¡Al fuego, bomberos!

No sé si será cierto algo que leí no hace mucho acerca de las actuales Chequia y Eslovaquia acerca de un movimiento muy serio que apoya una unión entre ambos países para volver, tal vez con distinto nombre, a ser un único estado. Puede que sea política ficción, el caso es que la antigua Checoslovaquia no existe pero existió, y en cuanto a cine que es lo que nos interesa y bajo la etiqueta de 'Nueva Ola Checoslovaca' se llegaron a filmar una cantidad enorme de películas que destacan por su calidad.

Porque cualquier país en cualquier momento puede producir y producir, pero lo que sucedió en Checoslovaquia en esa etapa es algo difícil de explicar porque hay mucha calidad. ¿Por qué motivo?; ¿quién puede explicar qué factores intervinieron para que ese cine checoslovaco llegue a día de hoy fresco y original?; la libertad y la imaginación al poder, sin censuras, sin límites. Llegarán los de siempre, los comunistas, los rusos, y se cortaron las alas a la cultura. Milos Forman por ejemplo, obligado a emigrar...

¿Qué decir de estos bomberos imposibles?; una película sencilla y fresca, con un humor y una ironía que pocas veces se ve, con mucho de Berlanga y esos escenarios poblados de secundarios que entran y salen, aparecen de forma natural como si no fuera con ellos, como si no hubiera cámara. Todo fluye en una gran fiesta de humor negro en el que lo imposible se vuelve real a nuestros ojos. Una película más de ese país que no existe, con unos bomberos locos... y un concurso de belleza innombrable para no olvidar.

La última película checa de Milos Forman antes de cruzar el charco y regalarnos su primera obra maestra en territorio americano; "Alguien volo sobre el nido del cuco".

La película gira en torno a la fiesta de cumpleaños del presidente del cuerpo de bomberos. Allí ocurrirán situaciones disparatadas, con los miembros del cuerpo, hombres ya maduros, que van en busca de mujeres jóvenes para el concurso de belleza... y de paso verle las piernas, el culo, las tetas...

Se ve rápido, ya que apenas dura una hora y cuarto.


Me ha resultado una película entretenida, sencilla y amena, con un humor perfectamente empleado.

Milos Forman nos presenta una película que, por su duración breve y por su argumento sencillo aunado a una comedia ligera y sin humores burdos, ya es un logro. La exposición minimalista (duración lacónica, producción nada rimbombante, dos escenografías:el conjunto residencial que compone el edificio del cuerpo de bomberos y afuera la casa incendiada) deja entrever más fácilmente las lecturas interpretativas, para acercarse al diálogo entre el argumento y su contexto histórico.

Bomberos, que representan los funcionarios que comandan la fiesta, léase la gobernabilidad, son unos completos ineptos, con cero tacto político y totalmente desconectados con los otros partícipes de la fiesta, del pueblo. Una Checoslovaquia que buscaba, con las reformas propuestas en la Primavera de Praga, una independencia cultural para lograr lo distintivo propio de su pueblo. Es decir, se presenta una falta de sincronía de los funcionarios administrativos-públicos para con el resto de la gente a lo largo de todo el film: destiempos, malentendidos, personajes que se hablan pero no se entienden, y absurdos varios de esa laya.

Aun siendo una película breve, sin grandilocuencias y el ticket a EE.UU. para Milos Forman, adhiriendo, como mensaje cultural, al bloque occidental del mundo, al mundo "libre", es una comedia bien lograda, que expone los paralelismos suficientes con las coyunturas sociopolíticas de su época para erigirse como un buen logro del séptimo arte.