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Vivir para siempre

Drama A Sam, un niño de doce años, le apasionan las historias fantásticas. Quiere saberlo todo sobre ovnis y películas de miedo, aeronaves y fantasmas. También quiere saber qué se siente al tomar el primer trago de cerveza, al dar la primera calada a un cigarrillo y al besar a una chica. Quiere conocer las experiencias de los adolescentes, porque él seguramente no llegará a esa edad. Tiene leucemia, y aunque los adultos respondan ambiguamente ... [+]
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Críticas 11
Críticas ordenadas por utilidad
8 de mayo de 2011
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pelicula sin pelos en la lengua, tema muy actual, hay muchos niños en estas situaciones, aunque el resto del mundo no se de cuenta de lo que pasa dentro de los hospitales.

Película muy necesaria y muy bien tratada.
aivlis
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27 de agosto de 2011
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Vivir para siempre" tiene ciertas carencias que la impedirán el triunfo a gran escala, pero cuenta con una interpretación protagonista asombrosa, una música genial y, sobre todo, una historia llena de ilusión, alegría y optimismo que refuerza las ganas de vivir...para siempre.
javi_crm
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10 de marzo de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminamos con la frase “ya sé que contado no es lo mismo” cuando queremos explicarle a alguien una experiencia importante que hemos tenido pero vemos que no acaba de hacer mella en él. Eso mismo debería decirnos Gustavo Ron a cada uno de nosotros cuando salgamos de Vivir para siempre, una adaptación del bestseller de Sally Nicholls. Y es que su buena intención es tan loable como son denunciables la falta de recursos en la narración y la poca picardía en el guion que nos dejan pasmados con una extraña mueca al final del filme.

Se trata de la historia de Sam, un niño inquieto y travieso que padece leucemia y es consciente de que tiene los días contados. Mediante un diario, tanto escrito como en vídeo, intentará inmortalizar su presencia en el mundo mientras se formula preguntas a las que nadie ha sabido todavía responder (“¿qué hay después de la muerte?”) y otras quizás más técnicas, como si es posible morir sin sufrir.

Se trata de un filme bien realizado, utilizando técnicas atractivas como las pequeñas historietas mostradas mediante una animación -lo cual siempre da un poco de oxígeno al espectador- o la grúa cuyo uso a veces es un simple capricho estilístico.

No es fácil hacer que un público con poca experiencia de la muerte o la enfermedad vibre con esta película: según cómo, puede acabar aborreciéndola. Pero eso no es excusa, ya que Albert Espinosa lo ha conseguido magistralmente con Planta cuarta o con la reciente serie Polseres vermelles. El problema, como he dicho, está en la narración y en el guion.

Sobre la narración, se abusa sobremanera del diálogo; hay pocos momentos de auténtica contemplación en los que no necesitemos escuchar nada para estar inmersos en la película. Todas las preguntas se formulan de forma retórica, sin atisbo de pregunta implícita o indirecta alguno, lo cual no hubiera sido difícil al tratarse de un niño.

En cuanto al guion, hay algunas faltas imperdonables, sobre todo en lo que a personajes se refiere. El padre de Sam, cuya postura huidiza y poco firme paternalmente hablando no puede menos que chocarnos, sufre un cambio un tanto repentino que parece insinuar que podría haber sido él el protagonista de la misma película si le hubiéramos cambiado el enfoque. O la niña, que vendría a ser el “amor idílico” de Sam y podemos decir que sólo aparece en escena para besarle, aunque sea fuera de contexto, o fuera de la iglesia donde se celebra el funeral de su amigo común Félix, fallecido por causa de la misma leucemia. Asimismo, la relación entre los dos protagonistas no resulta en absoluto natural ni suscita ningún tipo de afecto por nuestra parte, puesto que su forma de estar juntos se reduce a las locuras justificadas por el contexto de su enfermedad y a las preguntas filosóficas, cosa que no ocurre en Planta cuarta.

Aún así, no deja de ser una película atrevida y bienintencionada que, a lo sumo, nos hará pensar sobre lo mal que gestionamos el poco tiempo del que disponemos.
TheYllusionist
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12 de agosto de 2012
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"Hay cosas en la vida que son perfectas de principio a fin, pero no lo sabes hasta que las has vivido". Pues eso. Hay películas en la vida que son perfectas de principio a fin, pero no lo sabes hasta que las has visto.

Para decirlo de manera breve: es una película IMPRESCINDIBLE. Para cualquiera. Está cuidada hasta el último detalle, las actuaciones son magistrales (a mí me han gustado especialmente Felix y el padre de Sam), la banda sonora es sencillamente preciosa, el guión es maravilloso y de la fotografía no quiero ni hablar.

Lo único negativo que se puede decir, y es básicamente por decir algo, es que hacia la mitad de la película hay un momento en el que el ritmo decae mucho (spoiler*). Por lo demás, es una película perfecta, con momentos para llorar y, aunque parezca mentira, momentos para reírse como nunca.

