En los límites de la realidad

Lo bueno que tiene el cine de ciencia-ficción americano de los ochenta, es que en vez de utilizar brillantina digital en sus pelis para marcar la diferencia (como ahora), se valían de la imaginación y el ingenio.
Si esta cinta es irregular, es por culpa de las dos primeras historias: la de John Landis es obvia e insulsa, y la de Spielberg, sinceramente me pareció infumable. Pero como bien dice un usuario en estas críticas, no hay que cometer el error de dejar el film a la mitad, pues a partir de aquí viene lo mejor.
Joe Dante nos ofrece un magnífico cuento, tan inquietante como pintoresco: lo más parecido a una pesadilla con los Looney Tunes. El director de Gremlins demuestra gran habilidad para convertir la casa de una familia americana al uso en un agujero surrealista y grotesco. Que los oportunos efectos especiales estén desfasados es lo de menos.
George Miller nos presenta la historia más completa, con una magnífica interpretación de John Lithgow. Este corto mezcla con maestría el terror psicológico de altos vuelos, la paranoia y el humor negro a raíz de un eléctrico gremlin.
Aunque estos relatos sean más famosos por los homenajes que en su día les dedicó Los Simpson, merece la pena ver los dos últimos episodios, auténticas joyas del cine fantástico de los ochenta.

En esta recreación nostálgica de la clásica serie fantástica "The Twilight Zone" ("En los límites de la realidad" en España, y "La dimensión desconocida" en Latinoamérica), Steven Spielberg parece haberse percatado de cuales episodios salieron mejores que otros, porque organizó la secuencia en orden creciente, del peor al mejor. El suyo no salió favorecido.

0) Antes de los títulos iniciales con el famoso discursito de presentación (narrado esta vez por Burgess Meredith, el "Mickey" de Rocky), asistimos a un breve y divertido prólogo protagonizado por Dan Aykroyd. Casi que este preludio es mejor que los episodios en sí

1) El primero, de Landis, es muy flojo y con una irritante intención moralizadora, y fue portagonizado por el actor Vic Morrow. Si uno echa un vistazo en IMDB, verá que este film figura como el último de su filmografía. La explicacíon es macabra: durante la escena que transcurre en Vietnam, él junto a dos niños extras murieron durante un accidente de helicóptero. Landis fue demandado por negligencia, pero la justicia lo declaró inocente.

2) El segundo, dirigido por el director de E.T., es también totalmente pedorro: un grupo de abuelos en un asilo geríatrico, recuperan su juventud gracias a una intervención mágica. Dos años después producía "Cocoon", donde le daba a su idea original la inclusión de su recurso favorito: los extraterrestres.

3) Dirigida por Joe Dante, el tercer episodio mejora notablemente el nivel de producción de los dos previos, pero la historia es bastante boba y sin interés. Un niño tiene el poder de hacer sus deseos mágicamente realidad, teniendo cautiva a una "familia". Notable el diseño de los efectos especiales para reproducir personajes de dibujos animados traidos a la vida real. Poco más

4) George Miller, el creador de la saga "Mad Max", dirije el único episodio realmente bueno, con John Lithgow (de 3rd Rock From the Sun) como un fóbico a los aviones que tiene tremendo ataque de pánico en pleno vuelo.

5) Dan Aykroyd regresa brevemente para dar el guiño simpático final.

Que sí, hombre, que sí. Que yo también flipaba con este tipo de productos de niño. Es lo que había. Luego cuando descubres la serie original de “Twilight Zone” te das cuenta de como nos tomaban el pelo en los ochenta. Hay tanta diferencia entre esta película y la serie como la que existía entre “Alfred Hitchcock presents” del 1955 con el pastiche del 1985. Un mundo.

Cuatro historietas bastante limitadas que no permiten ninguna calificación en solitario destacada, probablemente la última del avión de George Miller sea la más recordada. Lo más resaltable es que la de Spielberg (la de los viejecitos “protoCocoon”) es la peor con diferencia, un suspenso bastante claro. Meritorio es el arranque y el enlace con el final, aunque sea una chorrada tiene encanto.

Y poco más, que en aquellos primeros años de los ochenta el cine se recuperaba de casi quince años de enfermedad y gracias a nuestra generación. Nos deben una.

Vaya nochecita... era bastante pequeña y pensaba que aquel bicho que sale en el avión lo tenía junto a mi ventana... era incapaz de subir la persiana.. pensaba que la subiria y estaria alli.. enganchado al cristal.... horroroso!!! la segunda noche que más miedo pasé con una película. Supongo que verla de mayor ya es otra cosa, pero os aseguro que de pequeña me cagué.

La mejor película fantástica que he visto. La película en general es de excelente factura para la época, aunque hay que reconocer que el interés de las 4 historias en que se divide el filme varía notablemente.
Las dos primeras historias no son nada del otro barrio, especialmente la 2ª (dirigida por.... Spielberg!!). En cambio, la 3ª y la 4ª, dirigidas por J. Dante y G. Miller, son magníficas.
La 3ª historia trata sobre un niño muy infeliz que es capaz de obtener todo lo que desea, la estética y desarrollo de este fragmento son fabulosos, es sin lugar a dudas la historia más siniestra de las cuatro.
La 4ª historia, la más popular, tiene algunos de los mejores momentos de la historia del cine fantástico. Trata sobre un hombre que tiene pánico a volar y que se ve envuelto en una trama delirante en pleno vuelo, con un bicho volador que sólo él es capaz de ver destrozando los motores del avión. El protagonista es John Lithgow, que está inmenso.

En resumen, les recomiendo fervientemte esta película, y no se desanimen si no les gustan las dos primeras historias, lo mejor viene al final!