Haz click aquí para copiar la URL

Historia de mi muerte

Drama. Fantástico El film se centra en la transición entre el siglo XVIII, el del racionalismo, el siglo de las luces y la sensualidad, y los principios del siglo XIX, el del romanticismo, el oscurantismo y la violencia. Dos famosas figuras personifican estos mundos, Casanova y Drácula. En Francia, en una atmósfera de corrupción y alegría artística, un veterano marqués, siempre acompañado por su sirviente de las tierras del norte, vive en un pequeño ... [+]
<< 1 2
Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
29 de noviembre de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la presentación de su película en el Cine-Club de Sabadell, Albert Serra confiesa que los orígenes de la misma hay que encontrarlos en la lectura de “Historia de mi Vida” que la editorial Atalanta puso a nuestra disposición, además de una propuesta para hacer algo sobre Drácula. En el prólogo de la obra, que tiene el paréntesis de (hasta el año 1.797) Félix de Azua equipara al libro como una metáfora antropológica, del nacimiento, desarrollo, decadencia y muerte de un hermoso animal contada por él mismo. Pero es además un documento de singular importancia sobre la vida de Europa en el siglo XVIII y un relato que conmueve, exalta, y excita tanto la lujuria como el raciocinio. Albert Serra, que trabaja todas sus películas sobre mitos muy conocidos, como hizo con Don Quijote o los Reyes magos, en ésta ocasión lo hace sobre el fenómeno sexual de Europa, añadiendo en sus encuadres y diálogos al eclesiástico, al músico, al inventor, al político, al químico (o alquímico) pero presentándole, como así quieren la mayoría de los canovistas, como el anti-Don Juan, su contrario y su enemigo. Y lo consigue muy bien con la interpretación de Vicenç Altaio, que además de poeta y escritor estuvo cinco años al frente del Arts Santa Mònica. Serra no trabaja con actores profesionales, y esa naturalidad se agradece y se palpa en sus películas.
La audacia de Serra se pone de manifiesto en la segunda parte de la película, cuando aparece Drácula y crea entonces dos imaginarios contrapuestos, por un lado el racionalismo encarnado en el personaje auténtico de Casanova, y por otro el romanticismo esotérico del personaje de ficción. Personaje contra ficción a modo de una performance, para llegar a una película donde no hay nada real y todo se convierte en una fantasía que pasa de la luz a las tinieblas, del horror a la belleza y de la belleza al horror, de la injusticia de la belleza a la belleza injusta.
La parte última, la que nos lleva a las tinieblas tiene unas características técnicas muy notables, al conseguir, a base de contratipos unos colores altamente oscuros que tuvimos ya ocasión de ver en francisca de Oliveira, o en el Fausto de Sokurov. No era falta de luz, como algunos murmuraban en la sala, era una situación consciente para provocarnos el desagrado.
Reposada la película, después de unos instantes de desconcierto (que se agradece) la pregunta que nos surge es si eso es una película y que valor le damos a la misma. Partimos de la premisa de que las categorías del arte han sido desplazadas a lo largo del tiempo y por ejemplo las películas de Buñuel eran aborrecidas incluso en París. ¿Existe el arte? A esa pregunta le dedican muchas horas los filósofos, y yo a éste cine, que se sale de la Academia, pero que consigue inquietarme no le despacho con un portazo. Me voy a mi sillón y me pongo a leer las páginas que me quedan (son 3.577) de Historia de Mi vida, y si pueden ser en francés, mucho mejor.
Albert Serra, presenta cinco películas de Hong Sangsoo en un pack que me regaló mi hijo hace ya unos años, ahora a éste director coreano le han dado el primer premio ayer en el festival de Gijón por su mirada humanista de la película Right Now, Wrong Then. ¿La vemos? O nos ponemos a la cola de ocho apellidos… En la obra El Público de Lorca, recientemente representada, al director del teatro del aire le preguntan si sabe cómo orina Romeo.
félix alonso
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de marzo de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estoy en la sala de cine. Es la segunda jornada del "Ibn Arabi Film Festival", el Festival Internacional de Cine de Murcia. Un vídeo da la bienvenida a los espectadores que nos hemos acercado a ver “Història de la meva mort”. Es Albert Serra, el director de la película. Tiene un mensaje que dar. Se disculpa por no haber podido estar aquí. Y aprovecha para dar un aviso a navegantes: tened paciencia, son dos horas y media. Y sí, son dos horas y media, tiempo suficiente para pensar en muchas cosas. ¿Por qué no podré nunca estirar las piernas en el cine? ¿Tendré agua suficiente para pasar el trago que me han anunciado? ¿Esa luz va a estar parpadeando todo el tiempo? Y así empiezas la película, preguntándote.

