El placer de la caza

Carreteras secundarias, una camioneta, verano, años 70, gasolinera y unos jóvenes que recogen a una desconocida en estado de shock. Aunque no lo parezca, esto no es "La Matanza de Texas" sino su copia noruega.

Una dolorosa lucha por la supervivencia, en la que el director se recrea dedicándose a estremecer y escandalizar al espectador con macabras escenas gore. Son estas escenas de alto voltaje las que permanecerán en nuestra memoria y lo único que hacen a "Rovdyr" diferente del resto, ir un paso más allá con un dolor crudo y realista.

En este pilla-pilla forestal los minutos se pasan viendo a los personajes escurrirse entre ramas y matorrales, explorando el escenario hasta que aparezca algún mala-bestia y les haga una de sus trampitas, para dejarlos cojos, mudos o echando sangre a chorros. Parece que al cazador de Bambi se le acabaron los ciervos.

Una película que ya hemos visto, y no sólo una vez, pero merece ser vista por su cocktail de crudeza/belleza setentera y por contener escenas para el recuerdo. Espectadores sensibles abstenerse.

Lo mejor: sus pequeños climax.
Lo peor: no transciende de ser un espectáculo gore.

Lo mejor que se puede decir de "Rovdyr", alias "Backwoods", alias "Manhunt", entra dentro de su estilo visual, del tratamiento de la imágen, del tono general de la fotografía. Todo lo demás, o casi todo, no vale para mucho. Y aquí entraríamos a mencionar elementos que la convierten en otra de esas películas dirigidas para los que hayan nacido anteayer. Es decir, sus formas son tan archiconocidas que lo verdaderamente extraño es que queda claro que sería facilísimo salirse de ellas. Pues no, da igual que venga de Noruega, que de Inglaterra (pienso ahora en "Severance") o de la República del Congo, hay una serie de guionistas repartidos por el mundo que hasta ganan dinero por repetir esquemas una y otra vez como si quisieran revender la misma película a generaciones que consumen cine de usar y tirar. Es decir, lo de hace un año ya no es interesante, véndeme algo "nuevo".
El tema, bueno, el de los consabidos cazadores cazando jovenes pardillos por un bosque durante 72 minutos (esto si que es un acierto señores). La mente se te va mientras la ves pensando giros absurdos, locuras, salidas de tono que nunca llegan porque lo que llega es lo de siempre con algún sádico interés gore. Parece que todos los paises tienen que tener su copia yanki de este tema, pues Noruega ya tiene la suya. Enhorabuena.

Vale que es una película mil veces vista
Vale que no pasa de ser un homenaje a las pelis de terror de los setenta de jovenzuelos en furgoneta que se pierden en el bosque y un grupo de psicokillers rurales les acechan
Vale que el argumento de la caza de humanos también está más que revisitada.
Vale que es previsible a más no poder y que los amantes del género sabrán desde el primer fotograma cual va a ser el planteamiento, el nudo y el desenlace de la historia...

Pero al menos para mí, sí mereció la pena invertir poco más de una hora de mi tiempo en visionar esta película del desconocido cine noruego.

Está rodada con un escaso presupuesto y aunque a veces no terminas de engancharte a las interpretaciones sobre todo cuando hay diálogos (probablemente por el doblaje y la diferencia de idiomas al igual que ocurre cuando se dobla una película asiática) la verdad es que el uso de la cámara de mano, de los primeros planos, de ocultar al máximo los rostros de los asesinos y del recurso tampoco excesivo del 'gore', hacen que esta cinta sí consiga su objetivo de asustarnos a ratos.

Desde Noruega nos llega esta película dirigida por Patrik Syversen, que junto a una de las protagonistas del film, Nini Bull Robsahm, la escribió pretendiendo homenajear a las películas de terror de los setenta, como “La matanza de Texas”.

En ella se nos narra la aventura de cuatro jóvenes que a bordo de una típica furgoneta de la época se dirigen a pasar unos días campestres. Pronto se detienen en un bar de carretera donde discurre el primer encontronazo con los lugareños. Allí se une al grupo una extraña, una mujer asustada… y con razones para estarlo. Al poco de partir serán interceptados en la carretera y llevados inconscientes a lo más profundo del bosque… suena un cuerno de caza… y ellos son las presas, la carrera por la supervivencia comienza…

Rodada con muy poco presupuesto y en muy poco tiempo, Rovdyr posee fortalezas y debilidades igualadas.
En su favor podemos argumentar lo agobiante de las localizaciones, lo cuidado de la sencilla fotografía y, sobre todo ello, varias escenas gores que tras su visionado permanecerán en la memoria del espectador, no se queda en los ya manidos cepos ocultos en el bosque, sino que juega con el alambre de espino y el destrozo de partes de la anatomía de los perseguidos que sorprenden.
En su contra juega el hecho de que, pese a su reducido metraje, pierde bastante tiempo al comienzo para una presentación de personajes que resulta lenta y poco aporta, la audiencia no empatiza con ellos, con sus caracteres ni sus problemas personales, lo que resta emoción a la trama. Igualmente posee alguna que otra escena de dudosa credibilidad, como resulta una en la que un arco y una flecha de primitiva construcción participan…
En un punto medio y de controversia se ubica el uso de los tiempos, los asesinos se alargan en su relación con sus víctimas, y los momentos de tensión se extienden… este hecho ha dividido al publico, hay a quien le aburre (más de uno se preguntaba si en Noruega regalan el metraje…) y hay a quien, como a mi, le hace disfrutar más de la escena y subraya el dramatismo de la misma.

En conjunto, Rodvyr (o Manhunt, o Backwoods… diversos y excesivos son los títulos que se le van colgando) no es una película sobresaliente, pero aprueba lo que sus intenciones prometen, homenajear a un género ya lejano en el tiempo, un género en el que los personajes daban igual, en el que la persecución era la protagonista y la muerte de cada uno de ellos un regalo a la morbosa retina del espectador. Supongo que este homenaje también lleva a una completa sensación de “ya visto” para los amantes del género… pero para un amante del cine nórdico como el que escribe, Patrick Syversen ha sabido darle un toque de interés.

Entretenida, suficientemente corta para no cansar al espectador y digna para pasar un buen rato con palomitas salpicadas de sangre.
Enoch

Nos encontramos ante la enésima copia de películas que tratan sobre el juego del escondite (con castigo para el perdedor) en un bosque, tales como "KM 666", "Desmembrados", "La matanza de Texas" u otras más recientes como "Cabeza de muerte" o el remake de "Viernes 13". Aún así, sin ser nada original, la peli entretiene bastante y puede llegar a enganchar.

La historia comienza con una escena típica para impactar al espectador y engancharlo (no lo consigue si eres asiduo a este género). A continuación, la historia base, con unos chicos que se aventuran en un bosque, pero que al recoger a una loca por el camino se meten en un problema del que les costará mucho salir. ¿No suena a nada nuevo verdad? Porque no lo es.

A pesar de todo, la peli tiene alguna escena interesante, sus actuaciones no es que sean muy buenas, pero alguna es salvable, y los efectos no están nada mal. Pero su final... se encuentra bastante acorde al resto de la cinta, es decir, es lo más predecible que te puedes echar a la cara.

En conclusión, entretenida, aunque podría estar muchísimo mejor...!!