En la boca del miedo

Una película intrigante, recomendable, y altamente esquizofrenica, porque es una auténtica paranoia casi desde los primeros 15 minutos, hay actores que dan miedo, pavor y auténtica espectación como el de la bicicleta con esa cara y esos pelos, da más jiñe que la niña del exorcista.
Bastante recomendable para darse cuenta que lo real no lo es y lo que no lo es puede serlo, acaba la película sin saber que es lo que has visto, esa sensación es buena, desconcertante y agradable.
Una quizás de las pocas obras de Carpenter digna de visualizar.

Bueno, tiene su punto.

No creo que sea de las mejores de Carpintero, aunque en realidad sólo he visto cinco de él, que yo recuerde. Por el momento, destaco La Cosa y Vampiros, película esta última infravalorada hasta el hartazgo, en mi opinión.

Carpintero, aquí, brinda un gran punto de partida, un final elegante y alterna secuencias muy inquietantes con sobredosis de efectismos propios del cine de terror más vulgar, Kubrick, qué grande eras, pero Kubrick, cuánto daño provocaste.

Por lo demás, quien desee un baño de adrenalina, puede visitar gratuitamente la licorería y comprobar las notas endosadas por Caimán a las pelis de Carpintero y Argento.

Red Bull, Erecciones Kashmir, resignaos.

Desde el día de hoy tomo con pinzas la puntuación de películas de este sitio, tenía ganas de ver este film y luego de verlo me llevo una decepción. Recuerdo que a los 16 años fui al cine a ver mi primera película de terror, era de Carpenter, el cine era de barrio y pasaban Halloween 1 y Halloween 2 . Al salir del cine daba miedo caminar por las calles de Rosario, en la medianoche regreso a casa y eso que éramos cuatro. Halloween es considerada la mejor peli de Carpenter y la segunda en su ranking es La cosa, la cual pude ver en video y puedo decir que de joven me gusto pero hoy día que peino canas es un film de 6 puntos. En la boca del miedo, es una más del montón, por un lado mezcla cine fantástico con terror , por otro lado tiene buen reparto pero no alcanza por que la historia de un pueblo fantasma donde existen distintos personajes que no se sabe quienes son, como por ejemplo el de la bici, no causan miedo, los efectos especiales son muy básicos tanto las caretas como los monstruos de goma. El final es muy tonto lo que ahonda aún más la mediocridad de la historia fantástica que vive Sam Niell.
No la recomiendo, es sólo para fans.

Creo que pertenezco al círculo de los pocos que no entienden o no saben apreciar esta película. Viendo la nota que tiene, creí que iba a ver algo interesante, entretenido y más o menos de calidad.
Sí, es una película de John Carpenter. ¿Y qué? Si mañana Wes Craven decide hacer... yo qué sé... "Alcachofas Asesinas vs Predator", ¿debemos alabarla en el acto sólo por ser de quien es?

Lo que me ha gustado de En la boca del miedo ha sido la idea en sí, de que una novela de terror pueda hacerse realidad y de que sus lectores puedan enloquecer con ella. No creo, tampoco, que se le hayan fundido las neuronas al idear algo así, pero bueno... tiene su originalidad y parece interesante.
Ahora bien, el modo en el que lo ha desarrollado, deja bastante que desear.

Las actuaciones (lo siento, Sam Neill), se mueven entre el punto de sosas o sobreactuadas, sin detenerse en ningún momento en un punto intermedio.
Los efectos especiales son bastante flojos. No empecemos con lo de que la peli es del 95, que Titanic se hizo dos años más tarde y sus efectos especiales están a años luz. Y ni siquiera hace falta que me vaya a una película con tanto presupuesto, otras más normalitas de esa época superan con creces los efectos de En la boca del miedo.

Una de las cosas que más me sacaron de mis casillas fue la "banda sonora", por llamarlo de algún modo. De acuerdo que tampoco hay que encontrarse con una obra maestra, pero es que es cutre a más no poder. Bueno, como el resto de la película en sí.
Si no me llegan a decir que es del 95, me creo que es de 10 años antes.

El final no está tan mal. La película a veces tiene sus puntos entretenidos, sin llegar a enganchar. Y otras veces se hace lenta y aburrida. El argumento se embrolla demasiado, y parece que está dando vueltas en círculos todo el tiempo, sin llegar a un punto concreto.

En resumen, para tener tantos seguidores, tan buenas críticas y partir de una idea más o menos buena, me ha resultado decepcionante.

Pese a alguna película poco afortunada -Encerrada (2010)- y un par de capítulos de la serie Masters of Horror, John Carpenter está más fuera del mundo del cine que dentro de él, aunque esta semana ha dicho que le gustaría rodar una versión del videojuego Dead Space. Esta ausencia de la gran pantalla del considerado maestro del terror y suspense hace que En la Boca del Miedo (1995) sea considerada su última gran película, y la verdad es que el adjetivo 'gran' le viene grande a este largometraje, el cierre de la trilogía del Apocalipsis que completa a La Cosa (1982) y El Príncipe de las Tinieblas (1987) -esta última peor recibida que la peli que me ocupa, pero mejor-.

Los protagonistas son Sam Neill (repitiendo con Carpenter tras las comedia Memorias de un Hombre Invisible), Julie Carmen (Noche de Miedo 2), David Warner (La Profecía), Jürgen Prochnow (La Séptima Profecía) y Charlton Heston (en lo que podría ser un homenaje a El Último Hombre... Vivo viendo el desenlace de En la Boca del Miedo). La curiosidad, el debut en cine de Hayden Christensen (Annakin Skywalker) en un breve papel de repartidor de periódicos.

El detective experto en descubrir fraudes John Trent (Neill), es contratado por una editorial (Heston a la cabeza) para descubrir el paradero de su escritor más famoso, Sutter Cane (Prochnow), a punto de sacar un esperado libro que vuelve loco a quien lo lee. La investigación de Trent le lleva a descubrir que Cane se halla escondido en el pueblo de Hobb's End, un lugar salido de la imaginación del escritor donde todos los monstruos y bestias sobre las que ha escrito existen de verdad.

En la Boca del Miedo parte de una idea bastante original, ejecutada de buena manera por el mejor Carpenter de unos noventa en los que no atinó con ninguno de sus proyectos. Una historia (de Michael De Luca) con bastante metaficción -el libro dentro del libro, incluso el cine dentro del cine dentro del cine- e ideas procedentes de la literatura de Lovecraft.

Lo mejor: la habilidad de Carpenter para crear ambientes que den miedo (el ciclista, lo que oculta la vieja recepcionista del hotel, el personaje de Cane), los efectos especiales (de ILM), y los trucos narrativos, en especial aquellos que tienen que ver con la repetición de hechos (el policía en el callejón, Trent tratando de escapar de un pueblo en bucle, dando con que todos los caminos le llevan a la entrada de Hobb's End).

Lo peor: Sam Neill, aunque habría que decir que es más bien su personaje, John Trent, demasiado cargante con su escepticismo. La sensación de no tomarse muy en serio a sí misma, En la Boca del Miedo parece a veces más una broma de Carpenter al espectador que una película de terror, aunque a su favor hay que decir que es una broma que tiene su gracia como puede comprobar John Trent en la escena final.