Sin embargo, conforme avanza la cinta, es más, muy pronto, antes de poder hacerte una cuarta pregunta, te dejas arrastrar por la bonita fachada de la película de Albert Serra. Y es que la fotografía y el sonido son las dos grandes bazas de “Història de la meva mort”:
-El tratamiento de las luces y las sombras características de la época que retrata (s.XVIII-XIX) me lleva a pensar en “Barry Lyndon”, de Stanley Kubrick, sobre todo por la fotografía, tan poco artificial como cuidada. Y en el "Desayuno sobre la hierba" de Manet. Y en los claroscuros de Caravaggio (¡Vamos! que me ha gustado la fotografía).
- El sonido, por otra parte, tiene un papel primordial, amplificado para retratar las fascinaciones y las obsesiones de los personajes: el amor y la muerte, pero también la venganza y la comida. Y es precisamente por ésta última obsesión, y sobre todo por el significado sexual que el director atribuye a ella y a sus sonidos, que esta película me lleva a pensar también en otra referencia externa, en este caso en “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante”, de Peter Greenaway.

Sin embargo, no ocurre lo mismo argumentalmente. O, al menos, no ocurre tan rápidamente -como me ha pasado a mi, pues al final es cuando he visto que casi todo cobra sentido-. Incluso habrá quien no quiera o no pueda dejarse arrastrar por la historia que se nos quiere contar. Esta película es la historia de un tránsito: el paso del luminoso, ilustrado y revolucionario siglo XVIII, hacia el sombrío, romántico y contrarrevolucionario siglo XIX. Una transición que Serra decide encarnar en dos personajes paradigmáticos, Casanova y Drácula:
- El primero, extrovertido y extravagante, iluminado por la razón, la erudición y la sensualidad.
- El segundo, misterioso y casi terrorífico, ensombrecido por su propia historia novelesca y la sexualidad más visceral.
Pero ambos están obsesionados por las mismas cosas: el amor (l'amor) y la muerte (la mort), y, a la vez, por ninguna de ellas.

En definitiva, como una petite mort, literal, simbólica y cinematográfica, y, a la vez, ninguna de ellas. Eso es “Història de la meva mort”.
Antoine Czirszn
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de enero de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me resistía a ver ningún film de este director temiendo que fuese de una futilidad y pretenciosidad extremas, y pretencioso realmente lo es, pero encierra en su inmadurez puro cine. Lastrada por un metraje excesivo, la película hace aguas al tiempo que es una propuesta original, alejada de lo comercial y, pese a sus fallos, interesantísima.
Con una luz y unos exteriores que apabullan por su belleza, con sonido directo, el guión flojea: ese Casanova maduro, al estilo de la inigualable "La noche de Varennes", enfrentado a un chupasangres Drácula, no consigue convencerme, pero valoro enormemente (ya sé que soy contradictorio) los excesos de un director que si madura y lima asperezas, puede convertirse en algo/alguien muy a tener en cuenta.
capote
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de enero de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
De Albert Serra lo único que he apreciado es “La muerte de Luis XIV”. En las demás que he visto, como esta, lo que encuentro es capricho de autor. Que sí, que le funcionan bien las imágenes y la fotografía, que tiene el mérito de conseguir una buena escenografía, pero a la hora de contar una historia, con interés, con intriga, muy poco.
A eso se une unas ínfulas intelectualoides que no se soportan. Porque si se conoce a fondo de lo que trata se da uno cuenta de que Serra trivializa, con apariencia culta, cuestiones filosóficas de mucha entidad.
También le gusta el feísmo en los actores, no profesionales casi siempre y, en ocasiones, hasta repulsivos.
Lo del juntar a Casanova y Drácula no es clasicismo y romanticismo. Eso es un tópico. Casanova ya era romántico.
Dicho esto, puede haber un público, aunque muy minoritario, que se entusiasme con estas “serradas”. A mí que no me llamen.
yoparam
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de mayo de 2019
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene ciertas escenas de belleza pictórica. Lo que le pasa a Serra es que no sabe contar lo que quiere en menos tiempo, y eso penaliza mucho a su obra. Un plano no es mejor por durar más en sí, debe tener una justificación por atmósfera o una emoción contenida que aquí no se encuentra nunca y sí podemos encontrar en películas de autores punteros como PTA, Tarkovsky, Tarr etc. En los planos eternos de Serra encontramos tedio.

Hay películas de dos horas o hasta de 3 horas y pico que se hacen cortas. Porque son inmersivas emocionalmente o bien la narrativa fluye. Aquí ninguna de las dos cosas, por eso hay películas de dos horas y poco que son la muy largas. Aquí hay 40 minutos sin ningún contenido, es alargar porque sí.

Se dice que una película de autor es el espejo de su director, y está más que ninguna para el propio Serra, que dijo hace poco que él es el único autor en toda España haciendo cine. No sé si Serra ha visto suficiente cine para creerse esa frase, o quizá tiene una definición errónea de lo que significa autor. Historia de mi muerte es una obra pretenciosa y con muy poca mesura, al igual que su propio autor. Nada que ver con "La muerte de Luis XIV", que sí es una obra mucho más coherente y sólida.

Serra no es el único autor de España ni el mejor director del mundo, pero le gusta recordárselo a la gente por alguna razón.
javinry
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow