El mayordomo

Debería ser obligatoria en la Escuela de Cinematografía.
Todo bien hecho:
La historia bien contada,
Magníficas interpretaciones de todos, los principales, los secundarios....
Muy Buena fotografía
Buenísima puesta en escena
Buen sonido
Buena música
No es una obra maestra, es sencillamente una peli americana bien hecha.
No os fiéis de las críticas que ponen en Film Affinity, de los críticos americanos, seguramente muchos de ellos serán simpatizantes del Tea Party y claro, no pueden estar de acuerdo con el argumento de esta peli.
Defectos: varios , lo dejamos para otro día.

“El Mayordomo” es una correcta película cargada de buenas intenciones pero que rezumba a prefabricada desde el primero al último de sus fotogramas. El guión no es su mejor baza (cuenta demasiadas cosas y todas con el mismo tono conformista) pero un ejército de buenos actores consigue que este folletín llegue a buen puerto haciéndonos creer que estamos ante algo mejor de lo que parece. Aunque al final, todas las buenas intenciones y ese discurso humanista de “El mayordomo” queda reducido a una especie de capítulo de “Cuéntame” a la americana donde se documenta –con más prisa que acierto- el transcurrir de unos acontecimientos que ya hemos visto antes en otras películas. De acuerdo, aglutinar todo eso alrededor de un único personaje hace que en vez de un docudrama estemos ante un drama pero la cosa no cambia demasiado, un actor tras otro deambulan con mayor o menor fortuna frente a nuestros ojos interpretando a personajes famosos y al final convierte a “El Mayordomo” en un juego de “adivina quién es el famoso que interpreta a otro famoso” porque lo que cuenta se diluye entre tanto artificio. Digamos que si quitamos todas esas escenas a lo docudrama al final lo que queda es un puñado de buenas escenas que documentan un drama real pero que saben a poco. La película es irregular, se deja ver fantásticamente bien y posiblemente logra su objetivo de emocionar desde la simpleza pero la diferencia entre una buena película y una película magnifica radica en la osadía y “El mayordomo” no tiene garra, carece de osadía y acaba pareciendo un reportaje de dominical. Lee Daniels es un director a seguir, sus anteriores trabajos eran osados y transgresores (“Precious”, “El chico del Periódico), lástima que en este paréntesis con “El mayordomo” haya perdido toda su fuerza en aras de la comercialidad que parece que solo busca ganar unos cuantos premios Oscar y llenarse los bolsillos y el ego. Para amantes de los folletines históricos.

Lo mejor: Un Forest Whitaker que carga el peso de la película sobre sus hombros con más aciertos que errores.
Lo peor: Cierta tendencia al vacio y a lo obvio.

El Mayordomo, película cuyo director publicitario se ha empeñado en venderla con el eslogan de "del director de Precious", es solo una película del director de Precious.
Dentro del film de Lee Daniels se narran muchas historias, unas mejores que otras, todas girando en torno a los avances histórico-políticos que se producen en EEUU, de los cuales el protagonista, un trabajador del servicio de la Casa Blanca, es testigo en primera persona. La ventaja de las películas que desarrollan varios argumentos a la vez es que con que haya uno que te enganche, ya te vas a tragar los otros sin rechistar. Por ejemplo. en esta película hay una historia fuerte y adictiva que es la del hijo, la cual tiene mucha más acción y más intriga. La principal, la del mayordomo, es en ocasiones muy floja, aburrida y no ocurre nada interesante, eso sí, es mucho más comercial gracias a las bromas de un correcto Cuba Gooding Jr.
Además, el principio en el que cuenta como ha ido creciendo desde la infancia es totalmente de relleno y poco trabajado, aunque sea "inspirada en una historia real" no hace falta que te pongan algo que se intuye, que ha sufrido.
No obstante, la película entretiene gracias a una situación perfecta en el contexto histórico, en la que coincidieron multitud de hechos extraordinarios que llevaron a la igualdad en EEUU, y esta historia tiene su épica, drama y acción, lo que puede convertir una película mediocre en una buena.
Las actuaciones son todas sublimes (sí, incluyendo a Cuba Gooding Jr.), quizá cojeando un poco con la actuación de la televisiva Oprah Winfrey.
He de admitir que lo que más me disgustó de la película es el desenlace, el porqué de este film, y no es otro que para exaltar la figura de Barack Obama. No voy a meterme a hablar de política porque este es un blog de cine, pero tampoco deberían convertir los directores sus obras en propaganda de campaña de hora y media. El final es algo que incluso se nota que estorba en lo anteriormente contado.
El Mayordomo es, pues, una película entretenida, de esas que después de verla notas que te has culturizado un poco más, pero en la que Daniels ha aprovechado una supuesta historia real para contar lo que ha querido, y eso se nota.

¿Quieres entender profundamente esta película? Pues entonces - si aún no lo has hecho - lee "Retrato del Colonizado", aquel extraordinario ensayo "de los '70" de Albert Memmi + "Los Condenados de la Tierra", de Frantz Fanon. Y a ellos agrégale "La Dialéctica del Amo y el Esclavo" de Engels. Si así y todo algo no te ha quedado claro, puedes completar la lectura con "El Síndrome de Estocolmo".
De resultas de todo ello comprenderás como un ex esclavo negro, sureño, de padres masacrados, puede servir durante décadas a sucesivos presidentes norteamericanos, empatizando con su cosmovisión, hasta que uno de sus propios hijos consigue abrir sus ojos a la explotación de su gente. Ese es el tema.
En síntesis: muy buen film, bien tratado, interesante y recomendable.

Esta es la historia de un hombre que cada vez que vuelve al trabajo, se encuentra a un nuevo presidente del país al que poner un café.

Quizá una de las peores críticas que se le pueden hacer a una película sea el decir que "no pasa nada". En esta peli pasa poco, quizá demasiado poco, y lo que vemos ya lo sabíamos: racismo, lucha por los derechos civiles, etc. En esta ocasión a través de la aburrida vida del bueno de Cecil Gaines.

Los hechos históricos, aunque sabidos, son tratados sencillamente con unas ligerísimas pinceladas, de forma que si no eres buen conocedor de ellos, no llegas a comprender nada. En esto, la gente joven se va a perder del todo.

Las interpretaciones están todas correctas, los doblajes también, pero el espectador acaba contagiado con la tremenda cara de tristeza que el protagonista arrastra durante dos horas. Quizá, la vida de su hijo mayor hubiera sido más interesante, pero no con este director.