Agua

Agua, precioso título, igual que su fotografía y banda sonora.
Conmovedor, sobretodo su final, no deja ser indiferente, para mi un film de lo más hermoso y tierno, como en todo, hay siempre algo que no es demasiado bueno, el amor poco creible, pero me quedo con su mensaje.
Muy recomendable.

En esta película se nos desvela una de esas "otras" realidades que permanecen ocultas a los ojos de lo que denominamos mundo desarrollado y que nos agita en nuestra butaca de la opulencia.

El contenido de la cinta es francamente duro, pero el tratamiento del tema está hecho con tanto tacto y poesía que sin perder ni un ápice de realismo, llegas a disfrutar de la proyección.
Insisto, a pesar de la dureza, es una película hermosa y ahí está el gran merito de su directora.

Sin querer hacer ningún panfleto reivindicativo, quizás precisamente por eso mismo, ha reflejado impecablemente el día a día de estas mujeres desgraciadas y las miserias y grandezas del ser humano.

Increíble película donde las emociones están siempre a flor de piel.

Como en todas las películas de Deepa Metha, se toca el tema de la tradición y su sentido o no.

El bien y el mal también están magistralmente tratados, y nos hace enfrentarnos a nuestra propia agresividad.

La aceptación y el estar de acuerdo o no con complejas situaciones desde nuestra mirada occidental están como telón de fondo de toda la película.

Fotografía y música excelentes.

Empecé está trilogía por el final, por la última parte de este legado de Deepa Mehta compuesto por "Fuego", "Tierra" y "Agua".
Y la experiencia no ha podido ser más satisfactoria. Tradición, religión e ignorancia son los 3 pilares en los que se apoya este dramático mensaje de denuncia que golpea de forma contundente al espectador.
Una película que nos habla de las tremendas desigualdades y de los amargos rituales que subyacen en la cultura hindú. Es de esas cintas que conviene ver para darse cuenta lo podrido y malsano que está el mundo. Para enterarnos de que existen lugares en los que la humanidad parece retroceder, en lugar de avanzar.
La historia está ambientada en la India colonizada por los ingleses, y que respiraba ya momentos de cambio con la salida a la luz de aquel peculiar personaje que hablaba de verdad y libertad. Un Gandhi que intentaba cambiar la arraigada mentalidad de un pueblo hundido por la guerra la pobreza.
La historia de Chuyia, una niña que es obligada a casarse con un moribundo, y que al fallecer este, ve como su vida se convierte en una pesadilla. La pesadilla a la que están condenadas la viudas en un país cuyas raíces religiosas las obligan a pasar el resto de sus vidas recluidas, velando a su esposo.
Uno cree estar viendo en muchas ocasiones una película de ciencia ficción. Las imágenes que se suceden, en muchas ocasiones parecen irreales, tercermundistas. La sensación de impotencia y amargura crece con cada giro que da el fantástico guión. Un guión sencillo pero que abruma por su frialdad y contundencia, y que siempre a través de los ojos de la niña protagonista nos sumerge en la absurda realidad de una civilización entera.
Preciosa música y fotografía y muy destacables las interpretaciones. Todas están a muy alto nivel, sobre todo una fantástica Lisa Ray, que es capaz de echarse todo el peso de la película a sus espaldas, y que pone la guinda a una inolvidable interpretación en la magnífica escena final.

Una película maravillosa.

Supongo que hay que ser indio para entender lo que nos muestra está película. ¿Cómo si no se puede explicar que casen a una niña de siete años con un moribundo y con ello la castiguen a pasar toda una vida de ostracismo? ¿Cómo se puede entender que una sociedad acepte que hay gente de diferentes castas (todavía hoy) y por tanto inferiores o superiores en la vida? ¿Cómo se puede definir mejor la situación de la mujer en dicha sociedad pre-independencia “¿Hemos hecho algo malo las viudas para que nos maltraten?”
Creo, sinceramente, que aunque hay una historia de amor imposible desde el primer minuto en que se conocen los protagonistas, no es la historia más profunda de dicha película. Es la historia de la lucha de unas mujeres (tres mujeres de diferentes edades y con diferentes visiones ante la vida. Una de ellas resignada a su destino pero aún así presentando batalla; otra, todavía en la flor de la vida, que cree encontrar en el amor la salida a su situación, y, por último, la pequeña de todas, la que sirve de detonante de los cambios que paralelamente se van produciendo en la historia de la India con el movimiento pacifista de Gandhi frente al colonialismo británico, que permitía y fomentaba las situaciones de desigualdad que eran impuestas por la propiedad sociedad india más por cuestiones económicas que por cuestiones religiosas.
Una película intimista pero que deja un poso en el corazón del que la ve y con una crítica profunda que permite un pizca de esperanza con un final esperanzador.