Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet

Para un fan incondicional como yo del cine de Tim Burton de los 80 y 90, no es fácil asimilar musicales como Sweeney Todd.

Si bien la estética, el vestuario y la ambientación son como siempre inmejorables, las escenas musicales propiamente dichas resultan en su mayoría terriblemente tediosas, frías e irritantes, y con actores muy limitados en ese apartado, salvo, curiosamente, el niño protagonista. Tampoco el guión ayuda demasiado, con una trama de lo más sencilla y previsible, donde el humor negro y la sangre quedan eclipsados por completo por los excesivos números musicales y por una historia de amor adolescente de lo más intrascendente.

Nos tiene acostumbrados en el último siglo el genial director a darnos una de cal y otra de arena, con películas menores como El planeta de los simios o La novia cadáver, y obras como Big Fish o Charlie y la fábrica de chocolate, que sin llegar al nivel de Ed Wood o Eduardo Manostijeras, al menos nos llevan a ese mundo onírico tan propio de Tim Burton.

Es una pena no haber adaptado este musical a la gran pantalla como un film tipo Sleepy Hollow, con unas buenas dosis de fantasía y terror pero sin esas insoportables canciones......es probable que Johnny Depp al fin se hubiese llevado el tan ansiado Óscar.

P.D. Tim, no hagas más musicales, por favor, no es tu fuerte. Os juro que he acabado con dolor de cabeza.

Recuerdo que tenía yo 18 años cuando ví Sweeney Todd en el teatro Victoria de Barcelona, siendo el protagonista Constantino Romero, y que tan agradable fué la huella que me dejó en la memoria, que por eso ví esta película.

Recuerdo que descubrí admirado al señor Burton en Eduardo Manostijeras, que me hizo descojonar en Mars Attack, que me caló muy hondo en Ed Wood, y que me hizo estremecer con su Big Fish, y por eso vi esta película.

Y aunque también recuerdo que la impronta inconfundible de Tim Burton es su universo gótico, sombrio, tétrico -pero cargado de poesía-, y que eso lo he encontrado también aqui, no puedo por menos que desmerecer tanta opinión favorable, tanto aplaudir, y tantísimo loar una obra menor, que exceptuando el prodigioso diseño de producción, no nos deja más que incoherencias, saturación de canciones mediocres, y un aburrimiento supremo, infinito, tan doloroso como ver a tu ídolo comiendo mierda.

Porque las interpretaciones serán buenas, los decorados prodigiosos, la fotografía admirable... pero ni el argumento, ni el guión, ni las eternas canciones sin apenas límite de continuidad, me han dejado ver más que una obra de teatro bien filmada, pero explayándose hasta la extenuación con un metraje que la hace soporífera, absurda, y autocomplaciente.

Cuando, hace ya tantos años, vi la versión teatral de Constantino Romero, no me quedaron ganas de preguntarme porqué sucedían todas las cosas que veía en el escenario.
En este caso, mis dudas aún han sido mayores que las de Grandine, excelente crítico que ha sabido preguntarse todo lo que deja descolocado al espectador, y a cuya crítica me remito a la hora de esclarecer lo que a mi me ha parecido absurdo, aburrido, y falto de ritmo y coherencia.

Quizás la obra de teatro que ví hace tantos años sea tan mediocre como la propuesta del señor Burton: pero aquella me dejó recuerdos imborrables, y esto tan solo ha conseguido que eche de menos al genio de la pesadilla antes de navidad, y que añore los tiempos en que era un jovencito impresionable, que quizá hubiese declarado -lo que hace el no tener experiencias previas para comparar- que esta peli es una maravilla, y no el tostón infumable, aburrido, y sobrevalorado que es.

La sangrienta combinación que ofrece Tim Burton se antojaba muy sugerente. Un musical sangriento dirigido por Burton con Johnny Depp en el papel de barbero vengativo secciona yugulares es un plato bastante apetecible.

Todas las expectativas creadas con el nuevo film de Burton han sido pocas. Mi entusiasmo mientras contemplaba la película en la gran pantalla ha sido como el de un niño pequeño con una bici nueva.

Johnny Depp interpreta a Benjamin Barker, un joven barbero que es encarcelado sin motivos y que pierde a su bella mujer y a su hija. Al salir de prisión tras muchos años en la sombra, Barker vuelve a Londres como "Sweeney Todd" un siniestro barbero con el mismo peinado que el propio Tim Burton, que busca venganza y clama y canta por ver un poco de sangre correr por las alcantarillas.

