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Viridiana

Drama Don Jaime (Fernando Rey), un viejo hidalgo español, vive retirado y solitario en su hacienda desde la muerte de su esposa, ocurrida el mismo día de la boda. Un día recibe la visita de su sobrina Viridiana (Silvia Pinal), novicia en un convento, que tiene un gran parecido con su mujer. Basada libremente en la novela "Halma", de Benito Pérez Galdós. (FILMAFFINITY)
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Críticas 125
Críticas ordenadas por utilidad
29 de abril de 2008
93 de 115 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, ya sé que esta feo decirlo, pero a mí Viridiana no me parece la gran obra que todos aseguran que es. Y no es que esté en contra de los aspectos positivos que se destacan de ella, sino que más bien, esos aspectos, no me bastan para considerarla una obra cumbre y máxima del cine , como parece que se pretende que sea. No dudo de sus múltiples significados, de la capacidad de Buñuel de lograr esta clase de película en un momento realmente imposible ni de la sabia inserción de gamberrismo buñuelano, ni muchísimo menos de su potencial transgresor. Pero al final, a pesar de todo su brillo, no me sale una obra completa, bien acabada, sostenida... Me salé una suma de eventos interesantes, y una película bastante gamberra, también, y provocadora, pero no mucho más.

No sé, no sé... Y además prefiero otras obras de Buñuel. Además es muy poco buñuelesco no relativizar las cosas, incluso al propio Buñuel.

Fdo: un contrariador.
branhunter
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26 de diciembre de 2007
79 de 103 usuarios han encontrado esta crítica útil
La hermana Viridiana ocupa en mi particular recordatorio de monjitas célebres un puesto de honor de concesión irreprochable. Infinitamente más bella y sensual que la hermana Mary Clarence (Whoopi Goldberg en “Sister Act”) o la hermana Tomasa (Gracita Morales en “Sor Citröen”), tan sólo se le acerca a considerable distancia la hermana Luke (Audrey Hepburn en “Historia de una monja”). No quisiera parecer banal ni exageradamente libidinoso, pero considero oportuno y esencial hacer hincapié en el tremendo magnetismo erótico de Silvia Pinal porque precisamente ese poderoso don sustentará el eje vertebrador de la historia de Buñuel.

La hermana Viridiana se convierte, asimismo, en una honrosa versión patria de Madeleine Elster (Kim Novak), la fatídica obsesión de Scottie Ferguson (James Stewart) en la hichcockiana “Vertigo”. No tan solo por el razonable parecido de su glacial encanto platino sinó, porque no decirlo, por la curiosa semejanza de sus poderosos y turgentes bustos. Repito que esto no es ninguna coña ni estoy frivolizando. El voluptuoso potencial de Viridiana desencadenará una arrolladora sucesión de acontecimientos que, empezando por el suicidio de Don Jaime (Fernando Rey) y acabando por el festín indigente, pondrá de manifiesto la imponderable certeza del refrán que reza: “tiran más dos tetas que dos carretas”. Y desde ese postulado aparece el Buñuel más surrealista, transgresor y gamberro. Don Luis adereza su obra maestra con humor negro, fetichismo, alegoría, parodia, sátira y música clásica, pero cuando finalmente la mojigata hermana Viridiana accede a jugar esa partida de tute con Ramona (Margarita Lozano) y Jorge (Paco Rabal), es cuando su virtud y devoción acaban sucumbiendo ante la irrefrenable gravitación de los apetitos profanos.

Una sonora bofetada para quien pudiera sentirse escandalizado. Yo, no.

Un clásico del cine español de visión indispensable. Una magnífica ocasión para comprobar como, de vez en cuando, el celuloide adquiere el status de objeto artístico.
Taylor
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15 de enero de 2007
44 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fue un fenómeno y un hito en el cine español, pasando incomprensiblemente por encima de la inepta censura dada su fuerte carga crítica, presentada a Cannes ganando la Palma de oro, tras lo cual se inició el escándalo y quedó prohibida, no pudiéndose estrenar aquí nada menos que hasta 1977.

Es posiblemente la cumbre del gran artista que fue Buñuel, lo que supone altísimas cotas de calidad, una obra que llega al fondo y lo destroza con su malévolo humor, poniendo en solfa de manera corrosiva la beatería cristiana, junto a sus supuestos valores como la virtud, la caridad o la pureza. Viridiana es un ser insensatamente puro y no hay nada más frágil que esto, ya que resulta presa fácil de la maldad humana.

Está filmada con ese perfeccionismo técnico que alcanzó el maestro con los años y es al mismo tiempo una de sus obra más retorcidas pero también accesible, con secuencias que aún impactan, como esos rezos que se intercalan con imágenes de los obreros trabajando a destajo que parecen ir empujando y enterrando la fe, la afamada foto en la mesa dispuestos los mendigos a la manera de La última cena o el simbólico final que pasó desapercibido al franquismo pese a esconder más bien poco la evidencia de su transgresor erotismo.

El cine de Buñuel es imperecedero y Viridiana aún no ha sido desbancada como la gran obra maestra de nuestro cine.

