Merlí (Serie de TV)

A pesar de que su sinopsis pueda ser anodina en un primer momento, la serie no depeciona en ningún momento. No revoluciona absolutamente en nada, pero tampoco es su objetivo. Es de aquellas de las que empiezas y no puedes parar de ver.

Ya en materia, la serie en un primer momento llama la atención por la conflictiva y carismática personalidad de su protagonista, Merlí; lo cual puede hacer que ames u odies la serie por cómo ésta gestiona la actitud de Merlí.

No obstante, pronto empieza a desvelarse lo rica que es en cuanto a sus personajes. Es difícil olvidar a alguno de los peripatéticos debido a que poco a poco aparecen sus problemas, sus inquietudes... y sobre todo por su redondez y carisma. A pesar de ser sólo tres temporadas, da tiempo a ver en todo su esplendor el cambio de los alumnos de Merlí en un momento tan crítico de sus vidas; si bien la serie extiende esa virtud a casi todos los personajes y es un gran aliciente para seguir viendo un capítulo tras otro.

Aunque todo ello se remata con una oda a la vitalidad, la serie no está exenta de defectos y acaba siendo en ocasiones víctima de si misma... con algunos capítulos que parecen destinados únicamente a exagerar en el dramatismo de algunas historias y a mostrar escenas sexuales gratuitamente; lo que acaba empañando un poco el sabor de boca con el que te deja Merlí.

Totamente recomendada.

No soy mucho de series, pero cuando anunciaron Merlí me picó la curiosidad. Los primeros capítulos no estuvieron mal, al principio la serie parecía un poco simplona, pero la di la oportunidad y empecé a verla en mis ratos libres. Y la cosa mejoró bastante. Tiene giros inesperados y escenas de todo tipo. Merlí es mi favorito pues, a veces hace cosas que dices que si está bien de la cabeza pero, finalmente ves que todo lo que hace tiene un fin que es bueno para cada personaje. El resto de alumnos hacen buena imitación a los alumnos de una clase. Recomendada para adolescentes, ya que es una buena serie que sirve para reflexionar.

Me resistía a ver Merlí porque con mis ya 43 añazos empezar una serie con protagonistas adolescentes me daba mucha pereza. Y, tras ver la primera temporada, efectivamente, puedo decir que Merlí es muy para adolescentes. Pero también para los amantes de la filosofía. Me cae bien este profesor con alma de filósofo desvergonzado (y ya de paso sea dicho, el actor que lo interpreta). Es un buen modelo de vida. No se hace pesada (quizá solo en algunos tramos), y si no se aprender algo, que seguro que sí, se recuerda, sobre todo, cómo vivir una vida buena.

A ver si la ponen en todos los institutos.

Todos recordamos ese personaje mil veces imitado y otras tantas copiado que era el doctor Greg House. Su personalidad era el motor de la serie y en esta se ha intentado hacer algo parecido.

El profesor de filosofía (deben ser los de ahora ya que en mi época eran aburridos y densos) les hace "pensar" y ser rebeldes. Todo muy realista como se puede uno imaginar. Pero por si esto fuera poco, Merlí (recordemos que es Francesc Orella) es un rompebragas.
De verdad que no se en que estaban pensando y más de uno creerá que los colegios son un putiferio. Las reuniones del AMPA una orgía que ni las de Calígula.

A pesar de esto, la serie encaja. Encaja por las sólidas actuaciones y unas tramas adolescentes realizadas con valentía y talento. Un ejemplo de ello es (no es ningún spoiler) como un alumno al presentarse termina diciendo que es gay ya que así sus compañeros se ahorrarían los cotilleos.

Entretiene pero está tan alejada de la realidad como ver a Belén Esteban sacándose el graduado escolar.

Según Karl Marx y a posteriori Slavoj Zizek (según su obra "Primero como tragedia, después como farsa") la historia se repite. Y en esta serie también se repite la historia: la historia de un hombre filósofo que explicando filosofía la aplica a la vida diaria, poniendo en práctica conceptos teóricos que pueden parecer alejados de la realidad pero que pese a que se piense todo lo contrario a medida que paulatinamente avanza la serie uno se da cuenta que es muy común encontrarse con dilemas filosóficos.
Resulta complicado ya de por sí criticar un filme pero una serie que tiene más duración imaginaros. Brevemente decir que la primera temporada es muy buena, destacando el episodio de la fiesta y el último de temporada todo ello envuelto por temazos de "la casa azul". La segunda temporada continúa el salseo iniciado en la primera temporada y como crítica negativa muestra demasiado en evidencia la ideología política de la serie; de hecho pienso que está politizada y podría haber también mostrado un punto de vista más "derechista".
Deciros una cosa queridos lectores: ojalá esta historia se repitiera en mi vida y hubiera tenido un profesor de filosofía como Merlí, un profesor interpretado por Francesc Orella que es distinto. ¿Y cómo es Merlí? Estamos ante un profesor que es profesor de la vida y demuestra que muchas veces la odiada filosofía (por algunos) tan abstracta se puede hacer más tangible al aplicarla al día a día, a las pequeñas situaciones diarias. Y ESTO ES EL PUNTO FUERTE DE LA SERIE Y CON EL QUE EL ESPECTADOR SE IDENTIFICA. ¿QUIÉN NO HA SIDO PUTEADO POR UN SUPERIOR (OSTIA EL HEGEL Y LA RELACIÓN AMO-ESCLAVO) O SE HA VISTO DEPRIMIDO PERO ALGUIEN LE HA AYUDADO A VER LA LUZ (OH MY GOD EL PLATÓN Y EL MITO DE LA CAVERNA). Queridos cinéfilos y seriéfilos, esta serie MERECE la pena verla y plantearse preguntas, y aunque se toque superficialmente la filosofía el mero hecho de causarle preguntas al espectador ya es filosofía. Y la serie lo consigue. Destaco personalmente el episodio de Hegel donde llegas tu mismo a deducir su filosofía.