Haz click aquí para copiar la URL

Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra

Aventuras. Fantástico. Comedia. Acción Mar Caribe, siglo XVIII. El aventurero capitán Jack Sparrow piratea en aguas caribeñas, pero su andanzas terminan cuando su enemigo, el Capitán Barbossa, después de robarle su barco, el Perla Negra, ataca la ciudad de Port Royal y secuestra a Elizabeth Swann, la hija del Gobernador. Will Turner, amigo de la infancia de Elizabeth, se une a Jack para rescatarla y recuperar el Perla Negra. Pero Barbossa y su tripulación son víctimas de un ... [+]
<< 1 2 3 4 10 39 >>
Críticas 193
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8 de febrero de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
No miento cuando digo que he visto esta película 15 veces mínimo, y macho, acabo de poner el tráiler y me dan ganas de volver a verla. La verdad es que Johnny Depp en el papel de Jack Sparrow me encanta, hace un papelón, es el pirata de los piratas, es más, el mejor del mundo. Rompió los esquemas de las películas de su género hasta esa época. Y que decir de la banda sonora, de sus imágenes, la caracterización, ese vestuario y los decorados. Todo ello sin hablar de la Perla negra que estoy pensando en tatuármela. Buena trama, y cuánto trapecismo!!! La recomiendo ver mínimo una vez al año. Y ya está. Aquí puse iconos con corazones pero me salia un error
Al grano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mar adentro, donde las aguas se oscurecen y no se aprecia el fondo, donde el horizonte se divisa cada vez más distante y el silencio es tan sepulcral que casi provoca escalofríos, sin duda trae mala suerte cantar una canción de piratas, especialmente cuando un navío de velas negras aparece surcando el océano...

Es la tradición de la mitología pirata, que lleva ocupando la ficción desde hace siglos y el celuloide prácticamente desde sus inicios, aunque poco a poco se hundía en sus propias aguas; no podía imaginar Roman Polanski que su querida "Piratas", de la que dijo iba ser la película definitiva del género, fuese a convertirse en un auténtico fracaso crítico y de taquilla, y en efecto el mediocre Renny Harlin no recuperó el entusiasmo por estos relatos con "La Isla de las Cabezas Cortadas", uno de esos monumentales desastres que quedan para siempre en la Historia del cine. Todo se creía perdido para los corsarios, navíos, rufianes de islas remotas y codiciados tesoros...
Hasta que la pareja de inteligentes guionistas Terry Rossio y Ted Elliott ofrecieron a Disney un proyecto basado en su popular atracción "Pirates of the Caribbean", creada por el mismísimo Walt Disney e inaugurada a finales de los '60. Esto no caló en los ejecutivos precisamente porque consideraban al género ya muerto y enterrado...pero como los caminos del Señor son inescrutables, cuando años más tarde la productora recuperó dicha idea metiendo de por medio al benefactor de "blockbusters" Jerry Bruckheimer, éste se trajo a Rossio y Elliott para el guión, amén de a unos cuantos más.

Difícil no tirar de empalagosa nostalgia cuando un servidor recuerda haber visto "Piratas del Caribe" en su día de estreno, hace ya unos larguísimos 18 años, pero un recuerdo cálido y fascinante en la memoria; el mismo sentimiento que debió embargar a Gregor Verbinski, quien rescató sus días de infancia como visitante de la atracción de Disney cuando, tras su nauseabundo aunque tristemente exitoso "remake" de "The Ring", le encargaron ocuparse de lo que sería una obra de presupuesto millonario en la que desde su inicio se desea imprimir una sensación inconfundible de misterio, amenaza, aventura y romance.
Un gran navío inglés atraviesa un oceano cubierto de espesa niebla; a lo lejos se escucha una dulce voz cantando una canción típica de piratas, sin embargo la niña (Elizabeth) es reprendida por un oficial a bordo (Gibbs); más tarde, de entre la neblina aparece un chico a la deriva en una balsa (Will), rescatado y puesto al cuidado de aquélla, que le arrebata un extraño medallón de oro...a lo lejos, otra nave de velas negras emerge de la nada, y el sueño se da por concluido. Tradición, superstición y un absorbente onirismo gótico se dan de la mano en lo que será uno de los sellos del relato, además de los fundamentos de un novelesco romance, amargo y secreto, propio del melodrama clásico.

