Tres amores extraños (La sed)

Infravaloradísima película de Bergomi.

Con un tono muy germinal, y preñada de una ligereza tensa, vitriólica, muy en la onda de la aclamada Vicky Cristina Rubin Kazan, Bergomi comienza aquí a plasmar sus obsesiones por las relaciones sentimentales, sus montañas rusas, sus secretos y mentiras, sus partidos de ping-pong, sus pelotas.

No llega al nivel de sus grandes películas, le falta algo de intensidad y de puntería, quizá también algo de esplendor interpretativo, pero le sobra intención. Hasta susurrando, en voz baja, como es este caso, este hombre es capaz de disparar con bala cuando se lo propone.

Bergomi for president.

Repaso de Filmografía de Ingmar Bergman.

7-La Sed

Legítimamente es la primera película de Bergman que puedo decir que no me gusta, estaba emocionado porque la sinopsis me daba como la curiosidad de que podíamos tener algun eco a Secretos de un matrimonio pero no está muy lejos de eso. Es un filme muy desordenado narrativamente, y con poca claridad en el desarrollo de sus personajes, además de manejar una edición que entorpece y enreda las líneas narrativas , a veces simplemente no sé de qué va la película. Además algunas escenas están con una iluminación muy amateur y poco lograda en su blanco negro. Lo mejor son las secuencias del tren , pero este filme incluso tiene algo de misógino no sé si como crítica en como los hombres tratan a las mujeres. Igual no funciona tan bien. Ojo con el raro y poco contextualizado encuentro casi lésbico, pero eso también aunque valiente sale de la nada.

Ruth (Eva Henning) es una joven ex bailarina de ballet casada con Bertil (Birger Malmsten), estos emprenden un viaje en tren de regreso a Estocolmo luego de pasar un tiempo de vacaciones en varias ciudades italianas, durante el largo trayecto que les tomará al menos dos días, comienza a asomarse la crisis matrimonial que están viviendo.

El filme, escrito por Herbert Grevenius y Birgit Tengroth, basado en un libro de historias cortas de la autora, donde Bergman también colabora, temporalmente presenta dos tiempos, el presente ya mencionado con el viaje de la pareja y las interacciones que están teniendo, muy influenciados por eventos traumáticos del pasado.

El otro apartado son una serie de flashback que forman buena parte del metraje, donde se muestra buena parte de estos eventos que marcaron a los personajes, la relación de ella con Raoul (Bengt Eklund) un hombre casado y con hijos que, casualmente se topan antes de partir el tren, su vida como bailarina o el trauma de su infertilidad.

Por parte de Bertil se habla de Viola (Birgit Tengroth), una mujer con la que tuvo una relación amorosa, enfocándose un poco en su vida y las complicaciones que tuvo posterior a esto que va a terminar en algo complejo para ella, de hecho, estas experiencias de infidelidad terminan siendo desastrosas para las mujeres.

Filme importante para Bergman, ese año 1949 fue vital para su carrera porque estrenó dos obras que se separan de sus primeras cinco películas y que se pueden considerar con facilidad como una nueva etapa en su filmografía, con propuestas más maduras e intensas, en este caso enfocándose en la vida matrimonial, uno de sus puntos claves en su carrera.

Törst culmina siendo un filme correcto, que eso sí, abre muchas puertas y no las explora por completo, por ejemplo la situación de Viola, la carrera de bailarina de Bertil, la relación entre Raoul y su esposa Astrid (Gaby Stenberg), porque no es solo que las abre sino que les da metraje suficiente para tener cierto peso.

Difícil, como todas las suyas. Visualmente muy potente, pero con un guión complicado, enrevesado. Un matrimonio viaja en tren y reflexiona sobre las vidas que ha tenido antes, ella amante de un militar que la dejó embarazada y tuvo que abortar. Él vivió un romance con una mujer mayor que llevó a casa desde la clínica psiquiátrica en la que trabajaba.
Ella tiene problemas con el alcohol, bebe demasiado y luego se siente culpable por ello.
No tan brillante como otras suyas; pretende 'meter' una gran dosis de información en un pequeño contenido y no es fácil.
Problemas matrimoniales como trasfondo de la relación, nunca feliz del todo y con amarguras provenientes de otra vidas. El tren como alegoría del movimiento, como lo es la vida misma. La pena y la culpa por ser quien eres, por sentirte como te sientes, perdido cuando afrontas el futuro sin la persona a la que odias y de la que te sientes profundamente unido.