El film es musicalmente exquisito, que esté basado en un famoso musical de Broadway es garantía de ello. La historia es entretenida, divertida, terrorífica, sangrienta y emocionante. "El barbero diabólico de la calle Fleet" es simplemente un musical apoteósico.

Lo de Johnny Depp es caso aparte, es un intérprete magnífico, todo lo que toca reluce, y aquí su extravagante personaje Sweeney Todd es una muestra más de ello. Helena Bonham Carter interpreta a Mrs. Lovett, una pastelera que ayudará a Sweeney es sus diabólicos planes. La pareja de Burton, es como no, 100% burtoniana. Luego tenemos al cómico Sacha Baron Cohen (Borat, Ali G) quien interpreta al barbero Adolfo Pirelli, grandioso personaje. Alan Rickman da vida al malvado juez Turpin. Todos están fantásticos.

Luego están los vestuarios y el maquillaje, dignos del mejor film de Burton. Y todo acompañado de una ambientación oscura y tenebrosa, macabra y sangrienta, sucia y maloliente. La singularidad de Tim Burton es la seña de un maestro. Pocos directores pueden decir que son diferentes, Tim lo es, y además es magnífico. No se la pierdan.

Película genial en todos los sentidos.
La ambientación es lo mejor de todo, como ya haría Burton por ejemplo en "Pesadilla antes de navidad", nos mete en un mundo tétrico, oscuro, de tinieblas. Junto a ello, unos personajes a la par de su entorno, oscuros, raros y perturbadores. Genial Sweeney, la chica, el niño pequeño, el alguacil...todos los personajes lo hacen muy bien.
La música, como en todo buen musical, es de primera calidad, con un claro tono a penuria y decadencia (como la que nos trasmiten los personajes). En este musical se ven canciones muy dialogadas, no tienen el ritmo de otros musicales, pero es que Burton acierta de pleno.
Y para redondear todo este conjunto una historia que se torna entretenida, macabra y un tanto violenta, que seguro os absorberá y gustará aunque sea un musical.

En conjunto, Burton ha formado un musical muy oscuro, tétrico y violento, con todos sus elementos a la par (música, personajes, ambientación e historia) y con ese toque de genialidad que le caracteriza.

La única pega es, y permitánme la expresión, que se me hizo como un polvo corto. La primera vez que mire la hora había pasado ya hora y cuarto y poco después ya estaba terminando. ¡Me quedé con ganas de mucho más!.

Disfruténla.

Me encanta Tim Burton, prácticamente todo lo que hace me gusta... incluso cuando no me gusta tanto, me gusta; además me encanta Jhonny Depp y Helena Bonham Carter... ¿qué más podía pedir? Ah pues que en general, los musicales me gustan, al menos aquellos como Cabaret, Chicago, El Violinista en el Tejado (eso si, no toleré Evita... hay que evitarla) Así seguro que salía feliz de la película. Pero no... mi decepción fue creciendo con cada canción!!

Pero bueno, había que darle una oportunidad... pero claro, cada vez que aparecía el mococillo ese cantando "I feel you Johanna..." me daban ganas de vomitar. Cómo me hizo extrañar la maestría del tango de Roxanne en Moulin Rouge, que sí que tenía garra y sentido con la historia. Coincido en las críticas acerca de la historia y sus incongruencias, pero aún eso lo podía soportar porque es una historia fantástica (es decir, de fantasía, que no pretende ser realista), es un cuento y hay que tomarlo como tal, pero ¡¡¡la música!!! que insufrible...

Y de la decepción pasé al enojo, porque las actuaciones eran muy buenas (exceptuando la parejita joven); la estética única, como siempre; la historia me encantó; el sentido del humor es muy bueno, lo macabro está justo en su lugar, incluso lo predecible de la historia no me resulta tan malo pero la pregunta que me sale de la garganta con rabia es ¿¿¿por qué??? ¿porqué señor Burton, tenía que arruinar una buena película convirtiéndola en el peor musical? que enojo saber que pudo haber sido una gran película y terminó siendo la pesadilla del "I feel you Johanna", que sólo de acordarme se me retuerce el estómago del coraje.

Jhonny Depp incomparable como siempre! mantiene la dignidad aún cantando las malas piezas que tuvo que cantar... un aplauso de pié para él...creo que es lo único que me mantuvo sentada sin salirme del cine, porque si además hubiera estado mal actuada...