Porque en toda su gloria aparece cuando, años después, vemos a esa Elizabeth, hija de un privelegiado gobernador en la portuaria colonia británica de Port Royal, enamorada de aquel joven que rescató, ahora humilde herrero, amor a todas luces imposible por la fijación del comodoro Norrington en ella; pero esto no es una novela de Jane Austen, y el dúo Elliott/Rossio juega con el espectador al prestar demasiada atención a estos candorosos Orlando Bloom y (la bellísima) Keira Knightley, y hacernos creer que son los auténticos protagonistas.
Es cuando, salido de ninguna parte, Jack Sparrow (capitán, si no os importa) hace su entrada triunfal en la misma ciudad; crucial la elección de un Johnny Depp en aquellos días no considerado un actor comercial, para dar vida a uno de sus personajes más míticos, una versión zarrapastrosa, patética e igual de encantadora y vivaz que el Vallo a quien Lancaster interpretó en "El Temible Burlón" (una de las principales influencias del film). Este anti-héroe, perfecta encarnación de la astucia, la temeridad, el desparpajo y el libre albredío, llega para derribar de un plumazo la atmósfera romántica de la historia con sus toques de humor descarado.

(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)

Destacan, además del espectacular trabajo de efectos visuales, el diseño artístico, el montaje, la cuidada fotografía de Dariusz Wolski, atento al espectro más oscuro y lúgubre de los espacios interiores, y la estimulante música de Klaus Badelt y Hans Zimmer, otro elemento muy importante de la historia (John Williams no lo habría hecho mejor...). Chocan en lo artístico el exceso caricaturesco de Depp como hijo bastardo de Keith Richards y Douglas Fairbanks y la mordaz teatralidad de Rush con las insípidas actuaciones de un Bloom a la manera heroica de Errol Fynn y esa Knightley que juega a ser también una Jean Peter's cualquiera en lugar de la clásica doncella en apuros...pero se descalabra por el camino y sobre todo durante el clímax.
Unos secundarios que incluyen al gran Jonathan Pryce, Kevin McNally, Jack Davenport y el dúo cómico Mackenzie Crook/Lee Arenberg redondea el elenco, todos en personajes de caracteres y rasgos bien definidos. Y son estas virtudes, perdonando los instantes más idiotas y disparatados, los que hicieron a esta vibrante, frenética y por momentos tan aterradora como divertida aventura marina arrasar con lo que vio sin ninguna generosidad: tanto la taquilla como el orgullo de los que se atrevieron a considerarla un fracaso antes de su estreno.

Pero 300 millones de dólares en taquilla, sólo en EE.UU., coronaron su triunfo. Se recupera así la esencia de lo mítico, el gusto por viajar a un universo de ensueño, de sucios bucaneros y persecuciones en alta mar para rescatar a ladies en apuros e ir hasta confines donde hay monstruos, tesoros y maldiciones por desenterrar.
Verbinski y Bruckheimer, le pese a quien le pese, nos trajeron una aventura en su sentido más estricto y fascinante para llegar a ser con el tiempo un irrepetible "blockbuster" de su género y del recién entrado nuevo siglo. Yo! ho!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de mayo de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Antes de nada, un consejo: véala con los ojos de la infancia, sígala con su mirada; no la vea con las ínfulas de un adulto sobreestimado; o se aburrirá. Y entonces no le eche la culpa a la cinta, pues ésta no tiene más pretensión que la de entretenernos cómo a niños. A los que, por una vez, Disney consiguió divertir sin empalagarlos, al menos al niño que yo fui, soy o seré...

Existió una edad dorada del cine de piratas durante los años cuarenta y principios de los cincuenta cuando las grandes productoras hollywoodenses apostaron por este género en el que intervendrían grandes estrellas cómo Errol Flynnel, Tyrone Power, Maureen O'Hara, Burt Lancaster o Charles Laughton entre otros. Una era de la que aún perviven algunas magníficas películas. Luego el género decayó y quedó en manos de la serie B, sobre todo a través de malas producciones italianas a la sombra de Emilio Salgari, y no hubo ya buenas películas de piratas, a excepción quizá de “Viento en las velas” (“Piratas” de Polanski prefiero pensar que sólo fue un mal sueño), hasta que Geena Davis protagonizase, “La isla de las cabezas cortadas”, que en cierto modo retorna a la esencia de la vieja era del género. Pero "Piratas del Caribe" es otra cosa y no es que reniegue de aquellas -es más, a su manera las homenajea- sino que es aún mejor, añade a los viejos relatos un halo de fantasía que no tuvieron sus predecesoras. Además, desde que en la pantalla asomase el capitán Kidd (Charles Laughton), no ha habido un pirata de tal carisma ni que tanta simpatía despertase entre los espectadores cómo, Jack Spaparrow (Johnny Depp); el pirata más atípico, desfasado, amanerado, distraído, sobreactuado (en el buen sentido) y pasota en la historia del cine de piratas, bucaneros, corsarios y demás proscritos de los siete mares.

El antetítulo, "Piratas del Caribe", le viene cómo loro sobre hombro, cómo plancha al condenado, pues nos retrotrae a las leyendas de los que surcaron aquellas sangrientas aguas plagadas de tiburones, galeones repletos de oro y bergantes bajo negros pabellones, nos devuelve a la isla de Tortuga, a las andanadas de cañón, a las velas henchidas al viento, al cofre y el mapa del tesoro, a la pata de palo, al grafio, al parche en el ojo y a los viejos códigos.

En, “Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra”, no hallarán grandes héroes, quizá sí grandes villanos, tampoco verán una bella historia de amor, mas; se deslumbrarán con un gran relato de aventuras, se maravillarán con el espectáculo que les aguarda, y hasta surcarán un mar de carcajadas.

Así que señoras, señores, canten conmigo: “Ron, ron, ron, la botella de ron”. Y a gozar, a todo trapo, entre mandobles de sable, traiciones, perfidias y engaños, al grito de: ¡al abordaje…!

Y como esta película me retrotrajo a aquellas tardes en que, a mi modo, recitaba aquel bello poema de José de Espronceda, “La canción del pirata”, o aquellas otras en que en una vieja tele visionaba, sobre mares en blanco y negro, mil aventuras de filibusteros, no quería despedirme sin contarles, una de piratas:

Hacia el viento sus trapos desplegados,
se escora un bergantín, veloz y osado.
Bajo el sol resplandece su costado,
y en su borda; cien garfios afilados.

“Por banda, diez cañones bien probados”.
Por pendón, el color del condenado.
Por timón, el furor del renegado.
Por babor, hay arcabuces apostados.

Ya amura a sotavento en trona alzada,
ya izan la negra insignia de abordaje,
ya truena atronadora su andanada…

Su capitán infunde gran coraje,
pues vuelve a ser primero en la abordada,
bullendo entre mamparos y cordaje…
Plácido Eldel Motocarro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de noviembre de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
Johnny se hace aún más famoso con este increíble papel. Él mismo propuso las ideas de Jack y aquí esta. Geoffrey Rush, Orlando Bloom, Keira Knightley y Kevin McNally también ayudan en este clásico. Esta es la mejor película de piratas, con comedia, increíbles aventuras, muy buen guion, muy buenas interpretaciones y con una de las mejores bandas sonoras de la historia del cine. Muy recomendable para los amantes del género.
XAVIER05
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de agosto de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diecisiete años después de su estreno, hoy me dispuse a verla. Nunca me interesó, pues pertenece a un género que no me divierte, pese a ser en si mismo la base del entretenimiento.

Desde los primeros minutos llamó mi atención la original manera de conducir la historia, utilizando métodos que sin ser originales, aquí se manejan con fluidez y descaro.

El amaneramiento de Johnny Depp, en su interpretación aporta esa nota burbujeante que descoloca durante sus inicios, para convertirla a medida que los minutos discurren, en un interesante agregado.

Debo admitir mi equivocación al no darle, antes, una oportunidad, pero en mi descargo diré, que mucho del cine que se destaca a mi no me interesa, pues no ofrece lo que aquí encontré: Insolencia, atrevimiento, osadía, desvergüenza... y todos esos añadidos que conforman una historia efervescente que atrapa por sus diálogos, su cuidada puesta en escena y un guión perfectamente trasladado donde se nota que la base es un divertimiento genuino que llega al espectador.
LEUGIM
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 39 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow