Lejos del mar

Dice aqui al lado un blogero que la vio en San Sebastián en el pase de prensa, qué hubo gente qué reia. Lo que no cuenta es que al final de la proyección, a los que les entusiasmó la pelicula, aplaudieron ferozmente (inusual en los pases de prensa). Los que estuvieron allí lo pueden certificar. Hay un ataque "muy sospechoso" con lo poco que se ha visto este film ( no quiero hacer spoiler, pero imagínenselo de donde viene) con todos los respetos para los que no les guste.
Esta es una película de las mejores que se han hecho en España en los últimos años y por supuesto la mejor de su autor. La más concisa. La menos artificiosa: una leccion de sobriedad y elipsis. No sobra nada.Cine del bueno.
Hacía tiempo que no estaba varios días dándole vueltas a una película. Algunos confundirán lo extremo e inusual del guión con lo inverosímil.
Su complejidad psicológica no la hace adecuada para el cine simplón que gusta en estos tiempos. Ahora que se estrena, sí les puedo asegurar que mucha audiencia va a compartir mi opinión, además de una significativa parte de destacados analistas españoles. Ahora que el mercado deja acceder a esta película , de un falso malditismo, veremos el resultado.
Con una impresionante interpretación (quizás lo mejor de Elena Anaya) es una película a la que el tiempo dará una vertiente histórica para explicar el fin del conflicto vasco, aunque con mucha habilidad, Uribe lo deja sólo como contexto y profundiza en la terrible huella que ha dejado en muchos ciudadanos y la tremenda complejidad del esqueleto del alma humana.
Para muchos, imprescindible.

Me sorprende leer que las críticas en contra de "Lejos del mar" exigen" más explicaciones racionales a la historia cuando de lo que se habla es de algo tan irracional como matar en nombre de una idea. " Lejos de mar" es una inmensa y tristísima tragedia griega, donde el sino, o destino, lleva a todos sus personajes a un doble encuentro de odio y amor sin explicación alguna ni necesidad. Es como pedir explicaciones a cómo es posible que Edipo, encuentre a un hombre y lo maté y luego se enamoré de la mujer del hombre al que ha matado, para que acabar descubriendo que el primero era su padre y la segunda su madre y eso le lleve a arrancarse los ojos.
" Lejos del mar" es de esas películas que, si las ves sin prejuicios y la escuchas, reconoces en la historia no sólo una parte incomprensible- hay tantas- de la sociedad española sino la necesidad absoluta que tenemos todos de tener una vida apacible y lejos de la violencia. Habla de si es posible el perdón, el olvido, de quien tiene o no derecho a ello. Y todo eso acompañado sólo del sonido del mar- no hay nada de música en la película salvo en en los títulos de créditos-. Habla de varios crímenes; los del terrorismo, la droga, la ignorancia, la pobreza y la pereza mental. Habla de que nadie debería permanecer para siempre " Lejos del mar", de su abrazo reconfortante casi maternal. Es una magnifica película contada bajita y sin aspavientos con unos actores que creen en la historia que están contando con un protagonista absoluto y entregado: el mar. No es una película de palomitas y hacerse una risas y olvidarla pero sí de esas que te acompañan durante mucho tiempo. Uribe, muestra una vez más, que es un magnifico director y el gran narrador del terrorismo de Eta.

Imanol Uribe retorna en su catorceava película a una historia basada en el País Vasco, cuando se vive un estado duradero de paz, que promete ser definitivo, mientras iniciativas diversas están trabajando por la reconciliación y se han fijado encuentros entre víctimas (en realidad familiares supervivientes) y arrepentidos.

La obra cuenta con dos actuaciones dramáticas brillantes de Elena Anaya y Eduard Fernández, quienes encarnan el dolor de la víctima y a un terrorista que ha cumplido un largo período de cárcel.

No puede ser fácil acudir al homenaje anual que se le tributa a un hombre que fue asesinado. No lo puede ser para la mujer que quedó viuda.. Menos aún si entre los asistentes figura su ejecutor declarado. Pero está sucediendo en la actualidad. Y llama poderosamente la atención cómo es la mujer quien vence la barrera de repulsa general para invitarlo a unirse al grupo. Los relatantes de los hechos recuerdan frases de la conversación que aguijonean en la médula: “Es curioso compartir contigo este trayecto. La última vez que lo recorrí, me dirigía a matar a tu marido”. Terrible escucharlo. Tampoco debe de ser fácil decirlo y reconocerse en estas palabras.

De este espíritu se impregna «Lejos del mar», que toma posición a favor de que quienes no somos víctimas directas nos mantengamos al margen y en contra del mal periodismo. Que será polémica porque el tema es candente. Y porque a pesar del fondo de actualidad, está muy lejos de ser un documento realista. Es una trama de ficción, que incluye elementos propios de esta para atraer la atención del espectador.

Además de los excelentes protagonistas, destaca el absorbente clima dramático, orientado a que entendamos a unos personajes que sufren. Ella, una orfandad llegada de forma harto traumática y una extraña fascinación por otras personas. Él, primero el cumplimiento de una pena que lo aleja de todo apoyo afectivo. Y tras la recuperación de la libertad, la dificultad de retomar el camino, la duda de a qué identidad propia anterior asirse para recomenzar.

Tras ellos, un reparto muy destacado. Con Olivia Delcán, la coprotagonista de «Isla bonita», y Martxelo Rubio, el protagonista de la emblemática «27 horas». Y en el apartado musical, el gran Javier Ruibal, un músico gaditano entre nuestros mejores creadores y poetas.

Sucede a menudo que nos dejamos llevar por el elenco, por el reparto de una película para decidir acudir a verla. A veces se acierta, a veces no. Eso sí, es raro que cuando vas a ver a este actor, a aquella actriz, los que te gustan, por los que acudes a pagar una entrada, salgas decepcionados de su actuación: son valores seguros. Otra cosa es el soporte, la película, eso es más arriesgado, también más subjetivo, seguramente.
Esta película es el ejemplo claro de actuaciones descollantes dentro de un guión y una película que son interesantes pero no plenos. Y eso que el tema,.si eres español y tienes más de 20 años, es interesante y te va a atrapar, seguro. Al film le sobra reflexión y secuencias completas que no aportan nada (ese desnudo en la playa de Anaya, sin venir a cuento) y sí que faltan explicaciones (ahondar en la relación del etarra y el preso común, sin ir más lejos). Con todo, se ve con interés y, supongo, se olvida también fácilmente. Obra menor de Uribe, conste.

No entiendo la saña. A mí me ha encantado.

Buena ambientación, paisaje poético, unos actores en estado de gracia y la bella canción de Ruibal cuado te has quedado sin aliento.

Para amantes del cine que arriesga y te hace pensar, eso sí.