Winter's Bone

Jessup fue un desgraciado. Probablemente el sistema simplemente lo engulló, sin darle muchas opciones, pocas salidas para el éxito, abocado al peligroso mundo del crack. Su vida, rodeada de malhechores, arrestos y trapicheos, acabó por explotarle en la cara a su hija mayor, Ree Dolly. Ésta se hizo cargo de su familia tras la marcha de la figura paterna. Una madre que ha perdido la cabeza y dos hermanos que todavía no pueden valerse por sí solos no son un panorama alentador, más todavía si apenas tienes algo que llevarte a la boca al final del día. El gris terminará por volverse negro cuando reciba la noticia del inminente desahucio y la expropiación de su bosque, pues su padre los puso de fianza ante la ley en su última jugada.

La presión, la agonía diaria, será lo que moverá a Ree para enclavarse en las entrañas de lo turbio, en los asuntos sucios de su entorno, entre chivatos y agentes de la ley, entre drogas y venganzas, entre Teardrop, su tío, y Thump Milton, el capo local. Un pasado lleno de mierda al que plantarle cara con tal de salir hacia adelante, con tal de no decaer, alcanzando el crescendo en un río donde ahogar una vida que es tuya, aunque no la quieras.

Duro, durísimo relato social emprendido aquí por Debra Granik centrado en la figura de una muchacha a la que la vida ha castigado sobremanera. La gélida existencia de ese pueblo perdido en medio de Ozark hill se nos impregnará por completo, astillando nuestras conciencias al presenciar esa radiografía de lo que es vivir en el filo del sistema, a punto de cruzar esa línea, simbolizada ésta en una casa de madera, una chimenea y algo de comida, anhelando estrangular al impostor que etiquetó aquello del sueño americano.

La labor de Jennifer Lawrence en el papel de esa hija coraje es tan plausible, tan excelente, tan creíble, que admite comparación con cualquier titán de la interpretación. No obstante, todo nace de una historia excelente que contagia esa desasogante existencia, esa moribunda forma de (mal)vivir, desde el primer momento, simbolizada ésta en la figura de Teardrop, a quien da forma un excepcional John Hawkes, quien nos brinda, de largo, una de las mejores interpretaciones del año. Muy buena historia, muy buena película.

Sí, estamos ante una película que a primera vista parece hecha con dos duros. Tiene lugar en una serie de casas de campo, un bosque y una carretera, y no hay una quincena de personajes que participan en la historia, que francamente es muy sencilla.

Pero no puedo evitar admirar esta película por todo cuanto logra.

Por lo asquerosamente bien que actúa todo aquel que participa en ella, por mínimo que sea su papel, en este terrorífico juego de engaños, traiciones, odio, rencores y secretos sangrientos. Llegas a ver a un asesino, a un monstruo, a un ángel o a un héroe en los ojos de cada personaje. Es Jennifer Lawrence quien debería haberse llevado el Oscar a la Mejor Actriz, pues esta chavala acaba de demostrarnos que no hace falta llorar ante la cámara, ni enrojecerse los ojos ni acumular primerísimos planos... ni siquiera ser muy expresivo en la mayor parte del metraje, realmente, para que un personaje con un alma rota nos hiele las entrañas.

Por lo sencillo, simplérrimo de la trama, y la arrolladora fuerza dramática con la que está llevada. El odio y la traición continua que sufren los personajes, el asfixiante misterio en torno a una desaparición y la amenaza de un futuro lóbrego, así como el miedo y la desconfianza costantes... y las pequeñas chispas de amor, ternura y esperanza, enormemente agradecidas y celebradas. Es admirable que algo tan fácil y directo nos pueda llevar a susfrir y a alegrarnos así con los personajes.

Por sus personajes femeninos. No sólo por el personaje de Ree Dolly, interpretado por una soberbia Jennifer Lawrence, una de las mejores jóvenes heroínas que he visto en el cine, sino por lo fascinante, poderoso y malvado de todas las demás mujeres de la película y esa presencia oscura que imponen sobre los hombres.

Porque su directora se centra y procura centrarnos en los valores y antivalores de la propia película, con una mirada crítica y libre, sin intentar disfrazar nada con apariencias artísticas.

Y por el final, que creo que es sobrecogedor.

