Haz click aquí para copiar la URL

El hombre elefante

Drama A finales del siglo XIX, el doctor Frederick Treves descubre en un circo a un hombre llamado John Merrick. Se trata de un ciudadano británico con la cabeza monstruosamente deformada, que vive en una situación de constante humillación y sufrimiento al ser exhibido diariamente como una atracción de feria. (FILMAFFINITY)
<< 1 10 19 20 21 43 >>
Críticas 211
Críticas ordenadas por utilidad
25 de octubre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hombre Elefante no se podría considerar otra cosa que una joya del séptimo arte. Esta película encaja perfectamente con la pregunta existencial que de unos años para acá me vengo haciendo: ¿se hacen ya buenas películas?
Por supuesto que la respuesta a esa retórica pregunta es: “si, por supuesto que se hacen” Pero bajo esta aparentemente coherente afirmación, habría que matizar largo y tendido.

The Elephant Man, viene a ser la tramitación en el cine de una vida, así de simple y así de claro. La película nos habla de la vida del propio Hombre Elefante, John Merrick, un caballero de la Inglaterra victoriana que nace con estrepitosas malformaciones y que vive las más auténticas calamidades por ello. La película, está dirigida magistralmente por un, como decíamos antes, más que excéntrico director: David Lynch. Un cineasta capaz de ensimismar al mundo con obras de arte como ésta o similares (véase ‘Una historia verdadera’) y horrorizar a crítica, público y un servidor con Dune y equivalentes.
Centrándonos ya en el film, cabe destacar la fuerza con la que impregna al espectador, el sobrecogimiento extremo que durante casi dos horas se vive en el cine o en el salón de casa, ante las penalidades de ese hombre. La vergüenza y el asco profundo que a los propios seres humanos nos hace sentir nuestra raza ante las barbaries que se le realizan y la esperanza en la gente de bien, en el buen amigo, en el punto de apoyo encarnado por el doctor Frederick Treves o, lo que viene a ser lo mismo, el majestuoso Anthony Hopkins.
La lágrima perdura en el párpado del espectador al acecho de cualquiera escena para resbalar por la mejilla, el arte se respira durante cada plano, cada escena, cada segundo de una película única; desconocida para la mayoría de aficionados al cine, pero imprescindible para los que, por suerte, tenemos más tiempo para adentrarnos en las maravillosas fauces de este mundo de ensueño. Una película que conmueve hasta la extenuación, que se balancea en un continuo paseo entre la bondad absoluta y la más putrefacta actitud humana. Una película de llorar, de llorar mucho y por distintos motivos. De tristeza infinita y de felicidad plena, de deshonra absoluta y de orgullo natural.
Si ustedes quieren disfrutar de buen cine, de ese que parece que ya no se realiza, de aquel que no requería de ingentes cantidades de dinero para emocionar, para disfrutar de él; vean el Hombre Elefante, les aseguro que no saldrán decepcionados.
antoninomora
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de enero de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas veces alcanza el cine tales cotas de calidad, de simbolismo, de rabiosa humanidad, cómo en esta trágica película. No se trata únicamente de la historia de un hombre fuertemente desfigurado en las postrimerías del siglo XIX, sino de una triste pero esperanzadora visión del ser humano en su más pura esencia.

El dualismo, la naturaleza antitética del ser humano, se plasma en esta obra blanquinegra de forma cruda. Se presentan escenarios oscuros y personajes viles, que merecen el calificativo de animal antes que el de persona. Seres libidinosos y primitivos a los que sólo mueve la morbosidad, el divertimento sucio, la camaradería de peor calaña y la pulsión sexual en su faceta más vana. Pero también tienen cabida las personas amables, desinteresadas, altruistas, los lugares reconfortantes, limpios, donde la dignidad puede pasear despreocupada sin mancharse el vestido.

Como he señalado, la ambivalencia es la clave para comprender la maestría de este film. Las sensaciones que produce esta película irán desde el más furioso y colérico apretón de mandíbula ante la repulsión de lo que se está contemplando (a sabiendas de que es algo completamente plausible), hasta el sincero derrame de una solitaria lágrima, por lo hermoso, sencillo y puro del testimonio final, del alma del personaje protagonista.

Los actores son simplemente magistrales, desde el joven Anthony Hopkins hasta el actor que hace el papel del Hombre Elefante (John Hurt), que, con su cara tapada con una máscara monstruosa y una expresividad muy limitada, logra transmitir una cantidad y calidad de emociones superior a la mayoría de caras humanas.

La fotografía y la música deben mencionarse en conjunto, puesto que parecen hermanas que bailan acompasadamente.

Por una parte, Lynch tomó la acertada decisión de usar el blanco y negro para presentar la atmósfera industrializada y sucia, pero también logra bañar de clasicismo y nostalgia las abundantes escenas dramáticas. Esta decisión fue un verdadero acierto, y hoy día no podríamos imaginar esta película con otra presentación cromática.

Por otra, la banda sonora se adapta a la perfección al protagonista y parece ser parte de su propio cuerpo, de la máscara que le acompaña. Las melodías misteriosas y suaves, enigmáticas, extrañas, caracoleantes, vuelven a teñir la obra con un tono de desasosiego. El “Adagio para cuerdas” de Samuel Barber, utilizado de manera inolvidable en la última secuencia, convierte la película en un clásico instantáneo y absoluto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Odiseo Laertiada
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de julio de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que el hecho intrascendente de que recostar la cabeza sobre la almohada genere tensión narrativa ya es un logro. Portentosa película de David Lynch nacida de la poderosa atracción hacia un personaje magistral, toda la esencia que Browning utilizó para crear ‘La parada de los monstruos’ concentrada aquí en un personaje deforme hasta el extremo, pero que compensa su horrenda deformidad física con una inteligencia, amabilidad y rectitud moral superlativa… la concentración de dos valores extremos y aparentemente contrapuestos en una sola persona hacen de John Merrick, apodado ‘el hombre elefante’ un personaje extraordinario, complejo y tremendamente interesante sobre el que se apoya toda la película, pero es que además David Lynch sabe envolverlo en la atmosfera más adecuada (lástima que el director posteriormente se prodigase en otras exploraciones tan valoradas por algunos críticos pero absurdas para mi) y en revestir al filme de un equilibrio entre la dignidad y lo grotesco maravilloso que sabe hilvanar una historia superlativa y que se mantenga en los limites de la credibilidad (una historia que está basada en hechos reales pero que parecería de ciencia-ficción si no se narra con los elementos adecuados). Nace así más que una película, una leyenda, un hombre para trascender en el tiempo pero no por su capacidad para asustar con su horrenda figura, sino por su profusión para conmover, empapándonos poco a poco de su dolorosa situación de una sensibilidad profunda y abigarrada, sin falsos efectismos lacrimógenos, ni superficialidad.

Para contar esta historia, nada mejor que el blanco y negro en una fotografía sublime, un embalaje dieciochesco, brumoso, granulado y avejentado que permite al filme aferrarse a una textura propia y moldeada para la película. Un ambiente de claroscuros (cercana a la escuela expresionista alemana), un humo invasivo, una arquitectura victoriana y una tétrica iluminación para recrear una Londres decadente y una sociedad hostil que se funde a la perfección en el relato.

Detrás de kilos de maquillaje, John Hurt consigue una expresividad única en el rostro de plastilina del ser que encarna, con una sutileza vocal en cada sonido que emite en su torcida boca y que sugiere el dolor interior arrastrado durante su vida y emitido con un refinado lenguaje y una actitud agradecida. Le acompaña magistralmente Anthony Hopkins con otro papel encomiable como doctor y amigo de la criatura dando la reválida a otro personaje con muchos matices al que Hopkins le da relieve.

El manejo del guión en sólido, sin brillantez, pero todo lo que vaya en pro de agilizar y dar intensidad a la historia iría en detrimento del propio personaje, por lo que sobran en la película más artificios. Basta con que el ritmo sea estable, algo que el director consigue sobradamente.

http://palomitasconchoco.wordpress.com
Palomitasconchoco
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de enero de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi esta película sin saber mucho sobre lo que iba, tenia mi idea en la mente sobre ella y no conocía ni su genero. La vi al fijarme en su nota media, bastante alta, después de haberme convertido en adicto de Filmaffinity y lo primero que dije al terminar fue "debía de haberla visto antes".
Su estética en blanco y negro, rodada así a propósito, hace que creas que todo eso paso hace cientos de años, contada de una manera increíble, el espectador sufre una evolución de sentimientos hacia el protagonista de la que no se da cuenta, solo cuando termina de verla es cuando se da cuenta de las etapas por las que ha pasado. A mi parecer esta narrada perfectamente, tanto, que sus poco más de dos horas pasan volando. Todavía se te encoje más el corazón cuando te enteras de que esta basada en hechos reales.

Si quieres ver una película que te haga reflexionar y que te haga sentir algo, la recomiendo. Absorbente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sr A
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de mayo de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobrecogedora, apabullante, generosa, triste, bondadosa, cruel, Maravillosa.
Otra de mis películas favoritas. Solo David Lynch es capaz de realizar esto, este director es distinto (tiene obras realmente dispares y fascinantes). Lo borda.
Que crueles somos los humanos, hasta donde podemos llegar. Quien mira a una persona distinta de forma cruel, quien no pone cara rara, quien no se aparta, quien no se burla, quien no le critica. Pues las grandes personas (como las hay y muchas) las que se dejan la vida en ayudar a personas desafortunadas. Esto es cine esto, es una maravilla. Que la disfrutes.
Megustaelcine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 10 19 20 21 43 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow