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Las noches de Cabiria

Drama Cabiria es una prostituta que ejerce como tal en uno de los barrios más pobres de Roma. Sueña, sin embargo, con encontrar el amor verdadero, un hombre que la aparte de la calle y a quien pueda entregarse en cuerpo y alma. Su bondad y su ingenuidad la convierten en víctima propicia de sucesivos vividores que se aprovechan de ella, le roban y la golpean. A pesar de sus fracasos, recobra la esperanza una y otra vez. (FILMAFFINITY)
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Críticas 62
Críticas ordenadas por utilidad
7 de diciembre de 2006
26 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
El quinto proyecto de Fellini sigue siendo un fiel exponente de su etapa iniciática y neorralista y supuso además la tercera colaboración consecutiva con su esposa, la fantástica e irrepetible Giulietta Masina...

De una belleza poética y una plasticidad de imágenes digna de encomio, Fellini tomó prestado el nombre de Cabiria de la película homónima y de estilo peplum de 1914 del director, guionista y productor italiano Giovanni Pastrone, más conocido como Piero Fosco, y se basó para la deconstrucción del personaje en otro anterior surgido de una breve escena en su ópera prima, "El jeque blanco".

Siguiendo con la colaboración inestimable y perpetua hasta el día de su muerte en tareas musicales del genial Nino Rota, y la colaboración en las lides de fotógrafo de Aldo Tonti en un trabajo correcto sin más, Fellini y sus colaboradores habituales en la creación del guión Ennio Flaiano y Tullio Pinelli pergeñan los planos maestros para una de las obras tragi-cómicas más reseñables en la historia del arte contemporáneo...

Aquel maravilloso personaje de Maria 'Cabiria' Ceccarelli (interpretado de manera MEMORABLE por la inigualable Masina) nos conmueve y nos empatiza de una forma casi trágica, y nos recuerda lo injusto de una vida guiada por el azar...En el caso de Cabiria de un azar de lo más desdichoso...

Pues Cabiria sólo deseaba una vida nueva que le permitiera salir de su ruinosa existencia como prostituta en las afuera de Roma, en el kilómetro 18 de la carretera a Ostia, en un barrio periférico de la Roma indiferente de postguerra, donde convivía con su única amiga y compañera de profesión,Wanda(Franca Marzi)...antes de largarse a "hacer la calle" a la Via Veneto de Roma...

Soñaba con que un golpe de fortuna en forma de príncipe azul, un hombre honrado y por supuesto sin prejuicios le sacara de aquella pesadumbrosa existencia...

E N T R A Ñ A B L E.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
burton
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1 de noviembre de 2008
16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de Fellini es un viaje desde aquel neorrealismo en el que participó hasta su particular universo "surrealista" donde el mundo de la realidad comparte mesa y mantel con el de los sueños. Es la travesía natural de los grandes genios que se hacen más y más íntimos a la vez que van soltando el lastre de los convencionalismos.

Y en la mitad de su periplo, "Las noches de Cabiria", que en realidad son las noches de la "porca miseria" italiana, las noches de los "sin escrúpulos", las noches del pan, amor y fantasía (Comencini y su neorrealismo rosa)- Y en el cenit de todas estas noches, la ingenuidad indecorosamente ingenua, inolvidable Cabiria, inolvidable Giulietta Masina. Aquella inolvidable Gelsomina de La Strada llevando sobre su espalda la misma mochila cargada de sueños.

Y alrededor de este núcleo central se aglutina el personalismo de Fellini, con sus curas, sus tetonas y sus referencias chaplinescas, Con su humor distinto e irreverente. En definitiva, con su particular manera de entender y crear el cine. Fellini por y para su cine. Un cine capaz de conmover una y otra vez la sensibilidad de los espectadores, incluso los culturalmente diversos como prueban los 3 Oscars otorgados a la mejor película extranjera (Las noches de Cabiria, La Stradda y Amarcord).

Probablemente, la excelente música de Rota cree el sortilegio y todas esas noches se conviertan en la noche final, la del desengaño, la de la cruda realidad dándole una bofetada a los sueños, la de la ¿esperanzada o fatalista? sonrisa de Cabiria. Una sonrisa que acalla nuestras "culpabilidades" de mundo cruel.

¡Ríe Cabiria, ríe... !
FATHER CAPRIO
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21 de febrero de 2010
16 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película ha conseguido transmitirme todo lo que pretendía. Su amargura, su tristeza, su esperanza. Todo envuelto de escenas tan sombrías como llenas de un mensaje que nos habla de la soledad y la desesperanza, y que para sortear estos dos grandes obstáculos vitales, la protagonista, una prostituta llamada Cabiria (Giulietta Masina), se aferrará a cualquier posibilidad por insegura que parezca para poder cambiar el rumbo de una vida que necesita y desea cambiar.

Pasan las noches y ella, feliz e ingenua como una niña hace precisamente lo que menos imaginaríamos de una persona de estas características, tan encantandora y dicharachera, tierna y con una mirada que atraviesa la pantalla y llega a apoderarse de los sentimientos de un servidor, que ha sufrido y se ha sentido impotente ante los pasajes oscuros que la protagonista ha vivido en esta película y que se ha sentido esperanzado cuando el argumento se ha puesto de parte de la misma. Cabiria, qué nombre tan perfecto para un papel tan bien dibujado y exquisitamente interpretado por Giulietta Masina (La Strada), vapuleada por esos malditos que se aprovechan y burlan de ella e incluso le roban y golpean.

