Haz click aquí para copiar la URL

Harper, investigador privado

Intriga Un investigador privado de Los Ángeles es contratado por la esposa de un multimillonario que ha desaparecido misteriosamente. Tras las primeras pesquisas, lo que a priori se planteaba como la ausencia voluntaria de un extravagante ricachón, empieza a complicarse. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 5 7 >>
Críticas 31
Críticas ordenadas por utilidad
22 de junio de 2009
21 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Harper” no deja de ser una película entretenida pero tampoco es un claro ejemplo de la supuesta resurrección del cine negro. Quizá si como homenaje algo caricaturesco, todo hay que decirlo.

Aunque Newman hace una actuación tremendamente buena y divertida, queda eclipsado por una señora que no se levanta de la cama: la Bacall. Y es que no ha habido en la historia del cine una mirada como la de Lauren Bacall: sensual, juguetona, misteriosa… en fin, adictiva como ninguna.
Tanto la dirección como el guión me parecen suficientemente inmaduros como para sujetar al personal. En sí la historia es bastante previsible y tontorrona y por ello se intenta tapar y ampliar metraje con subtramas que no vienen a cuento (como la del loco de la colina). Tampoco veo nada de tensión sexual y teniendo al Newman en el reparto esto es casi pecaminoso. Veo más tensión sexual entre la parapléjica Bacall y Newman que entre Newman y el resto de las hembras que desfilan en pantalla: Shelley Winters (biopic de ella misma), la supuesta mujer de oscuras intenciones Julie Harris pero que no deja de ser la tontorrona de la fiesta, la lolita Pamela Tiffin cuyos encantos no sólo quedan truncados dentro de pantalla sino también fuera, y la desaprovechada Janet Leigh con quien tampoco existe tensión sexual pero si sexo casi-consentido. Desaprovechada esta última porque con lo poquito que aparece consigue que Newman no la eclipse algo que no pasa con el resto de féminas.

En fin, “Harper” es una película curiosa y entretenida (que eso hoy es bastante), con una buena técnica y grandes actuaciones (sobre todo la de los tres actores que he citado).
Chagolate con churros
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de noviembre de 2006
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Él carga sobre sus espaldas con toda la película:garantía de éxito. No soy de los que piensan ni mucho menos que ya no se hacen películas como las de antes. Pero es cierto que este es un buen ejemplo de lo que se hacía antes, en esas goriosas décadas de los 50-60. Con un reparto fantástico que "acompaña" como si de un homenaje se tratara a Paul Newman, y un argumento bastante convincente aunque a veces algo envarullado, lo único que le falla, a mi entender, es un exceso de golpes de pretendido humor (Winters, Wagner y el propio Newman). Recomendable de verdad.
LUISMA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de febrero de 2014
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
La única variable que funciona aquí es Paul Newman, el resto no considero que sume demasiado valor a una película que avanza a trompicones y cuyas dos horas pueden resultar demasiado confusas. Como en todo cine negro, al final se resuelven las incógnitas, aparece desnudo el problema y es hora entonces de lanzar un grito al cielo por la decepción o de aclamación por el gustazo de haber presenciado algo grande. Yo tras esas dos horas más bien me siento decepcionado, incompleto, chamuscado tras tanta vuelta y vuelta inútil. No, no creo que sea una buena película.

"Harper" supone un buen intento de resucitar un género que hacía muchos años que había tocado techo para inmediatamente desaparecer como tal. Lo que sucede es que en esos años sesenta las historias realmente buenas con guiones enrevesados y con la potencia visual imprescindible quedaban ya demasiado atrás: esas atmósferas cerradas, el humo del tabaco, la femme fatale y la policía. Todo ya había quedado dicho durante los gloriosos años 40, lo que hay a partir de entonces son homenajes de mayor o menor calidad.

Jack Smight debió ser alguien que amaba el buen cine, estoy convencido que sus intenciones eran las más sanas cuando realizó esta película, pero no todo es voluntad ni nombres propios. Ahora entran en juego los gustos, esos juicios de valor intocables, a la hora de sopesar la trama, cuestión que para mí es principal y que en este caso se me antoja sin gancho y con escasa capacidad de atraer. Puede que me seduzca Newman, no seré yo el primero que alce la voz en su contra, pero aunque él me seduce, todo lo que tiene que ver con su investigación no me ha resultado atractivo en ninguna de sus numerosas variables. Un millonario se pierde, anda detrás de él su mujer, el yogurín de su hija y el abogado entrado en años, el loco de la colina y la curiosa (ex)actriz zampabollos... Los elementos se mezclan pero el resultado no me convence, y eso que Newman copando las dos horas supone una baza ganadora, pero no, no he visto en "Harper" nada especial que la haga recomendable, todo lo contrario, es más bien pasajera.
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de octubre de 2012
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha sorprendido para bien esta recreación en plenos años 60 del mejor cine negro de unas cuantas décadas más atrás. Me temo que incluso llega a superar a la mayoría de sus predecesoras. Sea así o no, "Harper, investigador privado" se mueve dentro de los cánones del género, sin apenas desviaciones que distorsiones su espíritu primigenio. En esta ocasión, el sufrido, golpeado en repetidas ocasiones y engañado detective privado es Lew Harper interpretado por un Paul Newman inmenso. Diría que aún manteniendo la personalidad básica del Philip Marlowe de Humphrey Bogart, le dota de más humor, humanidad y melancolía, rebajando unos grados la arrogancia del anterior. Junto a nuestro detective destacan dentro de un gran reparto una más que inquietante Lauren Bacall, una postlolita de indudable atractivo, Pamela Tiffin, la siempre llamativa Shelley Winters, cuya definición de su personaje es calcada de la realidad (“Una joven actriz muy apasionada que ha engordado”), Julie Harris o Janet Leigh.

