"El campesino es como... una flor silvestre del monte, y el revolucionario como una abeja, ninguno de los dos puede sobrevivir sin el otro. Hay sin embargo una diferencia entre nosotros y las abejas: ¡en este panal yo no toleraré zánganos!"

Discursos tan elaborados como este pronunció el Che en la Sierra Maestra según esta película filmada a sólo dos años de su asesinato. Ya tenía yo ganas de echarle el guante a esta joya, ejemplo del mejor cine de serie Z financiado por la CIA, y la verdad es que no me ha defraudado nada, ¡me ha dado todo lo que esperaba de ella!

Documentación cero, ¿para qué documentarse si podemos elaborar el guión a base de recortes del periódico? Así es esta biografía del Che Guevara, un Che Guevara con rasgos árabes que lidera una guerrilla que jamás se mancha el uniforme. Un Fidel medio tarado e inepto que ni Woody Allen en "Bananas", cuya estrategia militar más brillante es hacer aspavientos para que los guerrilleros no hagan ruido al atacar un barracón y da órdenes de cómo perpetrar un ¿ataque frontal a La Habana? frente a un mapa de la isla de Cuba dibujado con plastidecor en una pizarra. Ah, ¿y lo de la Crisis de los Misiles? Un capricho del Che, que es el que le dio a Fidel todas las ideas, ya que éste último tras el triunfo de la Revolución sólo fumaba habanos y comía caviar. Bueno, eso sí, los misiles los mandó retirar Fidel porque los rusos le invitaban a vodka en reuniones a espaldas del Che y le pagaban un millón al día (ahí lo dejan, por si cuela).

La moraleja final es absolutamente desgarradora, cuando en Bolivia, un campesino le dice al Che: "¿de qué va usted a liberarme? Nadie me ha preguntado lo que quiero. Desde que tú viniste a estas montañas con tus armas y tus guerras, mis cabras no han vuelto a dar leche, porque las asustáis." ¡Bravo!

En fin, que os recomiendo encarecidamente esta comedia que, aunque en su momento pretendió que se la tomara en serio, no deja de hacer reír con sus guerrilleros empuñando ametralladoras con una sola mano y hablando en un perfecto inglés, sus apellidos hispanos inventados y su cadáver del Che hecho de cartón piedra volando en helicóptero.