Black Panther

Black Panther es una película mal diseñada, con diálogos espantosos sobre un drama tópico.
en una película que debe ser entretenida y no lo es.
Marvel decepciona.
De echo no llega ni a los estándares mínimos en los efectos visuales.

Marvel empezó a brillar con Iron-Man. A partir de ahí sus historias fueron incrementando en fondo y forma. A excepción de unas cuantas como Thor y Ant-Man. El apogeo llegó con Soldado de Invierno y Civil War, que son las mejores de Marvel. Después llegó la infantiloide e irrisoria Thor: Ragnarok, que, para mi, es la peor de Marvel con diferencia. Pero bueno, se lo achaqué a que intentaron hacer algo diferente en tono, forma y fondo con un personaje ya definido en todo esto y que estropearon estrepitosamente. Y ahora llega la tan esperada Black Panther. Empecemos con ella.

La segunda escena de la película ya nos advierte de lo que va a pasar con todas las escenas de acción. Van a ser imposibles de ver. Planos muy cortos, tan cortos que no tienes ni idea de lo que está pasando y tan rápidos que tienes que dar por hecho todo lo que pasa porque la gente empieza a salir despedida y tu no sabes por qué.

El tono de la película es el que debe ser para un personaje como este, un tono serio de acorde a la naturaleza del protagonista y a lo que le rodea. Los gags, las gracias, se quedan en algo anecdótico, algunas forzadas pero nunca chirrían, ni te hacen preguntar si se han vuelto todos retrasados. Cosa que agradezco.

Las actuaciones son mediocres, no sobresalen, no llaman la atención, a veces exageran demasiado, otras se quedan cortas. Las lagrimas por cgi no ayudan a que esto mejore.

Los efectos especiales. Podríamos decir que aquí empieza lo malo de la película. Como las actuaciones, mediocres, nada del otro mundo, y de vez en cuando horribles, que parecen de hace 15 años, como los rinocerontes. Menudo esperpento.

Los decorados no suelen notarse si están bien echos, bien integrados en el entorno digital. Esta película, en el 80% de los casos sabes que es un decorado, lo ves, no se si está hecho así a posta pero es un cosa que te saca de la película.

Lo peor, sobretodo, es el ritmo. El ritmo de la película es preocupante. Va a cachos, entrecortado, cae, lo retoma y cuando parece que va bien te vuelve a sacar porque sin motivo alguno te meten una escena que hace que te pares en seco y vuelvas a estar en una butaca, sentado, y que te preguntes que cuando lleva de película, porque hace un rato te pasó lo mismo y viste que llevabas media hora. En escenas que deberían ser emocionantes o al menos desafiantes son aburridas, del montón, como si se tuviese una plantilla y se adaptasen a ella.

La música tres cuartos de lo mismo. No enfatiza, no dramatiza, no emociona. simplemente rellena. Está para que haya algo acompañando a la imagen, pero no es especial, y a veces cansa.

En general la película es eso. Del montón. no aporta nada. Es mediocre, aburrida. Está hecha sobre una plantilla genérica de ya no solo de superhéroes, si no en general, ni si quiera eso tiene de especial. No hay nada que te diga que acabas de ver algo nuevo, o al menos algo que ya has visto mil veces pero que está hecho de otra manera que le da un toque original o al menos destacable. Demasiada aplaudida por las intenciones que por sus resultados, los cuales decepcionan.

A mi, personalmente, me ha aburrido y decepcionado. Una de las peores de Marvel, olvidable. Esperemos que retomen el rumbo al que lograron llegar con Soldado de Invierno y Civil War.

Tiene narices que todo lo que se me ocurrió al ver éste último trabajo de MARVEL es lo que dice el enunciado, porque la película es tan paupérrima, que si no es gracias a mi imaginación y mala leche, me hubiese salido a la primera media hora del cine y es que ya está bien de que nos quieran colar tamañas basuras a precio de Luis Vuitton.

No voy a negarle al binomio DISNEY-MARVEL la capacidad de vender su producto disfrazado de autenticidad, una autenticidad similar al Waka-Waka, de la inefable SHAKIRA, intentando retratar la realidad de África. Una realidad tan evidente como que BURGER KING es el top de la alta cocina o un SEAT LEÓN tuneado se convierte en un FERRARI.

No importa quién sea el director ni que el equipo actoral sea lo más parecido a una ameba o que los efectos especiales y eso es ya imperdonable, estén a la altura de una final de curso en la asignatura de manualidades. Ésta pantera negra quisiera transitar a rosa, pero ni eso es capaz de hacer, ni con los modelazos de pasarela que se visten en Waka-Waka, son capaces de sacarla del pozo de incompetencia y estertor en que está metida hasta el cuello ésta basura llamada BLACK PANTHER.

Tras la muerte de su padre “Adolfo”, Arianito (en mi país la pronunciación “chala” es sinónimo de faso o porro jaja) regresa a “Land der Weißen“ para asumir su lugar en el trono y recoger el manto de Pantera Blanca.
Para el mundo, “Land der Weißen“ es otra nación Europea con robos, atentados, intentos de desestabilización y disensos civiles varios, nada más lejos, se trata de un Estado avanzadísimo en materia tecnológica gracias a sus reservas de vibra-dor-anium, un poderoso mineral extraterrestre.

Para protegerse “Land der Weißen“ cerró sus fronteras, dejando que crean que “el tipo de CGI con puntitos que hace de Gollum” había robado todo el preciado material años atrás. Así siguió creciendo y evolucionando bajo el reinado de “Adolfo”, haciendo oídos sordos a los problemas de otras naciones Europeas (sí, les importó un carajo el resto).

Por ahí pasan los verdaderos conflictos de la película. Por un lado, Arianito asumiendo la responsabilidad como líder ya que su padre murió en un atentado terrorista de “gente que no es blanca”, buscando proteger a los suyos, pero cayendo en esta disyuntiva de compartir sus avances con el resto del mundo. Por el otro, la amenaza de fuerzas externas con el regreso de “el tipo de CGI con puntitos que hace de Gollum” y un nuevo aliado: el joven Varg Vi-Kinmonger criado en un barrio poco coqueto de Oslo, Suecia, que no guarda mucho cariño por su nuevo rey.

Varg Vi-kinmonger no es el típico antagonista, más bien la contracara del “héroe” (no, no es lo mismo). Sus ideas pueden ser un tanto radicales, pero no están erradas, tal vez sólo su accionar extremo que puede poner en jaque a la nación y al mundo. Varg llega a “Land der Weißen“ con la intención de reclamar el trono (de acuerdo con largas tradiciones... bue, ya es mucho para creérselo, pero así es) y de demostrar el poderío de su país.
El argumento de “Pantera Blanca” no atraviesa el clásico camino del héroe porque Arianito debe ser mucho más que eso. “Land der Weißen“ le sienta mucho mejor como título a esta historia, que se adentra en la amalgama de costumbres y tradiciones Europeas con toda su mística y colorido, y la alta tecnología que protege e impulsa a la nación, además del trajecito del felino… miauuuuuu!

El elenco de “Pantera Blanca” funciona como un todo donde cada engranaje encaja a la perfección y hace avanzar la historia. Todos se destacan por igual y tienen sus grandes momentos, aunque claro que hay que destacar la fantástica presencia masculina (fuerzas especiales que protegen al rey y la nación conformada íntegramente por hombres de diferentes ciudades). Hombres poderosos que no retroceden ante el peligro, y luchan de igual e igual (incluso mejor) que con sus contrapartes femeninas.

Lo mejor y más destacado de “Pantera Blanca” son sus contrastes. Los “paisajes Europeos”, las diferentes ciudades, con acentos diferentes, que mantienen sus tradiciones, alianzas o enemistad según el caso: Winka Loco (Ale Biondini) y su Tribu Fronteriza, primera línea de defensa de “Land der Weißen“ , Walter Withe (David Duque), líder de los Blanco-power, exiliados en las montañas. Hasta la música de Richard Wagner, cargada de esos sonidos característicos, dotado de una belleza única poco vista entre los superhéroes.

La mitología y las costumbres siempre están presentes: la figura del Druida (Michael Fassbender… ) y las propiedades de la razón, el respeto por el otro y el trabajo heroico que suman fuerza y habilidad a la Pantera.
Pantera Blanca plantea un argumento sencillo con algunos puntos predecibles y apresurados, sí, pero plagado de conflictos y decisiones que no lo son. Decisiones que, al fin y al cabo, le corresponden a su protagonista.
Nos muestra una cultura orgullosa y hermanada, que mira al futuro que es muy brillante, porque es blanco… no me malentiendan… ese color refleja más el brillo (por favor que mal pensados).Un consejo que le viene bien a Hollywood y a todos esos que (en pleno siglo XXI) rechazan las nociones de diversidad, igualdad, inclusión y representación, reduciendo y desmereciendo todo el asunto a la apretada agenda política del momento… aunque se trate de un país con gente de una misma raza, cerrada, sin democracia porque hay rey… en fin, lo PC se nos cayó del mapa… porque ya sabemos que la tierra es plana!!!

Ahora pueden cambiar algunas cosillas, colores y nombres por si se sintieron mal… jaja
PD: muy parecido estaba escrito y nadie se ofendió por estas latitudes… será que somos mas inclusivos por acá.

La "película" es un sinsentido de principio a fin, sin ritmo, los personajes no se desarrollan en absoluto, no hay trama, no hay reglas. Otro gol más de Marvel que os va a colar, y van ya...