El general del diablo

Cuando apenas contaba 8 años, Ernst Udet, asistió con su padre a una exhibición aeronáutica que lo dejó maravillado… a tal punto que quedó para siempre tallada en su memoria. Seguramente incentivado por ésta experiencia, pocos años después, Udet fundó con algunos amigos, el Aero-club Münich, cuya tarea fue construir modelos de aviones. En 1914, tras estallar la I Guerra Mundial, Udet quiso enlistarse como voluntario, pero fue rechazado por su corta estatura… pero, al final fue aceptado como mensajero en el Frente oeste, ya que pudo demostrar que era un buen motociclista. Consiguió después inscribirse en la aeronáutica… y pasados varios meses se presentó de nuevo al servicio militar como aspirante a piloto… y en poco tiempo ya había derribado al primer avión de la armada francesa.

Llegado 1918 y llevando en su pecho la Cruz de Hierro, Udet fue llamado por Manfred von Richthofen (el más temido piloto alemán), para que hiciera parte de su escuadrón. Sus nuevos aciertos lo hacen acreedor a la Medalla al Mérito, y tras la muerte de, El Barón Rojo, lo reemplaza como líder de la escuadra hasta que, en detrimento suyo, es designado el comandante, Hermann Göring. A su retiro, en 1919, había derribado 62 aviones, convirtiéndose en el más efectivo piloto de caza alemán que sobrevivió a la guerra.

Pero, lo que hará realmente valioso a este militar que también fuera empresario, acróbata y actor de cine, es lo que nos cuenta el dramaturgo, Carl Zuckmeyer, en su obra, “Des Teufels General”, (drama en tres actos, estrenado en el teatro de Zurich, en 1946), en la que, con un corrosivo y muy eficaz tono de comedia-dramática, narra las que fueran las andanzas del para entonces, Coronel General, Ernst Udet (ahora llamado, General Harry Harras), durante el fin de año 1941, cuando tras una inesperada, pero gradual toma de conciencia, resulta trabajando… ¡bien en contra del ejército nazi!

Adaptada al cine por, Georg Hurdalek y el también director, Helmut Käutner, éstos se toman importantes licencias para incrementar el tono antifascista de la historia, y con una magnífica actuación de Curd Jürgens, como el tempestuoso general, el resultado es una memorable película que, además de contar con un efectivo ambiente narrativo, también goza de una calificada fotografía con excelentes claroscuros; unos diálogos que no tienen pierde por su gracia y sus sensatas reflexiones… y en la parte actoral, además de Jürgens, sobresalen: Karl John, el ingeniero de vuelo Karl Oderbruch; Eva Ingeborg Scholz, la inquisidora y astuta señorita Mohrungen; y Victor de Kowa, el líder grupal de las SS, Schmidt.

<<EL GENERAL DEL DIABLO>>, es un filme bastante fluido y envolvente; los personajes son plasmados con sus debidos matices para permitirnos ver a seres humanos; y el momento cumbre está logrado con tal eficacia que resulta de antología.

A la película la cuestionaron algunos por exaltar a un general alemán, pero, igual habría que repudiar a verdaderas joyas como, “Schindler’s List” (Steven Spielberg, 1993), “The Pianist” (Roman Polanski, 2002), y otros títulos que, con justicia exaltan a aquellas magníficas flores que, de tanto en tanto, brotan de entre los más turbios pantanos. Cuando un hombre que ha servido a la tiranía, la toma de conciencia lo convierte en un renegado, su ser resulta de incalculable valía porque, al conseguir Despertar, tiene el suficiente arrojo para volverse contra todo un sistema. ¡Eso es la grandiosa Redención!... y en el Infinito será digna de la Perennidad.