El argumento de la película parte de que nuestro héroe es contratado por la señora Sampson (Lauren Bacall) para que busque a su marido, presuntamente desaparecido. Como se ve, argumento muy parecido al del "Sueño eterno" a la que directamente homenajea, con la presencia de la Bacall incluida. Sin embargo, la trama se complica a cada paso con nuevos personajes, ninguno de ellos ejemplares, confusión, engaños, traiciones y enigmas diversos. En este sentido, la historia, aunque por momentos te puede confundir, se puede seguir sin demasiados quebraderos de cabeza, lo cual es mérito de un muy buen guión. De esta forma la película se vuelve inquietante, todo un rompecabezas en el que las incógnitas se van aclarando con una lógica aplastante.

Aún así el punto fuerte de "Harper, investigador privador" reside en el mismo sitio que en los clásicos del cine negro: en unos personajes turbios, una sociedad viciada y la omnipresencia del mal. Pero el magnífico giro de tuerca de la película está en que la podredumbre es rodeada de cierto romanticismo. El crimen o la depravación no tienen porque ser una manifestación de una maldad congénita sino un gesto de altruismo o, a lo sumo, el camino más rápido para alcanzar una posición, dinero o el amor, en conjunto, esa felicidad con la que todos soñamos. Por eso a una le cuesta sentir antipatía por estos villanos sino todo lo contrario. Esa mezcla insuperable de maldad y bondad descoloca al espectador, incluso al propio Harper, que no sabe muy bien que hacer. Por eso la película nos parece tan triste, desengañada y amarga, porque ante un mundo así, cualquier clase de justicia, incluso la propia felicidad, resulta imposible. Y sin embargo, podemos sonreír dichosos si a pesar de todo podemos contar con la amistad, y si tenemos suerte, hasta con el amor (SPOILER).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Reaccionario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de noviembre de 2016
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La década de los años sesenta no fueron buenos para los detectives privados en el cine. Demasiados agentes secretos con licencias para todo, demasiada Guerra Fría, demasiada “flower power”, demasiados cigarrillos con filtro y muy pocas mujeres fatales, porque ya habían envejecido las genuinas de los años cuarenta. Los grandes detectives como Sam Spade o Philip Marlowe, eran olvidados por la moda pop y el LSD. En medio de esa hojarasca, y después de haber rechazado el papel Frank Sinatra, aparece Paul Newman con sus ojos azules y su método Stanislavski del Actor´s Studio, que en mi opinión, flaco favor hace al personaje de Lew Harper, ex delincuente juvenil, ex sargento de policía, ex miembro del contraespionaje y ex marido de una esposa samaritana, hastiada y adorable encarnada por Janet Leigh.

Y es que los tiempos habían cambiado, los sabuesos de la “nueva escuela”, no beben antes del almuerzo, miran hacia atrás sin demasiada ira, únicamente lo que es capaz de enfocar el espejo retrovisor, son escépticos sin parecerlo (no como antes, que pasaba justo lo contrario) lo que no cambia son las llamadas desde teléfonos públicos, lo enrevesado y laberíntico de su intriga, una madura y acaudalada Lauren Bacall, que requiere al detective para buscar a un marido extraviado al que detesta. Basada en la novela “The Moving Target” de Ross Mcdonald, que más que un retorno nostálgico al cine negro de los años cuarenta, como puede parecer indicar la presencia de la Bacall en el reparto, intenta ser un redescubrimiento del mismo a través de los nuevos formatos de la época y del alto presupuesto económico.

El thriller del tedioso Jack Smight, que afortunadamente, no ha pasado a la historia del cine por sus films, quizá considerándose a sí mismo un pionero de la nueva generación, se lanzó alegremente al despilfarro con escenas espectaculares, movimientos de sobre grúa, tomas desde helicóptero por carreteras angostas, consiguiendo mucha aparatosidad ¡Demasiada para un género que miraba a las personas de frente! Por lo tanto, poca emoción sin pulso narrativo. Un planteamiento nada consecuente con el sombrío enfoque dramático de la película. Lew Harper (Newman), mutación del Lew Archer de Macdonald es presentado en calzoncillos, preparándose café con los posos que guarda en la basura y matándo moscas en su destartalado apartamento, mientras por una curiosa cadena de causas y efectos, se va adentrando en un caso extraño de una desaparición que supone para él, simultáneamente, el fin de todas las cosas que le rodean, desde su matrimonio hasta uno de sus mejores amigos.

“Harper, investigador privado” es pues, un film de contrastes: cuanto más conocimiento adquiere sobre el detective sobre el caso, más pierde en su vida íntima y más se abre el círculo de sospechosos, algunos de ellos patéticos. Donde la sordidez viene expresada con un lenguaje de lujo, los villanos son algo estrafalarios y donde el protagonista es una parodia del detective original de la novela, un Paul Newman gesticulante y bufón, empeñado todo el tiempo en carraspear y rascarse las orejas, consiguiendo una actuación poco acertada y decepcionante. Una lamentable adaptación que en manos de un cineasta más cualificado hubiera mejorado el resultado.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 7 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow