Che!

Siempre es lo mismo con los comunistas, tomar y endiosar a alguien turbio y, en muchos casos inoperante, pero cuando se critica esa figura, muestran esos errores que cometió o se muestran esos actos turbios (como lo hace esta) siempre llegan los comentarios negativos y criticas, hace falta dejar de endiosar a militares, políticos, etc y no tomar por santos a gente por cierta inclinación política.

Después de esa pequeña apreciación personal, pienso que si no fuera dirigida por el buen Fleischer, no pasaría del 5. Porque es entretenida, con buen ritmo, pero la historia esta hilada de una forma muy rara que me hace no ponerle el 7, como que no se decidieron si seria un documental o Película biográfica, con esas intervenciones de personajes hacia el espectador que rompen un poco la narración para mi gusto personal.

He estado leyendo los comentarios y me da la impresión que la película no gusta a los que tienen ideas comunistas y una visión idealizada del Che. Dicen que la película no se ajusta a la historia, pero nadie dice en qué. Después de leer los comentarios me he puesto a comprobar, mirando por Internet, lo que sale en la película, y no he encontrado grandes errores.

Pero por lo visto hay gente a la que no le gusta saber que el Che ejecutó en persona a un traidor en Sierra Maestra, o que fusiló a cientos de personas poco después de llegar al poder o que tenía una forma de ser autoritaria, cruel y violenta. Hay testimonios y libros que demuestran esas cosas, pero por lo visto es una verdad incómoda para muchos. Así que la afirmación de la poca veracidad histórica parece ocultar otras cosas. Yo he visto muchas películas históricas realmente malas y tenían una nota mucho mejor que esta. No parece que en este foro la historicidad sea algo importante, salvo cuando interesa para justificar alguna crítica por motivos ideológicos.

En fin, que os animo a ver la película sin prejuicios. Vedla y después, si no os parece realista, informaros sobre la figura del Che. Os llevaréis algunas sorpresas.

"El campesino es como... una flor silvestre del monte, y el revolucionario como una abeja, ninguno de los dos puede sobrevivir sin el otro. Hay sin embargo una diferencia entre nosotros y las abejas: ¡en este panal yo no toleraré zánganos!"

Discursos tan elaborados como este pronunció el Che en la Sierra Maestra según esta película filmada a sólo dos años de su asesinato. Ya tenía yo ganas de echarle el guante a esta joya, ejemplo del mejor cine de serie Z financiado por la CIA, y la verdad es que no me ha defraudado nada, ¡me ha dado todo lo que esperaba de ella!

Documentación cero, ¿para qué documentarse si podemos elaborar el guión a base de recortes del periódico? Así es esta biografía del Che Guevara, un Che Guevara con rasgos árabes que lidera una guerrilla que jamás se mancha el uniforme. Un Fidel medio tarado e inepto que ni Woody Allen en "Bananas", cuya estrategia militar más brillante es hacer aspavientos para que los guerrilleros no hagan ruido al atacar un barracón y da órdenes de cómo perpetrar un ¿ataque frontal a La Habana? frente a un mapa de la isla de Cuba dibujado con plastidecor en una pizarra. Ah, ¿y lo de la Crisis de los Misiles? Un capricho del Che, que es el que le dio a Fidel todas las ideas, ya que éste último tras el triunfo de la Revolución sólo fumaba habanos y comía caviar. Bueno, eso sí, los misiles los mandó retirar Fidel porque los rusos le invitaban a vodka en reuniones a espaldas del Che y le pagaban un millón al día (ahí lo dejan, por si cuela).

La moraleja final es absolutamente desgarradora, cuando en Bolivia, un campesino le dice al Che: "¿de qué va usted a liberarme? Nadie me ha preguntado lo que quiero. Desde que tú viniste a estas montañas con tus armas y tus guerras, mis cabras no han vuelto a dar leche, porque las asustáis." ¡Bravo!

En fin, que os recomiendo encarecidamente esta comedia que, aunque en su momento pretendió que se la tomara en serio, no deja de hacer reír con sus guerrilleros empuñando ametralladoras con una sola mano y hablando en un perfecto inglés, sus apellidos hispanos inventados y su cadáver del Che hecho de cartón piedra volando en helicóptero.

CHE, la película en la que Omar Shariff intentó superponer su rostro al de Ernesto Guevara,es una producción de "Guerra Fría", con todas las cargas que ello supone. Los soviéticos aparecen aún como una encarnación de todos los males. No obstante, los americanos no son exhibidos como una suma de todas las virtudes. Y, sobre todo, representa un intento, loable en el marco de la política de bloques, de rescatar al Che y situarlo por encima de la contienda. En gran medida, a expensas de un Fidel Castro pintado con trazo grueso, como permite intuir el hecho de que el papel fuese confiado a Jack Palance: un Fidel mucho menos inteligente, mucho menos sutil, mucho menos políticamente hábil que el Fidel real, probado por cincuenta años de poder. El Fidel de la película no se libra del Che ni le empuja a una aventura de final obligadamente trágico: le deja partir porque el proyecto del otro. Se trata, pues, de un Fidel limitado a la política interior y a las relaciones de Cuba con las grandes potenciales, El Che, en cambio, es el hombre de los grandes horizontes.

Sobre el argentino Ernesto "Che" Guevara fue construyéndose un mito poco después de la ejecución de éste en octubre de 1967: el cine, la fotografía, la música y la poesía ayudarían mucho en este proceso. La película de Richard Fleischer es parte de ese proceso de mitificación popular, pero, curiosamente, al mismo tiempo reflexiona sobre el "Che" como mito y trata de indagar en la realidad biográfica de este hombre desde una perspectiva imparcial, empleando un recurso periodístico como es la (falsa) entrevista a personas que le conocieron. Así, para algunos era un gran hombre, mientras que para otros era un asesino.

En mi opinión personal, el "Che" es una figura histórica excesivamente mitificada y edulcorada, convertida incluso por algunos en un héroe, un mártir revolucionario y un santo moderno: las fotos de su cadáver, en las que aparece como un Cristo yacente, ayudaron mucho en ese sentido. No por casualidad, la película de Fleischer incide en esa iconografía. Lo cierto es que Fleischer no duda en pintar la transformación de Guevara en el "Che", es decir, la transformación de un médico en un revolucionario y político, o la conversión de un hombre que salva vidas en un hombre que las quita, por ejemplo firmando sentencias de muerte tras el triunfo del castrismo en Cuba. Tanto es así que, al lado del "Che", bien interpretado por Omar Sharif, Fidel Castro (Jack Palance) resulta más simpático y más humano.

La película es una biografía condensada, o una síntesis, que por lo tanto se centra sólo en los años de la vida del protagonista que van del desembarco en Cuba y la guerrilla contra Batista a la guerrilla en Bolivia. Hay que reconocer que esta síntesis es hábil y entretenida. Por supuesto, aquí se quedan fuera del tintero muchas cosas: la infancia y juventud de Guevara en Argentina, su vida privada, la temporada que pasó en Praga, el desastroso episodio guerrillero del ex-Congo belga, o las visitas que el "Che" hizo a Madrid para entrevistarse con Perón. Fleischer va al grano, directo al mito, para cuestionarlo, desmitificarlo y criticarlo, pese a que la época, seguramente, pedía no la realidad sino el mito; no la crónica periodística, sino la hagiografía. Lo cual dice mucho en favor de Fleischer.