Federico Fellini supo crear este drama amargo que invita a la reflexión desde según que punto interpretemos los mensajes que transmite. Cabiria hace la calle y nosotros, los espectadores, la acompañamos en este menú de restaurante de cinco tenedores, llegando a desear poder traspasar la pantalla para darle un abrazo enfermizo a la protagonista que consiga ofrecerle con justicia la plena felicidad que busca, y no disfrutando de ésta con tantos altibajos, como si fuese alquilada.

Y es que aunque Cabiria nos ofrezca todo un repertorio de sonrisas y miradas inocentes, se puede vislumbrar con no mucha dificultad que detrás de su baja estatura, formas graciosas e informales, se esconde un corazón atormentado, un alma que desea llenarse de amor y que llama incluso a Dios, haciendo éste caso omiso de sus insistentes peticiones. Destacar también todo el mundo que envuelve a Cabiria, como sus compañeras de oficio, algún chulo de éstas y los personajes con los que tiene que lidiar. Este aspecto se ofrece de manera notable, por lo que no es difícil que el espectador se adentre con facilidad en lo que se representa.

Nino Rota se encarga de ponerle música a la cinta como ya hizo en otras muchas películas de Fellini y que siempre será recordado mundialmente por la banda sonora inolvidable que compuso para la trilogía de El padrino de Francis Ford Coppola. El tema central es precioso y adecuado, pues refleja con acierto la tristeza que envuelve a esta gran película y de la que se deja constancia que, a pesar de los males que cualquiera puede padecer, ignorar éstos y reírse de los mismos puede ser la solución más eficaz para combatirlos.
Sandro Fiorito
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29 de julio de 2014
37 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a ser muy impopular con mi opinión. Somos pocos los que miramos atrás, los que no vamos corriendo a ver la superproducción del momento y que nos sentimos atraídos por nombres propios como el de Fellini... Somos pocos los que ponemos todo nuestro interés por conocer los grandes clásicos y así aprender un poco de la Historia del Cine, y dentro de esa ya por sí misma minoría, me encuentro dentro de una minoría aún más pequeña que no cree que las películas de Federico Fellini sean excepcionales. Iba a decir con mayúsculas sobre la historia de Cabiria algo tan rotundo como "No me interesa tu vida", pero resulta que ya dije eso mismo sobre la boba que va detrás de Anthony Quinn en "La strada", así que en una irrupción de originalidad he querido recordar a la nefasta Lina Morgan que tan gran parecido tiene con Giuletta Masina, por su sobreactuación, por sus andares encorvados, por sus gesticulaciones de cateta...

La mayoría de quienes se acercan a ver "Las noches de Cabiria" de Fellini resaltan la maravillosa interpretación de su actriz protagonista y de golpe vengo yo a decir que es una actuación sin brillo alguno. El cine de Fellini en general me parece muy sobrevalorado, sólo recuerdo "Amarcord" como realmente buena, pero "Fellini 8 1/2", "La dolce vita", "Los inútiles"... todas son películas muy del montón si no malas.

La historia de la prostituta Cabiria que es pisoteada constantemente y que se levanta siempre con ilusión renovada es algo que no me llama la atención de forma especial, y menos introduciendo toques de humor que no casan con el neorrealismo italiano tal y como yo lo entiendo. A Cabiria no le hace falta un marido, lo que le hace falta son más luces. Y por cierto, la acertada y comentadísima escena final de la tristeza tornándose sonrisa no hace una película, es un momento más. Puestos a señalar algo destacable, todo lo que tiene que ver con la reunión religiosa, el cojo que se estampa y la maravillosa descripción de la estupidez humana en esas escenas sí me parecen brillantes. Pero en la historia de la vida de la tonta del bote no veo ninguna genialidad. De verdad, alucino con la cantidad de dieces que tiene esta película...
Luisito
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31 de diciembre de 2021
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
No la había visto y ahora, al hacerlo, me he quedado sorprendido. Lo que es el Cine cuando es Cine de verdad; le pasan por encima más de 60 años y sigue tal cual, como una rosa.
Hay algo que me ha llamado mucho la atención, que esté calificada para todos los públicos. Cosa que no entiendo para un drama tan duro, tan tremendo y de personajes canallas y miserables.
La puesta en escena es la tipica del cine italiano y la típica de Fellini. No hay nada al azar y todos lo detalles están ahí porque algo significan. Un gran ejercicio de creatividad y de originalidad. Hipnótico.
La dirección demuestra, además de oficio, arte. Cada plano, cada secuencia es algo así como un cuadro meticulosamente fotografiado que te invita a mirar; acompañado de una crítica sarcástica de la sociedad y de la religión. La única pega que se le podría poner es cierta lentitud en algunas escenas.
La historia, además de original, está muy bien desarrollada. Brutal, canalla y conmovedora, Y sin embargo, Fellini, al final la salva y le da incluso un soplo de esperanza.
Los protagonistas estan que se salen y de Giulletta Masina para qué hablar. Eso es interpretar ante la cámara y lo demás es cuento. Nada que ver con lo que ahora estamos acostumbrados, interminables primeros planos con caras serias de dolor de hígado. La emoción y los sentimientos que transmite Masina nos llegan directamente, como una flecha ardiendo, hasta el corazón y nos hacen partícipe de su pena, impotencia y dolor.
Resumiendo: pelicula obligada para los amantes del séptimo arte.
Miguel Ángel
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