El Ministerio del Tiempo (Serie de TV)

La televisión no es más que una "caja tonta", afirmaba un profesor de música cuando los editores de este Movimiemto aún iban al instituto. Comenzaban a verse programas como "Gran Hermano" y finalizaban series como "Compañeros" o "el Comisario".

Hacía tiempo que no se veía una serie española de tanta calidad, aún a pesar de su exiguo presupuesto, en relación con grandes producciones norteamericanas (Juego de Tronos, Walking Dead). Con ella, hemos podido conocer a Velázquez, defender el ministerio con Spiznola o ponerle cara a un desdichado Miguel de Cervantes.

Vemos "Cuéntame" por rutina y nos echamos en brazos de series malas por mero aburrimiento. No es el caso del Ministerio del Tiempo, que crean los hermanos Olivares, siendo uno de ellos, guionista de otra gran serie como fue "Isabel".

El Ministerio del Tiempo es una serie original, bien estudiada y equilibrada en cuanto a temas que trata. No se experimenta con ella, va sobre seguro y, logra entretener gracias a ese fondo histórico, aderezado con ese toque de humor que los Agentes protagonistas dan en cada capítulo.

¿A quién no le hubiese gustado viajar por el tiempo y conocer a sus personajes históricos preferidos?

Ojalá hayan llegado para quedarse y suceder a Cuéntame. TVE tiene que apostar más decididamente por una serie que marcará una época.

La series es divertida, intrigante y genial, lo tiene todo para ser una gran serie y para mí una de las mejores que jamás ha realizado TVE, pero tiene un gran problema que también tienen algunas series extranjeras, es la falta de presupuesto que se compensa sacrificando las escenas de lucha en general y de las batallas en particular, es muy frustran te estar enganchado y viviendo el capítulo y....
continuo en spoiler…

Humor, mezcla de multiples posibilidades temporales... (aunque yo no lo veo eso de los viajes en el tiempo posible del modo en el que lo plantean en la serie). La serie ha perdido fuelle con la marcha de Rodolfo Sancho, su sustituto no me gusta pero hace su papel, y si ya se marcha Amelia.... No sé que pretenden, si cargarse la serie o qué. En este caso sustituyen a Amelia por una joven ex agente del ministerio.

A pesar de todos los pequeños defectos que pueda yo haber visto a mi juicio, todas las virtudes los sobrepasan y los dejan de lado en un justo lugar donde no llaman mucho la atención. Han sabido crear guiones interesantes, por lo general, uno tras otro, en cada capitulo, que me hacen empatizar mucho con los personajes y las tramas.

Eso siempre se agradece.

Si presentamos la serie como histórica, es un insulto a la historia. Pues introduce un sin fin de personajes y hechos que nunca existieron y cambia en cierta medida el trascurrir de los hechos conocidos.

Si presentamos la serie como de ciencia ficción, es un insulto a la ciencia ficción moderna y nos retrae a un cine de clase B, donde todo esta permitido. Pero el viaje en el tiempo, al que pocos escritores y pocas películas, han sobrevivido a su problemática, esta tan degradado, que con ese lenguaje que pretende ser actual y justifica tan solo la decadencia del mundo que vivimos, uno de sus protagonista dice algo como “… el tiempo,… me chupa un huevo…”

Queda si, una comedia absurda y menor, que pretende hacer un contrapunto entre pasado y presente, con ciertos comentarios irónicos, que parecen querer decirnos que en el transcurrir de los siglos, en España no paso nada y se vive igual o peor que antes. Obvio, escrito por gionistas que no han vivido ese pasado, y que solo tienen dos dedos de frente para vivir las crisis actuales, pero no se han puesto a pensar realmente, en cómo era la vida en esos tiempos. Que desde su escritorio mullido y bien alimentados, nos quieren contar un cuento, eso si adornado con una aceptable fotografía, con romance,… como debe ser.

En necesario entender, que esta dirigido a un público poco exigente (el actual) y que por su poco conocimiento en el pasado histórico, puede considerar como posible lo que se cuenta. O también a un público español, que como muchas personas, va a mirar lo propio con un ojo permisivo y lo foráneo con otra mirada.

En definitiva si no la ve, no se pierde nada. Y si se toma el tiempo como yo de verla, considere que es un pasatiempo menor dentro de la filmografía de España.

Veo muchas series y busco en ellas siempre lo mismo: entretenimiento. Esta producción española cumple con creces el objetivo. Trata las paradojas del tiempo sin complicaciones y mantiene al espectador permanentemente enganchado. Los ramalazos de tinte político, inevitables en toda creación española (no sé por qué), son moderados y aceptables.

El único pero es, quizás en un intento de darle un toque humorístico a la trama, el trato que se le da a las grandes figuras artísticas de la historia. Cervantes, Lope de Vega, Becquer, Goya y, sobre todo, a Velazquez quedan caricaturizados hasta casi el ridículo en contraposición con personajes similares cuando estos son extranjeros, como Shakespeare. Realmente me resulta molesto este aspecto que, en mi modesta opinión, resta categoría al conjunto de la obra.