Un hurra por una película más gélida que el más crudo invierno y humanamente tan cálida.

Hollywood se pone intelectual y nomina a sus “prestigiosos” premios algo de cine independiente y en este caso la gran promoción de la película Winter´s Bone tiene unas cuantas nominaciones.

Esa fue la razón por la que me puse esta película, la verdad que no entiendo como los miembros de la academia nominaron esta película como mejor película del año.

Tiene cosas muy buenas, pero no me llega a interesar ni la historia ni los personajes, en ningún momento me apasiona o me siento involucrado en la trama, la verdad que me trae sin cuidado.
Al principio siento pena por la desgracia que vive esta familia pero poco a poco me da igual, hasta que la película me deja de interesar, busco algún momento que me enganche, que me atrape pero no lo llego a conseguir y eso que me concentré…pero nada.

Las interpretaciones son buenas, la ambientación muy buena, quizás lo mejor, bonita fotografía en muchos momentos pero hay algo que no acaba de funcionar y no se si es la dirección o el montaje final…algo no va bien.

Me gusta la manera de retratar lo más bajo del hombre cuando vive en un entorno tan austero, Dogville…pero se repite lo mismo una y otra vez sin avanzar realmente, no es el tiempo lento, eso no me incomoda, simplemente no me apasiona la historia.

Creo que ha tenido mucha promoción y por eso está donde está, es muy posible que caiga en el olvido.

Winter´s Bone es una película plana y aburrida.La pusieron en TCM, pero bien podría haber sido emitida en Antena 3 una tarde de Sábado, porque apenas se diferencia en su cuidada ambientación respecto a los dramones de siesta.

Después de seguir la historia con no mucho interés, porque no me termina de enganchar esa búsqueda por los bajos fondos a ritmo de Country, me queda cierta sensación de haber perdido el tiempo, que es de lo peor que se puede decir de una película. Winter´s Bone es fría como el invierno de las montañas del sur de norteamérica, e insulsa como un hueso. Pero es sórdida y sucia en sus formas, quizá para incitar una emoción que no despierta el fondo del film. Un notas metiéndose farlopa en primerísimo plano, o el descuartizamiento de un cadáver. Para algunos reputados críticos profesionales, poesía pura...quizá tengan razón, y yo no haya sabido valorar la peli. Quizá el contexto. Quizá me pilló de bajona. Pero me niego a perder más tiempo revisándola. Empiezo a confiar en mi propio criterio.

Winter´s Bone es una película de gran calidad, bien estructurada, sin giros absurdos y sobre todo real.
Nos muestra una triste América profunda, pobre, retrograda y con ausencia de valores tan real como la vida misma.

El problema de la película es que se excede en su sobriedad y lentitud. La primera mitad nos intenta introducir en ese mundo triste y oscuro, nos va describiendo el problema y la situación de la protagonista para mostrarnos también la solución futura muy difícil de conseguir. Durante el trascurso de esta parte, la película resulta plana y en ocasiones una vez que te ha adentrado en ese mundo, falta de ritmo.
La segunda mitad tiene mucha más fuerza y el ritmo se hace más entusiasta.
Otro problema es el desenlace, una película tan sobria y real no puede tener un final de otro tipo de películas taquilleras y rosas…

La dirección de Debra Granik es notable y consigue el resultado que intenta que no es otro que mostrar esa rudeza y ese olor a rancio de la América profunda. La historia está bien explicada de manera relajada y sobria pero peca de esa falta de ritmo tan necesaria para mantenerte atrapado tan necesaria.

Los actores sobresalientes, Jennifer Lawrence (Ree Dolly) realiza la interpretación de su vida pero en mi opinión, no es la actriz apropiada, no porque lo realice mal si no porque el papel necesitaba de una actriz más ruda y de aspecto más acorde con la situación. John Hawkes (Teardrop) se sale, si lo que tiene que mostrar es dureza y peligrosidad, lo consigue con creces denotando también ese cariño familiar escondido detrás de su aspecto. Pero la mejor actuación, sin duda, es la de Dale Dickey (Merab), solo con verle el rostro, sabes lo que está pasando por su cabeza y lo que va a ocurrir a continuación.

En definitiva, una película muy correcta que te introducirá en la situación pero que a causa de su falta de ritmo, en ocasiones se vuelve plana y demasiado pausada