Tusk

¡Es Morsaman!..., para olvidar y nunca volver a recordar!
¿Sabes la piedra con la que sueles tropezar, una y otra vez, sin aprender ni mejorar?
¡Aquí he tropezado con el mismísimo Everest!, porque, realmente, ¡si que me la han colado!
¡Ni Mike Tyson golpea tan fuerte!, sobretodo porque hablamos de golpes bajos y a traición, engaño tal que ¡ni el timo de la estampita ni los trileros de toda la vida!
¡Qué tomadura de pelo, ni por Dios ni por Alá ni por Obama!
Y lo peor es la blasfemia, falacia de críticas escritas sobre dicho filme que me condujeron a la conclusión de que esta memez ¡valía la pena!
Veamos, género de terror..., si cuenta ¡la adnimadversión, las arcadas y la repugnancia!..., género de la comedia..., si cuenta ver a Johny Deep hacer el tonto y !reírse de todos!..., género del drama...,si cuenta ¡la dramática pérdida de tiempo sufrida!..., género comedia terrorífica..., burla gramatical para certificar que ¡aquí no hay nada que valga la pena!
¡El hombre morsa!..., te has lucido Kevin Smith.
Lo bueno..., me iré pronto a dormir, lo malo..., acabo de verlo..., lo surrealista..., las referencias escritas hacia un relato que aburre, espanta, cansa y ¡no tiene chicha por donde cogerlo!
Y ahora que me vengan con alegorías supremas sobre la existencia, la humanidad y el animal que habita dentro de nosotros, sobre la metáfora artística, la simbiosis conseguida y el alma humana que aún subsiste, sobre la genial interpretación de Michael Parks, la agudeza de su guión y la ironía enrevesada de un argumento que expresa la locura y demencia de los instintos más básicos de supervivencia y los de mayor gloria, altivos y únicos que nos diferencian de los animales y de los más bajos instintos -siento repetirme pero la bazofia visionada anula el pensamiento creativo de cualquiera-, patraña insultante que no merece tu tiempo ni el mío. Hazte un favor, ¡mira dibujos!
Y, después del desahogo de mi increíble y profundo cabreo inicial, analizo comentarios positivos a favor de la misma para desenredar si es algo personal, mi aberración y aversión hacia la misma o, realmente, no hay nada digno en ella..., "sorpresa sacada de la manga", pues ¡ya se la podrían haber guardado!, "rareza lista para convertirse en película de culto"..., los cultos fanáticos y devotos están sobrevalorados, "buena película de terror que sólo da para 20 minutos, el resto es relleno"..., por fin, algo de coherencia, "relato salvaje irónicamente confeccionado con elegancia formal"..., la ironía es por lo de elegante ¿verdad?, "escenas brillantes y casi tarantinianas"..., incluso con el casi es una burla ofensiva al cine de dicho director y a sus seguidores, "nueva extravagancia que reformula el cine sin que se pierda ni un ápice de su fuerza"..., en esta ocasión ¡me quedo con la fórmula clásica!
Y, lo inexpicable es la reiteración afirmativa de ¡las carcajadas y diversión que, la presente, produce! Esto es caso para Cuarto Milenio porque..., ni un perro verde ni estando fumao ni isiendo de Marte!
Joven impetuoso y codicioso, podcaster comunicativo por Internet, va a parar a la casa de los horrores de un viejo loco que quiere resolver su dilema y cuenta pendiente con aquella morsa amiga, Tusk que, en su momento, le dio de comer y le salvó la vida..., patraña insultante que no merece tu tiempo ni el mío. Hazte un favor, ¡mira dibujos!


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No sé qué han pretendido con esta película. Por un lado es algo desagradable, al estilo de El ciempiés humano. Pero tampoco logran del todo crear un ambiente angustioso de pesadilla. Y todo por este ¿intento? de comedia paralela mediante personajes absurdos como el inspector canadiense, y esos diálogos cargantes y tediosos. Lo de hacer diálogos largos sin que te aburras no es fácil, y Tarantino es un maestro. Pero aquí es todo grotesco, absurdo, sin gracia...
Siento que he perdido un tiempo valioso de mi vida al haber visto semejante mierda gordísima. Y el diálogo de los créditos finales es de lo más patético que he visto en mucho tiempo, pero da explicación a esta película: el abuso de los porros puede dar lugar a paridas sin ninguna gracia, y a subproductos aburridos como este, que a los porreros en cuestión les pueden parecer buenas y graciosísimas ideas. A mí me parece muy bien que las lleven a cabo; lo que me jode es que no me avisen y me engañen para tragarme truños así.
Le doy un dos por un par de escenas que me han impactado un poco. Pero sin más.

Hay películas malas y películas desagradables y este engendro abominable del outsider de Jersey pertenece al segundo grupo. La historia no tiene sentido y el frikismo es de muy mal gusto, amputar a un hombre hasta convertirlo en morsa es una auténtica salvajada absurda. Los actores están pasados de vueltas y es lamentable ver al gordo anfetamínico de Haley Joel Osment con cara de Paquirrín alexitímico, a Justin Long con su verborrea barata de tres al cuarto y a un Johnny Deep en un papel entre Inspector Gadget y Clouseau. Todo un despropósito donde solo se salva un espléndido Michael Parks.

Kevin Smith, director sobrevaloradísimo y soporífero a partes iguales, y que solo cuenta con una buena película en su haber -"Clerks"- la cual le aporta toda la fama que posee, aquí firma un producto de excelente calidad fecal y del cual, vanagloriándose, carece de cualquier mínimo de respeto hacia el intelecto del espectador. Si quería reírse en tu cara y hacerte comprender, que, la vida, esa enigmática y arcana ilusión, ha de ser comprendida, aprovechando el ínfimo tiempo del que disponemos, en "Turd" lo consigue con holgura y sabiduría, debido a las preguntas metafísicas a las cuales nos enfrentamos en su visionado, fiel reflejo de la vida misma, de nuestra supervivencia. Nos alimentamos, luego defecamos, Descartes, que gran filósofo.

El argumento en lineas generales trata sobre un perturbado que después de haber visto "The Human Centipede", quedó gratamente inspirado y sorprendido por la cinta de Tom Six, en un sorprendente y personal giro de los acontecimientos, no nos hallamos ante la invención de un hipotético ciempiés humano, sino de una gran y apestosa hez humana, y que a la par, se acaba convirtiendo en fiel reflejo y espejo del propio filme, mostrando sus virtudes y carencias, solo así se puede explicar que "Turd", en un espléndido y sabio concepto de auto crítica, cine dentro de cine como diría aquel, hace gala de una extraordinaria fortaleza y habilidad para reírse de si misma -y de tu cara-, siendo a la vez reflexiva e inmoral, grotesca, un ejercicio supremo de poderosa vanguardia, escepticismo nihilista si me permiten semejante expresión, de las cuales las grandes damnificadas serían todas aquellas que una vez lo intentaron pero no pudieron, y que por desgracia de la propia "Turd" quedarán en la sombra, algunos ejemplos son la anteriormente comentada "The Human Centipede" y su segunda parte, o "Martyrs".

De un argumento tan sórdido no se podía esperar menos, si me permiten, la describiría como una auténtica pesadilla hecha imágenes, si a eso le incluimos los sabios y muy desternillantes momentos de humor y comedia, probablemente estemos visionando uno de los mayores hitos conocidos en el mundo del cine, nunca una combinación tan aparentemente opuesta había conseguido fraternizar tan gratamente, sin duda éste es el gran acierto del film, reflejo de la vida y la existencia, abstracta comedia, opaca tristeza, ingeniosa deposición, y muy especialmente, mierda, mucha mierda, la fuente de la vida, concepto abstracto de ésta, y, por que no decirlo, homenaje a "Pink Flamingos".

Simplemente, "Turd".