La montaña sagrada

Esto sí es cine de autor y además, hecho para el público. Jodorowsky intenta hacernos llegar una enseñanza, una reflexión. El tema de esta película, al igual que El Topo, es la búsqueda de la sabiduría. No hay plano ni escena que no esté cargado de simbolismo o intención. Sólo por el hecho de intentar hacer un "arte sagrado" como él mismo dice, debemos prestar atención a estas películas.
El final, genial, supone que la búsqueda de la sabiduría es un camino sin fin, pero se que se pueden producir saltos cualitativos. El alquimista dice que ´"esto es un film" y ordena que la cámara se aleje. Podemos interpretarlo como una toma de conciencia de los personajes hacia una realidad mayor. Cuando se produce esta toma de conciencia, se obtiene también más poder para cambiar la realidad, por eso el personaje puede ordenar que la cámara se aleje.
Sigo pensando que lo mejor que ha hecho Jodorowsky son algunos de sus comics, pero esta película es un absoluto clásico.

Infumable -y pretencioso- tostón lleno de personajes con forma de humanos en busca de su animalidad. Por si fuera poco, está llena de rituales tópicos de ésos que todo el mundo cuenta que se hacen en las sociedades secretas, y de minifábulas tan manidas que ya todos nos las sabemos de memoria. El colmo es ya la representación del consabido cuento de los discípulos que siempre contaban uno menos de los que sabían que tenía que haber porque cada uno se olvidaba siempre de contarse a sí mismo. Si hasta le hacen un funeral al que falta. Hubo momentos (como éste) que me sentí lleno de vergüenza ajena y verdaderamente estúpido viendo esta película. Como si la gente fuera idiota, vamos. Después del visionado, la reflexión es que las drogas que tomaba esta gente en la época psicodélica le reblandecían tanto los cerebros que cualquier historieta hilarante falta de ingenio les parecía de lo más elaborado.

Como véis, la gente la puntúa con un 1 o con un 10. No hay término medio.
Para mí vale la pena verla. Es una especie de masturbación esotérica sobre un grupo de personajes que abandonan su existencia para ponerse a las órdenes de un maestro que les guiará hacia la catarsis. O algo así.
Uno no puede pretender entender del todo una peli como ésta. No importa. Las imágenes son apabullantes y hay que dejarse llevar por ellas.
Muy digna de ver porque es única.
Besos.

Jodorowsky crea un mundo espiritual donde la magia, los rituales y la religión son los protagonistas, donde mezcla lo místico y la realidad , que nos transmite bastantes ideas y valores mediante simbolismos con habilidad y agrado. Con una estética única, Jodorowsky nos deja una obra donde disfraza las atrocidades de la sociedad modificando la realidad, dejándonos luego con los pies en el suelo.

Subrealismo puro y duro de la mano de Alejandro Jorodowsky, que dirige y protagoniza el film (con una pronunciación del inglés terrible).

Hoy en día sería imposible hacer una película como esta por múltiples razones:
- Los ecologistas hablarían de maltrato animal (ranas disfrazadas de conquistadores españoles explotando, peleas de perros,...),
- La iglesia hablaría de blasfemia y delito contra la libertad de culto y las creencias (no sé por qué, total, porque el protagonista sea igualito que cristo y haya monjas prostitutas, entre ellas una menor y una mona,…),
- Los puritanos hablaría de orgía sexual (contínua, añadiría yo),
- Los políticos hablarían de corrupción de menores (niños desnudos, niña prostituta),
- Los grandes estudios dirían que es demasiado gore y bizarra (gordos sebosos semidesnudos, enanos mutilados, …)
- El publico diría que es incomprensible

A ver quién es el guapo que pone dinero en esto…


Y sinceramente, no sé para qué hace falta tanta provocación para criticar al sistema, que es de lo que va esta película.
Critica a las grandes corporaciones, empresarios, cuerpos de seguridad del estado y políticos, pero lo hace de forma torpe y enquistada en la sociedad de los 70, donde era comprensible que el sueño de una chica fuese ser secretaria y que su jefe se enamorara de ella, y el de un viejo empresario tener varias amantes y que todos hicieran la vista gorda.
Algunas escenas no han perdido vigencia, como cuando el presidente ordena gasear 5 millones de habitantes sólo porque un consejero económico dice que es la medida necesaria.

Pese a lo bizarra que es y el derroche de imaginación mal traída que tiene, no deja de ser una película simpática. Eso sí, hay que verla con una mente abierta e intentando no fruncir el ceño.