos hace pensar en la vida, en el amor y en el caso de esta en el destino.
Larry David y Woody Allen son dos monstruos de la comedia y cualquier cosa que hagan juntos es una garantía. Soy muy fan de los dos es espero que vuelvan a trabajar juntos aunque sea haciendo un anuncio de gafas.
El papel de la madre interpretada por Patricia Clarkson es genial, la evolución de provinciana a artista es algo que solo puede pasar en la Gran Manzana.
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