Black Mirror: El himno nacional (TV)

Tremenda historia la que se relata, improbable fábula que lleva al límite las consecuencias de la sociedad de la comunicación global en la que vivimos. Asistimos como espectadores al vía crucis de un político que se ve en una situación indeseable a la luz de todo el mundo y retransmitido en directo para todo el mundo.
Está todo realizado con garbo para retransmitir la tensión, capacidad de síntesis para reducirlo todo a apenas 45 minutos y con unas interpretaciones convincentes. Una pequeña joya a reivindicar.

El contexto es demasiado actual para no sentirte identificado con al menos uno de los muchos elementos que aparecen aquí. Te atrapa la luz; aséptica, formal, pero llamativa al fin y al cabo. Cuando te quieres dar cuenta eres un miembro más de la producción, incluso corres el riesgo de que deje de ser una ficción para convertirse en un plano real, en una situación que, a pesar de su evidente insania, te provoque un frenesí casi palpable.

Presentar el humor como el peor de los elementos de tortura es un trabajo digno de reconocimiento, y más aún en un mundo acostumbrado a la impasibilidad, a la indiferencia. La crítica al poder, y en especial a su debilidad ante el absurdo y lo macabro es excepcional. Este primer episodio de "Black Mirror", consigue invertir la pirámide social, haciendo que muchos desconocidos de toda Inglaterra tengan la capacidad de destruir o salvar a la élite en un ejercicio de reconocimiento personal, en una prueba de solidaridad generalizada.

En cualquier caso, "El himno nacional", puede ser perfectamente una oda a la barbarie del mundo moderno, de ese mundo desarrollado, que es débil e inestable, si se sabe bien donde tocar.

Es increíble cuan desconocida es esta serie británica, siendo tan espectacular y un punto y aparte en las producciones actuales. Black Mirror es The Twilight Zone del nuevo milenio. Su poca popularidad demuestra el consumismo basura del espectador promedio y que lo bueno no vende.

The National Anthem es el primer episodio de la primera temporada de esta impecable serie. El guion original hace que el espectador sea parte de esta locura y lo haga reflexionar si lo que ve está lejos de suceder. Esta sátira perfectamente elaborada es una crítica no solo a las consecuencias de la tecnología, sino también a la naturaleza humana.

Los videos se vuelven virales mientras generan morbo en la audiencia, especialmente si comprometen la honra de una persona. Y no solo videos, también fotografías, son cosas que están en internet sin ningún control. El claro ejemplo son los selfies y videos íntimos que se toman los famosos y son filtrados en la red, aparentemente estas imágenes son eliminadas del usuario que las subió, pero son subidas nuevamente por personas que no tienen ninguna relación con esto, solo por morbo y diversión.

Por otra parte, también critica al ser humano como principal consumidor de basura, cómo el morbo puede hacerte olvidar de tus principios morales y de tus valores, de lo bueno y de lo malo, de lo que se debe hacer y lo que no. Somos cómplices de una de las peores aberraciones que se le puede hacer a alguien, cómo somos parte del show y de la humillación de otra persona. ¿Se imaginan si te enteras que el primer ministro de Inglaterra se va a follar a un cerdo en televisión mundial para salvar la vida de la duquesa de su país que está secuestrada? ¿Lo verías? Estoy seguro que ese día nadie estaría en la calle, todos estarían reunidos en sus casas, bares y demás lugares, acompañados, haciendo apuestas, divirtiéndose o asqueándose, pero siendo parte de esa mierda, sí, siendo culpables a su vez.

Vigoroso relato que nos muestra una realidad actual, y ciertamente veraz, en la que el mass media, totalmente dominado por el fenómeno internet (del que bebe y se alimenta), renunciará a su labor comunicativa tan solo por tener el mayor índice de audiencia (o share). Cueste lo que cueste.

Argumento y guión muy notable y que engancha. Cabe resaltar ese toque "vacilón" que se muestra aquí con las mayores instancias del poder; poder que a su vez se nos reflejará de la mano de esa seriedad o solemnidad que tan frecuentemente percibimos también en la vida real.

Cuando salió el capítulo, en 2011, estaba David Cameron en el poder. Se especuló con cierto ritual de iniciación que supuestamente tuvo lugar cuando éste ingresó en la universidad décadas atrás.. Se supone que había un cerdo de por medio. Paradógidamente, como en el capítulo, este asunto presidencial tuvo una gran repercusión en twitter cuando se desveló.

Gracias por leer.

Las tres tempordas de BLACK MIRROR forman parte del mejor genero de futurismo distopico y sombrío que he visto nunca. Sus tres capítulos de la primera, los cuatro de la segunda y los seis de la tercera son pequeñas obras maestras de la ciencia ficción (a veces muy pegada a nuestra realidad ) mas reflexiva y sociológica que se ha escrito en los últimos tiempos. Cada capitulo tiene vida y casting propio y es autconclusivo así que no funciona como serie mas que por la filosofía común de todos sus capítulos, paridos por su creador Charlie Broker, un puto genio de la televisión actual. Un tipo mordaz, con un sentido del humor negrísimo y con un pesimismo esencial relacionado con el uso de las nuevas tecnologías y la crueldad del ser humano .. Hay tremendas sátiras y reflexiones sobre la guerra, la política, el racismo, la muerte , las redes sociales, los videojuegos, el amor, los celos.. todas de alto calado. Es cierto que sus brillantes argumentos a veces no tienen un final a su altura pero es que son tan originales y complejos que cuesta cerrarlos sin perder el encanto .. Y aunque no todos los capítulos son tan buenos , el nivel general es altísimo !!!