El placer de la caza

Sí que es tópica desarrollando el típico slasher-survival donde un grupo de pueblerinos tienen por hobby salir a cazar a personas que están de paso (si bien son muchas las ofertas parecidas, me hizo recordar en algo a “Hard Target” evocándome un nostálgico recuerdo de esa regular cinta donde obviamente el sentido común escaseaba y la acción pirotécnica dominaba la pantalla). Pero al menos es una opción bien lograda desde su estética gracias a su descolorida fotografía, desde su férrea puesta en escena, desde su intensidad narrativa, desde el realismo de sus variantes, desde sus extensos planos donde se transmite bastante naturalismo en las situaciones, desde la credibilidad en las interpretaciones (de las que se destaca Henriette Bruusgaard como la blonda que pone difícil dejarse cazar), desde su onda retro que puede verse en los peinados y vestimentas (el filme desarrolla su acción en 1974), y desde el nervio que transmiten sus alternativas.
También hay que tener en cuenta que el elenco prácticamente en forma total debuta en la pantalla grande, al igual que el director, quien logra un aceptable ejercicio de tensión y de cine truculento que contagia su euforia y descontrol gracias a climas opresivos bien logrados.
También esta propuesta es digna desde su ambientación y desde la sugerencia en la utilización de cámaras para generar más sensación de caos dentro de esos escenarios boscosos aislados de la civilización y de la cordura.
En fin, no aporta nada nuevo pero lo que despliega es pasable, además se nota que es una respetuosa cinta que quiere homenajear clásicos tales como “The Texas Chainsaw Massacre” y “The Last House on the Left” entre otros.

Soy cinéfilo y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: INTERESANTE.
Desde la impactante «Matanza de Texas», una nueva corriente asaltó las salas de cine, aterrorizando a los espectadores. Una corriente en la que han nadado series como la de Halloween, Viernes 13, Scream, o Saw, cada vez más sangrientas y explícitas. Tanto, que se ha llegado a hablar de la pornografía de la violencia. Al margen de estas sagas, todo un recital de cintas gore ha visitado nuestras pantallas. Desde «Las colinas tienen ojos», hasta «San Valentín sangriento», pasando por Maniac o Km 666, los psycho killers no han dejado de asesinar, torturar y mutilar a sus víctimas, por lo general un grupo de turistas o unos adolescentes desenfadados, puestos en el guión con el fin de ser cazados uno a uno, practicándoles las muertes más angustiosas y originales. «El placer de la caza», fiel a su génesis, rinde tributo a este género con especial deleite. Este tipo de películas suelen ser muy reiterativas en su simpleza argumental, y la que nos ocupa no difiere del resto, excepto quizás que está mejor hecha que otras. Tal vez sea por su origen europeo, por la fotografía o el montaje, pero lo cierto es que resulta impactante. Más que las muertes, lo que más nos horroriza es el disfrute de los verdugos, que a día de hoy son tan reales como la vida misma. Y es que la realidad ha superado la ficción. Tal vez por esto quizá sería hora de preguntarnos por qué disfrutamos asistiendo cómodamente a una representación de tales atrocidades, erigiéndonos como una suerte de macabros espectadores de snuf movies en versión light. Hay algo enfermizo en ello, no cabe duda.

Lo he pasado peor pensando en como se estropeaba la película en ciertos momentos que metiéndome en la piel de los personajes.

El ambiente estaba muy conseguido, una muy buena fotografía, cámara muy bien usada, unas interpretaciones bastante notables, una banda sonora bonita bonita, un slasher de los que a mí me gusta... y un guión estúpido. Seguro que cualquier niño de diez años lo hubiese hecho mejor, por macabro que suene. En ocasiones las reacciones de los personajes son impropias de la situación, totalmente ilógicas y eso echa mucho para atrás a la hora de involucrarte en la película y tomártela en serio y "en serio" eran dos palabras que yo decía entre interrogantes cuando en vez de preocuparse por sobrevivir decían de llevar a una desconocida al hospital cuando tenía un agujero en el estómago por el que le cabía la cabeza y en muchas otras ocasiones de un guión totalmente inverosímil. Y no os desvelo gran cosa, eso pasa en los primeros diez minutos.

Es una pena porque en el resto de aspectos la cinta es buena, y yo, que soy muy benevolente con mis notas, se lo voy a perdonar, pero objetivamente se merece el suspenso.

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Unos amigos se van al campo a pasar unos días y en lugar de encontrar boletus y ruiseñores se topan con un grupo de tarados rurales especializados en mutilar y arrancar miembros. Empieza bien, con una buena reventada de tobillo y un rápido y certero degüello con la navajuna de matar cochinos.
Total, que sin darse cuenta el grupo se ve inmerso en una "caza del urbanita" donde todo vale. El resto de la peli es "¡ay! no me cortes un brazo, mira que me escapo, cachis que me cogen" y torturas varias incluida una reventada de boca con martillo pilón.
En fin, sin más, para pasar un ratillo si no tienes nada mejor que hacer.

Pd. Fallo gordo ¿Cómo es que estos asesinos rurales tienen los dientes tan bien cuidados?

No sé si alguna es plagio de la otra. A lo mejor no, pero el final tiene su similitud (spoiler, repito, título referido en spoiler).

La cinta es algo pobre, con muchos elementos que caracterizan a estas obras pero con poca o nula originalidad. Todo es previsible y sin sustancia. La motivación de sus personajes antagonistas ni se explica ni se intuye.

En definitiva, un survival que no aporta ni descubre.