Blade Trinity (Blade 3)

Pocas veces me he sentido tan estafado con una película (bueno si, con el sabor de la sandía también, pero eso es ya otra historia). Después de ver las dos anteriores (especialmente la primera con el grandísimo Deacon Frost, que era el p... amo y mi ídolo), me llevé un chasco de dimensiones desproporcionadas con esta ¿película?, la cual considero que es un insulto hacia aquellas personas que nos gustaron la 1ª y la 2ª. Hay escenas que no tienen pies ni cabeza, ante las cuales pensaba “pero como es posible que a los guionistas se les pasara por la cabeza semejante idiotez”, como en las que el supuesto gran Drácula (que manera de destrozar un personaje tan mítico) sale paseando por las calles con un modelito divino de la muerte como si estuviera desfilando o rodando un anuncio de colonia, o en la que se ve a Wesley Snipes (quien, por cierto, ya no está para estos trotes) preparando su magnífica espada para luego no usarla y la peor de todas, cuando Blade y Drácula van a medir fuerzas y en vez de luchar, éste último sale corriendo como si estuvieran jugando al pilla-pilla o a la peste alta....triste, muy triste. Lo único bueno de la película es la aparición de la guapísima Jessica Biel (junto con Jessica Alba, Monica Bellucci, Kate Beckinsale y Rhona Mitra de las mejores que hay actualmente), pero vaya ni por esas se salva la película.
En resumen, no vale la pena que la alquiles y ni tan siquiera que te la descargues, a no ser que estés con los amigos y llevéis unas cuantas cervezas encima o vayáis fumados para echaros unas risas.

David S. Goyer es un excelente guionista pero un pésimo director, debido a la elección suya en este sentido el “final” de Blade se resiente como la más floja de las tres películas. Da la sensación de que Goyer ha descuidado el guión ante su nueva faceta de director que ha realizado a partir de un mal plagio entre lo que lo hizo Norrington y Del Toro en las dos anteriores. Para la consumación de la serie había que buscar un nuevo reducto que diera solidez a esta tercera parte y puesto que de vampiros hablamos quién mejor que Drácula para resucitarle en tiempos más modernos. El problema de esta tercera parte no es tanto la ausencia de novedades apreciables sino de lo repetitiva que llega a ser, Goyer se recrea en los excesos de todo tipo, especialmente en el sentido del humor, en esta ocasión Ryan Reynolds resulta insoportable a lo largo de toda la película con su eterna colección de chistes malos, lástima que los chupasangre no den buena cuenta de él cuando tienen la oportunidad. Por su parte Snipes está más que cómodo en su papel en el que no hace sino repetirse y Jessica Biel cumple en su papel mucho más acertado que el de Reynolds, por su parte Dominic Purcell (Prison break) interpreta a un Drácula un tanto soso, pero que puede pasar. En líneas generales la saga pide a gritos que esta sea definitivamente la última pues parece bastante evidente que el personaje queda bastante desgastado.

Así de apocalíptico soy respecto a está tercera entrega de la saga del que ha visto el Sol.

Después de una correcta primera parte y una genial segunda entrega nos vienen con esto...y encima el guionista de las dos anteriores dirigiendo nada menos...es decir, el padre de la criatura ha parido algo nauseabundo cuyo visionado duele y hace daño a todos los sentidos...imaginaos el re-visionado...

Menos mal que por ahí se pasea Ryan Reynolds, actor muy criticado (después de Buried no tanto) pero que a mi me hace gracia y me parece un actor muy solvente, para animar un poco la función con sus frases y mofas ante la mirada de Blade (un pérdido Snipes) y de la chica de la película (una sosa Biel).

En definitiva, no se la recomiendo ni a mi peor enemigo.

Desde luego la saga Blade es una de esas que han ido involucionando a un ritmo vertiginoso. Lejos queda ya aquella «Blade» con imágenes, luchas y antagónicos inolvidables. De la segunda parte he hablado no hace mucho, y de esta tercera hablaré ahora mismo, diciendo para empezar que es calamitosa.

Jessica Biel, convertida por esas cosas que pasan y no se entienden en icono sexual (pasajero), y un Ryan Reynolds que, sinceramente, no sé qué hace aquí, son los nuevos acompañantes del Blade de Wesley Snipes. Supongo que ellos formarán la trinidad que el título de la película anuncia. En esta tercera y, espero de corazón, última parte, los vampiros malosos resucitarán ni más ni menos que a Drácula con pantalones campana de cuero (no comment) para que venza al gran Blade. De pasada, el FBI en representación del Estado irá tras los pasos de Blade porque, claro, no puedes estar toda tu vida matando vampiros y humanos por ahí sin que, en algún momento, te pillen. Pues le pillan. Esto, la verdad, no aporta prácticamente nada a la trama, excepto una indescriptible secuencia iniciada por Abigail y Hannibal rescatando a Blade. Creo que se me saltaron la lágrima de risa, así que creo que con eso ya está todo dicho.

«Blade Trinity» no sólo pierde cualquier rastro de buen gusto, encanto, carisma..., yo qué sé, de esa alma, por llamarlo de alguna manera, que vivía bajo el Blade original, sino que también verisimilitud dentro de la fantasía. Así, nos atropella con un montón de luchas, algunas que ni siquiera vienen a cuento (como la de Abigail en la estación de metro, encajada de repente en la trama... Incomprensible), y diálogos que lo mejor que puedes hacer es olvidar o ignorar, tal y como hace Blade ante las chorradas que suelta Hannibal. Es verdad que a veces se le escapa algo con cierta gracia, pero la mayor parte del tiempo te cansa.

Aunque floja, entretiene con sus disparates, eso hay que reconocérselo.

Una Jessica Biel que parece Buffy Cazavampiros,un Snipes que muerde,un Ryan Reynolds cuyos chistes no tienen gracia y se hace el duro vacilón.
El malo es en realidad un "antihéroe" que valora el honor y eso de "vivir y morir por la espada".

En este film no se menciona ni por asomo el tema de los virus causantes de la "mutación" que convierte a los humanos en vampiros.Además en esta tercera película de la saga Blade no se muestra muy motivado, sino más bien hastiado de luchar.Los vampiros carecen de carisma por completo (menos el perro-vampiro-pomerania que tiene cierta gracia).

Este film no está a la altura del primero (tampoco era de esperar con el señor Goyer).

Además aquí Drácula (apodado "Drake") ayuda al propio Blade al librarle de la persecución del mismo F.B.I. que por culpa de los "lacayos" es descubierto por la policia y los medios de comunicación, apareciendo hasta en los periodicos como un "criminal".

Lo que más me defraudó de esta tercera parte fué que el personaje que interpreta Kris Kristofferson muriera apenas empezar el film.

La interpretación del señor Snipes queda bien,pero su personaje muestra indicios de desgaste.
Este Blade no impresiona con peleas a "supervelocidad" como aquella de la segunda parte en que nuestro protagonista lucha con Nyssa, o la gran batalla que libra contra el villano de la primera parte.

Al final esta tercera parte solo tiene un mérito... Sirve para distraerse.