Si no la habéis visto ya, estáis tardando. No os arrepentiréis, os lo aseguro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lissa
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2 de julio de 2023
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Vivir para siempre es una excelente película que adapta el best seller homónimo de Sally Nicholls. Su temática nos hace reflexionar sobre algo que a menudo esquivamos o posponemos: pensar o hablar abiertamente sobre la muerte. La propuesta se realiza, al igual que en la ya comentada en este Blog Cartas a Dios, desde la perpectiva de un niño enfermo cuya muerte está cercana. De la misma manera que en la película francesa, ello no es óbice para que el humor y el optimismo vital tengan cabida. No estamos ante un film lacrimógeno o sensiblero, sino ante una tragicomedia en la que sus protagonistas derrochan ganas de vivir y nos dan una lección para que aprovechemos el tiempo que nos quede en la vida. Como dice su slogan publicitario: "Persigue tus sueños, cada segundo cuenta".

La pelicula cuenta con una producción española, aunque su reparto e interpretación sean en inglés. Su director es Gustavo Ron, en el que se trata de su segundo largometraje (de tres) antes de dedicarse en exclusiva a las series para TV. Me parece una auténtica pena ese giro en su carrera, pues al menos en este film se percibe mucho talento e ingenio, acompañados de atrevidos movimientos de cámara, mezlando la animación en 3D, el paisaje urbano y los exteriores de la naturaleza con bastante acierto. Es justo destacar la fotografía del film, así como los ya mencionados momentos de animación en 3D. También está muy bien seleccionada la BSO, destacando especialmente el tema Amor De Conuco de Juan Luis Guerra. Los solos de piano dan un toque intimista y melancólico a los momentos más dramáticos del film.

Del reparto podemos comentar que la pareja de adultos está formada por los experimentados Ben Chaplin y Emilia Fox, quienes dotan a la interpretación de sobriedad y aplomo. Menos fortuna tuvieron el resto de niños-adolescentes del reparto, quienes en sus carreras cinematográficas no han pasado -en el mejor de los casos- de papeles secundarios. No obstante, todas las interpretaciones son convincentes, destacando por el peso que tiene en la misma su protagonista principal, Robbie Kay.

En apenas 95 minutos se nos cuenta la corta vida de Sam, un niño de doce años que decide grabar y escribir un video-libro en el que él mismo se presenta de la siguiente manera: "Uno, mi nombre es Sam. Dos, tengo doce años. Tres, colecciono historias y hechos fantásticos. Cuatro, tengo leucemia. Y cinco: para cuando veas esto, probablemente estaré muerto". Su nombre no es casual, su debilidad y vulnerabilidad se oponen paradójicamente a los deseos de su madre, quien escogió para él al personaje más fuerte de los textos sagrados: "Mi mamá me llamó Sam por Sansón de la Biblia". Junto a su amigo Félix y la prima de este Kaleigh intentarán dar cumplimiento a una lista de deseos que Sam maniefiesta querer cumplir antes de morir:

- Ser un científico famoso, averiguar cosas y escribir sobre ellas.
- Ver una película de terror clasificada par mayores de 18 años de las que no me dejan ver.
- Subir por las escaleras mecánicas que bajan.
- Pasear en un dirigible.
- Ser un adolescente y beber, fumar y tener novia.
- Ver un fantasma.
- Subir en una nave espacial y ver las estrellas.
- Batir un récord mundial.

La trama y el cumplimiento de esos deseos se van desarrollando al tiempo que Sam en su diario expone una serie de preguntas que nadie responde:

Número 1: ¿Cómo sabes cuando has muerto?
Número 2: ¿Por qué Dios hace que los niños se enfermen?
Número 3: ¿Qué pasaría si alguien no estuviera realmente muerto y la gente pensara que lo está?, ¿Sería enterrado vivo?
Número 4: ¿Duele morir?
Número 5: ¿Cómo es una persona muerta?, ¿O cómo se siente?
Número 6: ¿Por qué la gente tiene que morir?
Número 7: ¿Adónde vas después de morir?
Número 8: ¿El mundo seguirá aquí cuando me haya ido?

Debido al elevado número de acciones y el planteamiento de tantas preguntas da la sensación de que no se profundiza en ninguna de ellas, pero creo que ese no es el objetivo principal del director. No se trata de un manual de respuestas sobre estos temas, sino más bien de una lluvia de preguntas que interpelen al espectador. Temas como las Experiencias Cercanas a la Muerte, los espíritus, la fe, las religiones, el sentido de la vida, el misterio de la enfermedad, la muerte o la resurrección están todos ahí, como en un cocktail donde todo está rebujado y resulta difícil separar unos de otros. A nivel espiritual es por ello interesantísimo, así como el análisis psicológico de cómo cada personaje se sitúa ante el problema: el padre, la madre, la hermana, la abuela, los médicos, Félix, Kaleigh, la enfermera Annie... Cada uno vive el drama a su manera y estereotipan un acercamiento a la temática.

Espiritualmente -y más allá de la temática general- son dignos de destacar dos diálogos. El primero de ellos se produce en una clase en la que delante de la profesora, Mrs Willis (quien no interviene en el debate en ningún momento) Sam y Félix buscan una explicación a la existencia del mal y la compatibilidad de este con Dios:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaime salado
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