Curiosamente su origen fue una invitación a Buñuel de Franco para un proyecto en España (deseoso seguramente de mejorar su imagen en el exterior) y él, combativo e imbatible, decidió hacer ésta película. Genio y figura.
Ennis
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11 de abril de 2009
40 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las imágenes de esta premiadísima película nos llevan a un mundo de obsesiones, fetichismos y fijaciones psicoanalíticas. Detalles de universo de fantasía infantil e iconografía personal. El efecto es inmediato. La imagen del subconsciente buñueliano esboza mendigos, perros, campos enquistados en el tiempo y objetos de obvia simbología (cuerdas, crucifijos, navajas). Esa simbología recadera, pretendidamente corrosiva, suele parecerme en el aragonés un hallazgo resultón, pero en ocasiones de valor creativo cuestionable (borregos entrando en capillas y sutilezas por el estilo).

Pero esas imágenes tienen valor no tanto por su ingenio, sino por su condición de broma, de declaración de cineasta coñón, incisivo y mala baba. De Quevedo y Valle-Inclán. Nos brinda, a su vez, humor de picaresca ancestral y reminiscencias surrealistas de potente fuerza expresiva –rasgos que brotan de la memoria engastándose irracionales en el metraje, sin perder su efecto por mucho guion que adapte esas corrientes instintivas a la lógica del relato–.

Señalaría como curiosa, así, la forma de Don Luis de ofrecer su enrevesada y propia colección de planos y, pese a la enraizada particularidad de ese mundo íntimo, dar una visión que coincida exactamente con lo que nos llega de la España de la época. Sentimos la represión de los instintos, la gazmoñería de la caridad inútil, la hipocresía de la religión… Pero lo recibimos sin discurso, sin alegoría presuntuosa, sino a través del olor a patria ermitaña de pantorrillas polvorientas, faldas deshilachadas y embarazos de bancal, sobre las zarzas. España como refugio de abejas y perros. España de los 60 también; pragmática, sexual, con su pujanza de paleta modernidad. La España de tute y Rock 'n' Roll que llegaba con fuerza, abandonando en el suicidio a los propietarios de pueblos de cal blanca castellana.

Compendio de época y universo íntimo, extraña miscelánea de contexto y obsesión. Observación interpretada, liberación de lo visible en lo invisible. País a través del cedazo caleidoscópico de la memoria.
Bloomsday
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17 de febrero de 2009
35 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer largometraje que Luis Buñuel rueda en España tras su marcha del país en 1938. El guión, del propio Buñuel y de Julio Alejandro de Castro, desarrolla un argumento de Buñuel, lejanamente relacionado con la novela “Halma” (1895), de Benito Pérez Galdós. Se rueda en escenarios naturales de una finca de las afueras de Toledo y en los platós de Estudios CEA (Ciudad Lineal, Madrid). Gana la Palma de oro, de Cannes. Producido por Gustavo Alatriste para Uninci y Films 59 (España) y Producciones Alatriste (Méjico), se estrena en mayo de 1961 (Festival de Cannes).

La acción dramática tiene lugar en un convento de monjas dedicado a la enseñanza y en la finca propiedad de don Jaime (Rey), tío de la chica, en 1960. Viridiana (Pinal) es una novicia que está a punto de profesar como monja y de hacer sus votos. Por indicación de la Superiora, visita a su tío Jaime, que se ha hecho cargo de los gastos de su formación y del importe de la dote. Ella es sobrina de la esposa de don Jaime, que falleció súbitamente la noche de bodas, hace más de 20 años. Viridiana, que guarda un extraordinario parecido con su tía difunta, es ingenua, sencilla, mística, piadosa, idealista y frágil. Don Jaime es solitario, rutinario y nostálgico. Siente aversión al esfuerzo y al trabajo y es aficionado a la música de órgano. Jorge (Rabal), hijo biológico de don Jaime, es práctico, pragmático, simpático y mujeriego.

El film suma drama y análisis sociológico. Enfrenta a Viridiana con los fantasmas y obsesiones que su visita despierta en don Jaime a causa del gran parecido que tiene con la que fue su esposa. La austeridad y castidad de Viridiana se dan asociadas, en su caso, a una potente sensualidad, que despierta los apetitos del tío. El idealismo y la ingenuidad de Viridiana entran en conflicto con el espíritu materialista y utilitarista de su primo Jorge. La personalidad, las creencias y las actitudes de Viridiana se ven sometidas a cambios debidos a su maduración y al descubrimiento de nuevas perspectivas.

De la mano de Viridiana, Buñuel expone sus opiniones, obsesiones, fantasmas y convicciones. Como es habitual en él, mantiene con la religión una relación permanente de amor y odio. No puede dejar de referirse a ella, pero sus manifestaciones son críticas, de rechazo y, en ocasiones, de burla. Muestra numerosas imágenes religiosas: monjas, novicias, sacerdote, corona de espinas, clavos, cruces, etc. Compone una parodia del cuadro “La última cena”, de Leonardo Da Vinci. Añade elementos inquietantes, como el cuchillo que se dobla en forma de cruz, de fabricación nacional y de libre circulación en el mercado del momento. Una hoguera de objetos en desuso evoca, posiblemente, el fuego del infierno y los sermones sobre el mismo.

(Sigue en el “spoiler” sin revelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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